six

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— Pierre. — estaba anonadada, que hacía aquí.

— Linda, supuse que estarías aquí.

Le sonreí.

Le di paso a el francés para que entrara a la residencia.

— Hace mucho tiempo no venía a la casa Wolff. — hablo el francés.

— Ya desde hace un año.

Me senté en uno de los sofás.

Pierre imito mi acción sentándose junto a mi.

Este recostó su cabeza en mi regazo.

Empece a darle suaves caricias en su cabellera rubia.

Melbourne, Australia
08 de abril 2022

Hace unas horas había aterrizado en Australia.

Después de aquel día en el que Pierre se apareció en la puerta de la mansión Wolff, nos quedamos un par de días juntos sólo que él tuvo que venir días antes.

— Señorita Wolff, su padre la espera en el hotel. — hablo mi asistente Lily.

— Okey.

Estaba un poco estresada tal vez tendría que viajar a Paris unos días por el trabajo.

Sé que había dicho que dejaría todo eso de un lado, pero me era imposible.

Chanel tenía una propuesta para mi.

El conductor nos dirigió hasta el hotel donde se hospedaban todos los pilotos como algunos jefes.

Baje de aquella camioneta en dirección a la entrada, en la cual yacía Toto esperándome.

— Padre. — le brinde una sonrisa.

— Hoy tal vez no vaya al paddock, por que Susie no se encuentra tan bien. — hablo mi padre en un tono algo preocupado.

— ¿Qué pasó con Susie?.

— Esta algo resfriada.

Asentí en forma de respuesta.

— Necesito que te hagas cargo por hoy del paddock. — soltó mi padre.

Que.

No, No, No.

— Papá yo no puedo.

— Claro que si puedes, mi asistente irá contigo, ella te brindará explicaciones de cada cosa que tengas que hacer.

— Pero papá. — fui interrumpida.

— Te lo pido ángel— suplicó.

— Okey, lo haré.

Sonrió de oreja a oreja.

— Gracias mi pequeña. — me dio un corto abrazo.

— Antes de que vayas a tu respectiva habitación, a las 10 tienes que ir con los chicos hacia el paddock.

Asentí en respuesta.

Después de eso ambos caminamos hasta el elevador a ir a nuestros respectivos cuartos cada uno.

Ya eran las 9:30 de la mañana, no había podido dormir absolutamente nada.

Tomé al ascensor.

Al abrirse las puertas del elevador visualicé a los chicos y kamile la asistente de mi padre.

— Buenos días. — camine en dirección hasta estos.

— Buenos días Jefa Wolff. — hablo lewis.

-𝐓𝐄𝐍𝐓𝐀𝐍𝐃𝐎𝐌𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora