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Tomé aire agotada sintiendo mis piernas débiles y dormidas, me limpié el sudor en cuanto nos detuvimos. Miré a mi alrededor con mi respiración irregular, suspiré mirando hacia atrás con desconfianza.

-¿A dónde vamos? - pregunté alto y claro buscando la mirada del chico, se dio vuelta solo para mirarme, estaba igual de agotado que yo, se arqueó para tomar aire para después limpiarse la frente húmeda.

-No lo sé, ¿A dónde quieres ir tú? - me preguntó después de carraspear, apreté mis labios sin saber muy bien que decir, no había plan alguno, y aun no me podía creer que lo había dejado allí, que habíamos terminado por fin.

-No tengo idea. - solté por fin echándome el cabello para atrás sin tener idea de nada. - Yo...no tengo nada conmigo, y dudo mucho que pueda volver al departamento por mis cosas en este momento. - dije mirándole, asintió dándome la razón.

-Entiendo. - murmuró. - Mis amigos siguen en la fiesta. - avisó sacando su móvil, y marcó el número de alguien, colgó pronto después de avisarle a la otra línea que no se preocupan por él, que había decidido irse. - Ya sé a dónde podemos ir. - sonrió.

...

Apenas entramos al lugar pude ver como lo reconocía la chica con curiosidad, se mantuvo detrás mío como su fuese una niña pequeña perdida, busque con mi mirada a quien estaba de turno, estaba contando el dinero, me acerqué con aire despreocupado hacia el moreno intentando llamar su atención, lo logré cuando me apoye en la encimera.

-Hey, Yoongi. - me saludó con una sonrisa leve mientras fruncía el ceño contando lo que había vendido, miró detrás de mí, a Aisha. - ¿Qué te trae por aquí? - preguntó algo curioso mirándome de reojo mientras anotaba algo. Resople.

-Ah, he dejado unas llaves de repuesto aquí de mi apartamento, he venido por ellas. - avisé apretando los labios, asintió sin más haciendo una seña invitándome a que las buscara. Mire detrás de mí, Aisha me observaba en silencio. - Pide un café o algo, hace frío. - hice un gesto con la mano restando importancia, poco después le escuché pedirle un café a NamJoon. Me adentré a la barra con confianza y empecé a palpar con mi mano en busca de las llaves en una estantería, las encontré así que a paso rápido me senté frente a la chica que esperaba su café en pleno silencio. No hablaba mucho y era un tanto lenta, como yo, pero sus ojos, esos ojos oscuros y grandes hablaban mucho de ella como por ejemplo que en ese momento no podía pensar en nada más que el futuro y lo que se avecinaba.

No hable en todo el rato, y ella tampoco, solo agradeció cuando NamJoon trajo el café y un panecillo por cortesía, suspiré mientras la veía comer, no levantó la mirada y parecía muy concentrada en el café mientras jugueteaba con sus manos y el vaso.

-Tu mirada me incomoda. - dijo alto y claro, abrí mis ojos al ver que su mirada se topaba con la mía. - Parece que me estás juzgando en tu mente y eso no me gusta. - complementó parpadeando lentamente, relamí mis labios algo sorprendido de sus palabras, no me esperaba que hubiese hablado solo para decirme aquello.

-No te juzgo. - solté en un suspiro, me crucé de brazos acomodándome en las sillas, que por cierto si ahora lo pensaba llevaba tiempo trabajando en este lugar y nunca me había tomado el tiempo de sentarme donde lo hacían los clientes, era cómodo. - Apúrate. - pedí en un susurro haciendo un gesto con la mano.

-¿A dónde vamos? - preguntó algo extrañada, dio un trago al café típico que le dabas cuando te lo habías terminado. Se limpió los labios con una servilleta y luego la hizo bola dejándola sobre la mesa.

-A mi casa por ahora, tu decides si vienes conmigo o no. - le dije colocándome de pie para empezar a irme. Espere unos segundos, atento a su decisión, resopló y se colocó junto a mi metiendo sus manos en sus vaqueros, seguía con frío.

Coffee and soju~ Min YoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora