Bienvenida a Quindecim ❀ Death Parade [EDITANDO]

Capitulo 7

Sinceramente no se cuantos días han transcurrido desde mi llegada. Solo se que el tiempo avanza con suma lentitud... o al menos solo cuando estoy con Decim. Desde el día en el que hablé con Nona he sido distante con Decim. Muchos me dirían: "¿por qué?". Pues lo hago solo para no ocasionarle problemas. Es difícil saber si en verdad la noche y el día existen en este lugar. Simplemente duermo cuando mi cuerpo me lo pide. Estar aquí es como si el tiempo se detuviera en medio de la oscuridad que no representa ni la noche ni el día... solo es oscuridad.
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Me encontraba en mi habitación sobre la cama escuchando la melodía de la linda caja musical que me encontré junto a la lampara.

~escuchar multimedia~

Cuando la melodía llego a su fin escuché el sonido de un completo desastre fuera de mi habitacion. Cuando salí pude ver a Ginti, quien tenia en sus brazos la marioneta que decim tanto apreciaba. Ambos se miraban como si quisiesen matarse uno al otro, y eso me sorprendía viniendo de Decim.

— ¡¿Por qué conservas el cuerpo sin alma de aquella humana?! —Le gritó Ginti—

— ¡Devuélvemela en este instante, Ginti! -exclamó Decim con enfado—

Me acerqué lo suficiente para llamar su atención. Cuando Ginti me vio dejó a la marioneta en el suelo para tomarme a mi en sus brazos.

— ¿Entonces prefieres a esa cosa que a Mizuki?

Decim quedó totalmente serio. Lo único que hizo fue tomar a la marioneta y colocarla en su respectivo sitio mientras que acomodaba su cabello. Era increíble, simplemente no podía creer lo que mis ojos habían presenciado. Estaba claro que Decim prefería a Chiyuki que a mí. Me solté del agarre de Ginti y comencé a llorar.

— ¿ASI QUE LA PREFIERES A ELLA?, ¡¿YO NO TE IMPORTO?! —Grité—

— Nunca dije eso...

— ¿¿QUÉ DEBO HACER PARA LLAMAR TU ATENCION?? —Le interrumpí—

Ambos se quedaron en shock por mis palabras. Lo único que les di a entender fue que estaba interesada en Decim, posiblemente sepan mis sentimientos ahora. Salí corriendo al baño y me encerré. Estaba avergonzada de mí misma, no podía sentirme peor. Tomé unas tijeras del cajón y las admiré durante unos minutos. Sabia que era lo que debía hacer ahora.