XI

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XI — VIOLET PARMA

— TODAVÍA NO LO TERMINABA DE ASIMILAR, no entendía porque ni cómo, si durante todo ese periodo de tiempo que no estuvieron juntos se mandaron cartas y hasta incluso dos veces se vieron a las afueras de King's Landing sin que nadie los viera, ¿cómo...

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— TODAVÍA NO LO TERMINABA DE ASIMILAR, no entendía porque ni cómo, si durante todo ese periodo de tiempo que no estuvieron juntos se mandaron cartas y hasta incluso dos veces se vieron a las afueras de King's Landing sin que nadie los viera, ¿cómo es que había ocurrido eso si tanto la amaba?

Él había estado entrenando cuando recibió un mensaje que decía que su presencia era solicitada en la sala del trono. Reconoció la letra al instante y sonrío enamorado.

—Seguiremos más tarde, Ser Criston, tengo cosas más importantes que atender —Dijo mientras se quitaba su armadura.

—¿Su prometida lo demanda o se irá a leer? —Preguntó con un poco de burla.

—Mi prometida lo demanda —Aclaró sonriendo.

Sin más, empezó a caminar con destino a la sala del trono. No había visto a Visenya desde muy temprano que salió por la mañana y dejó la nota en la cocina para que las sirvientas se encargarán de su petición.
Al llegar a la sala del trono, abrió las puertas y se encontró a su mujer sentada en el Trono de Hierro, ambas manos apoyados en el trono y piernas cruzadas, su vestido rojo con leve escote en los pechos le dejaba mucho a la imaginación, su rostro serio y demandante. Lucía como toda una Reina.

—Mi Reina —Dijo haciendo una reverencia, empezando a acercarse.

—No te atrevas a acercarte, Aemond —Dijo fría.

—Pero ¿por qué estás así? —Preguntó confundido.

La peliblanca bufó reprimiendo cada segundo ese dolor en el pecho que la estaba matando lentamente.

—Así que ahora no lo sabes.

—No se de que hablas, amor mío.

—No me llames así, imbécil —Murmuró con dolor en su voz.

—Mi dragona, ¿que ha pasado? —Preguntó preocupado acercándose un poco más.

—¿Qué que ha pasado? —Preguntó irónica. —pasa que Aegon ya me lo dijo que todo, Aemond, me dijo que hace años en te llevo a la Calle de la Seda y te revolcaste con una maldita puta, pasa que te la trajiste al castillo, ¡mi castillo! para que trabajará aquí y poder follartela cada vez que quisieras y cuándo quisieras, ¡pasa que me mentiste y me traicionaste! —Gritó como una histérica, pero sobre todo dolida.

—Visenya, eso no es verdad.

—¿Entonces Aegon está mintiendo? —Dijo empezando a derramar lagrimas saladas con una expresión neutral.

Aemond se quedo en silencio unos segundos —No está mintiendo del todo.

Aún más dolida, bufó irónica —Eres increíble.

—Amor mío, no todo eso es verdad.

—¿Entonces por qué mierda esta mañana la puta de Alys Rivers fue a llevarme el desayuno que supuestamente mandaste para mi? ¿O era para ella y lo mandaste a esa hora porque nunca estoy dormida a esa hora para poder follartela a mis espaldas? —Preguntó alzando la voz parándose del trono.

𝗧𝗔𝗥𝗚𝗔𝗥𝗬𝗘𝗡 - Aemond Targaryen.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora