Con una sonrisa leve devolví el dinero inclinándome un poco y susurrando un "Tengan un buen día". Suspiré limpiando la mesa con cierta pereza, mierda, necesitaba una taza de café de una puta vez, me devolví a la barra rezando porque no llegasen clientes mientras comía algo, mis tripas rugían terriblemente.
Pude comer libremente un emparedado y una taza cargada de cafeína, me sentí por fin satisfecho, me gustaba el turno nocturno durante estas épocas, en realidad no venia mucha gente mas que universitarios cercanos en épocas de parciales que buscaban algo con que mantenerse despiertos, que bueno que ya había dejado la universidad, pensé. Además, la cafetería era algo solitaria en ese barrio, incluso podría ser peligroso, uno que otro día se escuchaban los gritos de algún ladronzuelo.
Empecé a hurgar mi teléfono intentando no aburrirme, miré algunas mierdas sin sentido que me importaban poco de gente famosa pero el ruido de la puerta abriéndose me hizo levantar la mirada, ni siquiera me había dado cuenta que afuera llovía sino hasta que vi como la persona que acababa de entrar se sacudía la ropa intentando secarse un poco, miró con cierta desconfianza el lugar hasta que se topo con mi mirada curiosa, parpadeó lentamente casi de forma perezosa, y entonces se sentó en una de las mesas traseras en pleno silencio.
La chica no parecía universitaria, no traía libros ni alguna mochila encima, simplemente una chaqueta demasiado grande para ella tenía el cabello azabache y empapadisimo al punto de escurrir. Arrugando la nariz tomé un esfero y un trozo de papel, ya que a esas horas solía olvidar los pedidos, ya le había pasado mas de una vez.
Se acercó a su mesa con pasos suaves y sutileza, carraspeó un tanto incomodo por el silencio de la muchacha, de su parte la veía algo perdida y no fue hasta que la observó fijamente que tenia una cortada en el labio inferior y el maquillaje corrido por algunas manchas negras seguramente de esas mierdas que se echaban en las pestañas.
- ¿Qué desea pedir? - preguntó casual como siempre, la chica arrugó la nariz algo pensativa, se aclaró la garganta con rapidez y frotó sus manos entre sí tal vez en busca de calor, si, hacia demasiado frio, su nariz estaba roja al igual que sus mejillas. - Señorita. - volvió a decir el mesero insistiendo.
- Lo lamento, eh, quiero un café cargado, por favor. – pidió subiendo la mirada hasta el rostro del mesero manteniendo el contacto visual por unos segundos, volvió a mirar hacia la mesa algo incomoda, ¿Acaso estaba mirándole extraño? ¿Me tenia miedo?, mmh, que chica más extraña.
- Vale, traigo enseguida el café. - apreté los labios inclinándome levemente, le di la espalda y sin pensarlo mucho, hice que la maquina prepara el café rápidamente, mientras me apoyé contra la barra de brazos cruzados mirando sutilmente a la chica.
Está temblaba de frio, se limpiaba la nariz con la manga de la chaqueta, había pillado un resfriado de seguro, bueno, que pena por ella. A Yoongi le gustaba hacer eso, leer a los clientes, imaginarse como son sus vidas, es curioso, ella lo era, tal vez demasiado para su gusto. La azabache mordisqueaba sus labios algo ansiosa, pero se topó con su mirada cuando el sonido de la maquinita sonó dando la noticia de que el café estaba listo.
Lo tomó colocándolo en una bandeja con unas bolsitas de azúcar, y casi inconscientemente y algo dudoso tomó un par de pañuelos para el resfriado de la chica, se acercó con cuidado de no tumbar el vasito de cafeína.
- Aquí esta. - dejé el café y las bolsitas de azúcar sobre la mesa. - He notado que has pillado un resfriado, toma. - le dejé los pañuelos allí intentando no verme como un puto raro, la muchacha apretó los labios y esbozó una sonrisa, demasiado falsa a la vez que dolorosa a mi parecer.
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Coffee and soju~ Min Yoongi
Fanfic¿Café o Soju? Escogeré lo más amargo porque de eso se trata, ¿Qué mas da?.