Cuando regresamos a la casa, me alegró encontrar el auto de mi papá estacionado en el camino de entrada, justo al lado del de George.Subimos las escaleras del porche y la puerta se abrió instantáneamente. Sonreí al ver el rostro familiar y amistoso de mi padre y ya tenía los brazos abiertos para un abrazo.
—Hola, papa—saludé, sonriendo ampliamente.
—Mi ángel—dijo, sosteniéndome en un abrazo mientras yo dejaba que mi mejilla descansara sobre su pecho.
Mi corazón estaba lleno, y casi revienta cuando se apartó para estrechar la mano de George.
—George. Es bueno tener a uno de mis pilotos del que mi esposa no puede dejar de hablar—dijo mi padre, mirándome.
George se rió entre dientes, dándole a mi papá un firme apretón de manos.
—También es un placer estar aquí con su hija.
—Pasen adentro—nos dijo, apartándose de la entrada para dejarnos entrar. —Ve a darle a Susie esa crema por la que ha estado preguntando—Asintió con la cabeza en dirección a la cocina y yo lo miré con los ojos entrecerrados.
Era su manera de quitarme de en medio para poder tener una conversación con George pero, sin embargo, lo dejé pasar.
Le di a George una última mirada y me envió una sonrisa tranquilizadora.
Llevando las compras, pasé a benedict de camino a la cocina. Me echó un vistazo, se encogió de hombros y se alejó de mí. Resoplé, levantando las bolsas a una posición más cómoda.
—Gracias por la ayuda, idiota—susurré la última parte en voz baja.
—De nada, idiota—replicó con indiferencia, pero fue más fuerte que yo.
Unos pasos se oyeron en el corredor, Susie junto a Jack en brazos.
—¡benedict!—Regaño Susie.
—Mamá—jadeó benedict, con los ojos muy abiertos cuando sus pasos se detuvieron. —¡Ella empezó!
—No me importa quién empezó qué. Ayuda a tu hermana.
—Ya escuchaste benedict me tienes que ayudar. — le saque mi lengua.
Después de eso subí hasta mi habitación para darme una ducha antes de la cena.
El clima afuera había cambiado drásticamente. De soleado y cálido, a lluvioso y nublado. Las gotas de lluvia chocaron contra la ventana sobre mi cama y se formó condensación en el vidrio. Mi habitación siempre había sido la parte más fría de la casa, pero los días fríos eran raros y los calurosos una constante.
Fue un cambio agradable, a pesar de que esperaba darme un chapuzón en la piscina más tarde. Ajusté la temperatura de la ducha y mientras esperaba que el agua se calentara, dejé caer mi vestido al suelo.
•
Nos sentamos a la mesa de la cena, un festín frente a nosotros. Susie hizo todo lo posible con las comidas. Había de todo, desde pasta con camarones hasta pollo con mantequilla. Se veía delicioso, y olía bien también.
Nuestra primera comida como familia en mucho tiempo, y tenía un hombre a mi lado que parecía tan emocionado como yo. Todavía estaba lloviendo afuera, y parecía estar volviéndose más pesado por segundos. Un relámpago iluminó la habitación por una fracción de segundo e hice una mueca.
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-𝐓𝐄𝐍𝐓𝐀𝐍𝐃𝐎𝐌𝐄
Romance𝐓𝐞𝐧𝐭𝐚𝐧𝐝𝐨𝐦𝐞| ❝ella no está hablando pero su mirada está seduciéndome ❞