Capítulo 2

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- ¡Ven! - exclamó finalmente Saki tras largos segundos de sonrisas y miradas de felicidad, tomando de la mano a su amiga y comenzando a correr delante de ella, arrastrándola consigo.

Kano se sorprendió mucho por la actitud tan repentina de su senpai. Siguiéndole el paso lo mejor que pudo, agitada, ella indagó:

- ¿A dónde vamos tan deprisa, Saki-chan?

- Ya lo verás, hermosa - respondió la mayor con una sonrisa misteriosa.

Luego de varios segundos corriendo y esquivando gente, las dos amigas se adentraron en un callejón apartado del parque, donde no había nadie a la vista. Saki tomó de los hombros a Kano y la acercó gentilmente a la pared más cercana.

- Saki... Baby-chan... - susurró la más joven con sus ojos abiertos de par en par, aún sin entender del todo lo que su adorada amiga planeaba hacer.

- Kano-chan. Déjame demostrarte cuanto me gustas en verdad - murmuró Ooga, entre la seguridad y la timidez, pues ni ella misma tenía claro lo que haría a continuación.

Las chicas se quedaron en silencio, pero esta vez, sus miradas se concentraron en sus labios. Parecían hipnotizadas.

"Ella confesó su amor antes que yo. Ahora, siendo la mayor y su senpai, debo ser yo quien dé el siguiente paso. Vamos, Ooga, tú puedes. Sé valiente como lo ha sido tu kohai. Ya la has traído hasta aquí, a este lugar apartado... ¡bésala de una buena vez! ¡Besa esos hermosos labios que tanto has anhelado besar durante tantos años!", Saki se daba ánimos a sí misma para concretar aquello que tanto había soñado.

Pero a pesar de los ánimos, las dudas seguían presentes en su mente.

"Diablos, lo admito, tengo miedo. Soy una cobarde. Es la primera vez que siento algo tan intenso por una chica. Y esa chica, es nada más y nada menos que mi mejor amiga. La he amado desde el primer momento en que la vi. No obstante, ¿qué tal si traerla hasta aquí fue un error? ¿No deberíamos ir más despacio?"

Por su parte, Kano-chan seguía concentrada en los labios de su senpai, expectante. Ella, deseaba ser besada por Saki. Ella, deseaba besar a Saki.

Al notar que la mayor aún dudaba en dar el siguiente paso, Kano mordió suavemente su labio inferior, enviando una sutil señal de que estaban en sintonía y podían seguir adelante para por fin poder hacer realidad esos deseos compartidos desde hace años. Porque, a decir verdad, Kano también había amado a Saki desde el primer momento en que la vio.

Ooga captó la sutileza de Kano. "Gracias por darme ese último empujón que tanto necesitaba. Seré valiente como tú, Kano-chan, y no dudaré más".

Sin perder más tiempo, Baby-chan tomó a su amiga por la cintura y se acercó lentamente hacia ella. Quedaron tan pegadas que podían sentir sus alientos acariciar sus rostros, con los labios a solo milímetros de distancia. Ambas sintieron una agradable tensión en el aire.

Ansiosa, Kano se relamió los labios y rompió definitivamente la corta distancia que aún las separaba, sellando sus labios con los de su senpai en un beso cargado de ternura, dulzura y amor. Un amor que habían ocultado y reprimido durante años, y que finalmente salía a la luz en aquel callejón del parque de diversiones. El amor entre Kano y Saki por fin pudo florecer, como una delicada flor de cerezo.

Los cálidos besos duraron lo que a las dos les pareció una bella eternidad, hasta que separaron sus labios y sonrieron como nunca antes en sus vidas. No hacía falta decirlo, pues ambas lo sintieron. Lo sintieron en sus labios y en sus corazones. Después de todo, ese sentimiento lo habían experimentado desde el primer momento en que sus vidas se cruzaron.

Esta vez, fue Kano quien tomó de la mano a Saki y la llevó consigo corriendo a toda velocidad de vuelta al parque para seguir disfrutando de la hermosa salida de amigas. Las chicas continuaron viviendo el mejor día de sus vidas, de la manera más casual posible tras el mágico momento que habían compartido cuando sus labios se unieron por primera vez en un beso inolvidable.

La noche cayó y las jóvenes decidieron tomar algunas fotos más bajo la luz de la luna. Como había prometido, Ooga tomó miles de fotos de Kano para tener de recuerdo.

Una vez terminada su labor de fotógrafa, la mayor propuso:

- Kano-chan, estaba pensando si quisieras... ir a mi casa...

- Sí, quiero - Kano no lo dudó y respondió rápidamente. Ella sabía bien a lo que su mejor amiga se refería con "ir a mi casa".

Saki sonrió complacida y simplemente entrelazó sus brazos a los de su kohai. Así, comenzaron a caminar. Las chicas se dirigían a la casa de Baby-chan a pasar la noche juntas.

Pero en esta oportunidad, como algo más que amigas.

Salida de amigasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora