Capítulo 9

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Donghae se vistió y bajó las escaleras, Hyukjae lo seguía. Temía el enfrentamiento que estaba seguro que tendría lugar entre su amante y Yunho. Lo que más le preocupaba era el fiero instinto de protección que pasaba por él ante la mera idea de que alguien perjudicara a Hyukjae. Si Yunho o cualquier otro trataba de usar la fuerza para hacer hablar al halcón, Donghae no podía garantizar que no atacase con el fin de protegerlo.

Justo cuando estaban en los últimos escalones, Donghae se vio obligado a volverse para mirar al halcón por última vez. —Va a estar bien. —Sin embargo, no sabía cuánta verdad había en la declaración que sostenía. Yunho estaba tan desesperado por encontrar a los cambiaformas perdidos, que no permitiría que nada se interpusiera en su camino. En particular alguien que, según su propia admisión, había sido un aliado de los Cuervos.

—Claro que lo estará —coincidió Hyukjae, aunque las mismas dudas se mostraban en sus tensas facciones, demostrando que tampoco lo creía.

—Ya era hora —exclamó Amber cuando salió de la cocina—. Yunho actúa como si estuviera listo para comerse a los gatitos, es tan loco. ¿Por qué diablos le has hecho esperar tanto tiempo?

Donghae bajó la cabeza para ocultar el rubor que llegaba a sus mejillas, pero como siempre, su hermana era demasiado astuta.

Su boca se abrió en estado de shock por un segundo, antes de que ella se recuperara. —Bueno, espero que el sexo valiera la pena.

—Lo hizo —respondió Hyukjae.

Donghae sintió aún más calor llegando a su cara. Maldita sea, primero en la oficina de Rat y ahora aquí. No se había sonrojado desde que estaba en la escuela secundaria y se enamoró locamente de su profesor de matemáticas.

—¿Ese es Donghae? —La voz de Yunho llegó desde la cocina.

Donghae se estremeció al oír el tono afilado de su hermano.

—Sí, y tiene al pajarito con él —dijo Amber, que le dio una sonrisa maliciosa a Hyukjae.

—Ya era hora, maldita sea. Que vengan aquí.

Donghae casi abrió la boca para decirle a Yunho que lo oía perfectamente bien, que la orden debería dirigirse directamente a él. Entonces decidió que era mejor no forzar a su Alfa más lejos y fue en silencio hasta la cocina.

Vaciló, un poco sorprendido al ver a Yunho cocinando. Donghae frunció el ceño y se preguntó qué estaba pasando. En toda su vida, podría contar con los dedos de las manos las veces que su hermano había preparado la comida. No es que Yunho fuera un mal cocinero, ni nada. Solo que nunca tenía tiempo para algo tan trivial.

Donghae se ubicó al otro lado del mostrador y esperó a que Yunho comenzara a tirar toda la mierda hacia fuera.

Su hermano estaba concentrado en su cocina. Miró hacia arriba lo suficiente como para señalar a un montón de verduras. —Corta esos para la ensalada, ¿sí?

Donghae asintió, más sospechoso que nunca. Él podría haber manejado la ira. Tal vez incluso la hirviente decepción. Esta indiferencia fue lo que envío su mente en picado.

—Tan pronto como Hyukjae prometa no utilizar el cuchillo para cortar la lengua de Amber, puede ayudarte. — Yunho levantó una cuchara, probando su preparación.

Donghae inhaló profundamente y se dio cuenta de que eran espaguetis. No cualquier tipo de espaguetis, sino la receta que su madre solía hacer. Un bulto se formó en su garganta por los olores familiares de la albahaca, los tomates y el orégano, que le trajo recuerdos de un tiempo mejor. —¿Por qué estás cocinando? —Donghae deslizó un cuchillo a Hyukjae, y luego cogió un pepino y comenzó a cortarlo.

Serie de los CP 02 - Una Navidad SalvajeWhere stories live. Discover now