Capítulo 11

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Todavía estaba oscuro afuera cuando Hyukjae se despertó con la sensación maravillosa de Donghae extendido a lo largo de su parte superior. El felino fue besando lentamente un camino por el pecho de Hyukjae, su lengua dejando un sendero de fuego aterciopelado. Manteniendo los ojos cerrados, dejó escapar un gemido feliz cuando Donghae le lamió y mordisqueó los pezones antes de pasar más abajo, girando la lengua en torno a su ombligo. —No puedo creer que estés listo para otra ronda —rió cuando se agachó para pasar los dedos por el suave cabello del jaguar.

—Creo que siempre voy a estar caliente cuando esté cerca de ti. —Donghae le dio a la cadera de Hyukjae un mordisco amoroso no muy suave, lo que lo sacudió de placer.

—¿No estás cansado? Nos quedamos levantados la mayor parte de la maldita noche jodiendo. —Hyukjae rotó sus caderas hacia arriba, moliendo su erección que rezumaba pre semen contra el hombre.

—Lo sé, yo todavía estoy dolorido en sitios muy agradables. —Donghae alzó la vista batiendo sus pestañas.

El movimiento fue tan erótico, que la polla de Hyukjae se sacudió.

Donghae bajó aún más hasta que sus labios planearon sobre la necesitada polla de Hyukjae.

—Me gusta tu polla. Es hermosa —cantó el felino antes de lanzar su lengua y girarla sobre la punta.

Hyukjae silbó de placer metiendo sus manos más profundamente en el cabello de Donghae, apretándolo con sus puños. Tenía que ser doloroso, pero el hombre no se quejaba, todo lo contrario, Hyukjae se sintió más excitado. — Chúpame duro, ahora —le ordenó, empujando la cabeza de Donghae hacia abajo.

No había duda de la breve sonrisa triunfal en los labios juguetones de Donghae antes de que envolvieran la polla de Hyukjae, quien dejó escapar un grito áspero de placer cuando el hombre casi se lo tragó.

—Mierda, tu boca es muy dulce. Nadie chupa una polla como tú. —Empujó sus caderas, enterrándose a sí mismo más profundamente en la garganta de Donghae—. ¿Te gusta hacer eso? ¿Verdad? —jadeó Hyukjae—. Casi tanto como te gusta mi polla en tu culo.

Donghae dejó escapar un gemido y apenas asintió con la cabeza con impaciencia, al mismo tiempo, jalaba y aspiraba.

Sus dientes rasparon contra la polla, por lo que Hyukjae casi se corrió demasiado pronto. Como si lo hubiera sentido, Donghae aflojó. Hyukjae dejó escapar un suspiro de alivio, hasta que sintió la lengua tibia del hombre lamiendo su agujero. —Tú sigue así y vas a conseguir más de lo que esperas —dijo dándole otro tirón al cabello del hombre.

—Te encanta cuando te llevo a la orilla. Admítelo. — Donghae lo miró fijamente, sus ojos brillaban con deseo.

Bajando la cabeza, continuó lamiendo el culo de Hyukjae. De vez en cuando subía su boca y lamía su pesado saco. —Basta —gruñó Hyukjae, el toque caliente de la lengua de Donghae finalmente lo condujo hasta el borde—. Toma mi polla en tu boca de nuevo y asegúrate de dejarla suave y resbaladiza, porque no voy a perder tiempo en lubricarte.

Donghae se movió rápidamente para obedecer, sus labios carnosos se envolvieron alrededor de la erección palpitante de Hyukjae, que permitió que el hombre trabajara por unos momentos en dejar su eje húmedo, antes de que le diera un tirón de pelo nuevamente. Donghae lo miró, su rostro afilado con una pasión casi salvaje.

—Por favor —rogó el felino cuando se inclinó para agarrar con su puño su propia polla.

Hyukjae sonrió para sus adentros. Cómo le gustaba que el hombre normalmente engreído, se volviera loco de lujuria quedando reducido a la mendicidad. Aún mejor, él sabía que a Donghae le encantaba ceder el control a otra persona por una vez. —Ahora me puedes montar —aceptó Hyukjae.

Serie de los CP 02 - Una Navidad SalvajeWhere stories live. Discover now