Reunión

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-¿Hmm? -exclamé y giré mi mirada una vez más, conocía la voz, y entonces la vi, no nos veíamos desde hace cuánto... cinco... no, ¿seis meses? No estaba seguro, para empezar, ¿qué día era hoy? Lo último que recordaba era nuestro intento fallido de escapar de Fuyuki, la cueva, y la bestia honkai que casi me mata, también recordaba a Tachie vistiendo ese extraño atuendo... ... ¿¡Tachie!? Giré rápidamente y, afortunadamente, pude ver a mi compañera descansando en una cama a unos pocos metros de la mía.

-¿¡Hey!? ¿¡Te encuentras bien!? -volvió a preguntar ella; pero mi cabeza estaba ocupada en analizar todo lo que nos había ocurrido. ¿Qué ocurrió con el Honkai, con Tachie, qué demonios hizo la espada, donde estábamos ahora, por qué ella estaba aquí? Y así las preguntas comenzaron a inundar mi cabeza, al mismo tiempo que buscaba encontrar respuestas-. ¡Oye! ¿¡Me estás escuchando!?-Continué analizando la información que tenía, al mismo tiempo que intentaba no pensar en esos extraños sueños. Sin embargo, mis pensamientos fueron interrumpidos cuando sus manos agarraron fuertemente mis mejillas, las cuales, luego me obligaron a girar mi mirada hacia ella-. ¿Estás bien?

Evité sonreír, y algo más, era extraño tenerla tan cerca y con una expresión tan seria en su rostro, luego, me dirigí hacia ella-. Kiana, ¿estamos muertos?

Esto hizo que mi amiga reaccionase mostrándose un poco sorprendida y que, a la vez, me soltase-. ¿Q-qué?

-Comprendo, si estás tú aquí, eso significa que al final la bestia honkai terminó asesinándome... -luego suspiré-, en ese caso, me acostaré y dormiré un rato más... -Dicho y hecho, me acosté una vez más y cerré mis ojos, al mismo tiempo que juntaba todas mis fuerzas para no reír.

...

Qué raro, habían pasado ya varios instantes, y Kiana no me había zarandeado enojada, era realmente muy...

-¿¡Huck!? ¿¡H-Hey, qué demonios estás haciendo!!!? -Súbitamente, sentí el agua fría golpear mi rostro, empapando mi ropa, así que me levanté rápidamente para verla sujetar un florero, el cual tenía algunas flores, hacia mi dirección, era obvio de donde había sacado el agua. Mi expresión se agrió visiblemente-. ¿Era realmente necesario? -pregunté mientras arrojaba la cobija húmeda al suelo.

-Estaba preocupada, ¿o acaso no te has dado cuenta? -Alcé mi vista para contestar, y pude ver el ceño fruncido en su rostro, verla con una seriedad que rozaba la pesadez era tan extraño como ver su rostro con una verdadera expresión de enojo. Es decir, no es que ella no pudiese ser seria, o mostrarse enojada, era solo que, incluso su versión más seria o enojada, no era tan seria o enojada como la actual-. Cuando escuché que en Fuyuki había ocurrido una explosión de energía honkai al igual que pasó en Nagazora, lo primero que pensé fue en la posibilidad de que te hubieses convertido en un zombi...

Esto llamó mi atención-. ¿Hubo una explosión de energía honkai en Nagazora? ¿¡Te encuentras bien!? -pregunté completamente despierto y obviamente preocupado.

Ella esbozó una sonrisa con un poco de ironía-. Sí, afortunadamente. Aunque, al igual que tú, también terminé inconsciente luego de que casi me asesinase una bestia honkai, y eso, junto con que, casualmente, hubo una explosión repentina de energía honkai en la ciudad, me ha hecho preguntarme si me estás pegando tu mala suerte.

Alcé una ceja repentinamente, ese, "casualmente", fue dicho muy por lo bajo, por otro lado, su última frase hizo que rodase mis ojos, y luego sonreí con ironía-. Pues discúlpeme, Princesa.

-Perdonado por ahora -respondió ella con una ligera sonrisa, era realmente extraño, Kiana podía comportarse como una señorita de alta sociedad y, de un momento a otro, cambiar para comportarse como una chica más... bueno, no de tan alta sociedad. Le atribuía esto a la crianza de Siegfried-san y de Cecilia-san, donde la segunda era una dama de la alta sociedad, y el primero, si bien pertenecía a una gran familia distinguida del mismo nivel, la familia a la cual la mía servía desde hace poco más de 500 años, era... bueno, era Siegfried-san, la última vez que le vi enseñarle algo a Kiana, había dicho que le estaba enseñando a patearle el culo a los idiotas que intentasen conquistarla... y... me miraba a mí mientras lo decía...

Fate ImpactDonde viven las historias. Descúbrelo ahora