Capítulo 26

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¡Muchísimas gracias por todo el apoyo que le dan a mis historias!


Itachi observaba a Naruto caminar de un lado a otro.

El ambiente era pesado y el que el Uzumaki esté hirviendo de coraje no ayudaba en lo más mínimo.

Hacía menos de una hora que había finalizado el juicio contra Fugaku saliendo a su favor. Todo bajo la mayor discreción posible.
Todo había sido demasiado estresante y atemorizante. 

Habían presentado la denuncia como lo había sugerido Kakashi, mostrando las pruebas de los golpes que había dejado el Uchiha en el cuerpo de su hijo, a través de imágenes fotográficas.

Lo habían detenido por un corto periodo de tiempo permitiéndole volver a su hogar y no moverse de allí hasta que se presentara la primera audiencia.

Itachi pudo experimentar la tristeza y la traición, ambas provocadas por su madre cuando había declarado que su padre jamás cometió aquel crimen y aseguró que nunca lo haría. Supo mantenerse estable cuando el abogado que representaba al menor, había asegurado que ella se encontraba en el lugar pidiéndole que se detuviera.

Las pruebas fotográficas, las había tenido que tomar Neji. Naruto temblaba de rabia e impotencia al ver el cuerpo amoratado en su mayor parte, de su novio.
El Uzumaki lo había abrazado disculpándose una y otra vez por no haberlo protegido, por no haber estado para él, pero ¿Quién diría que su padre lo lastimaría de tal manera solo por estar con personas que no pertenecen a su clase social? ¿Qué tanto odio podía mostrar Fugaku ante aquellos habitantes?

Un escalofrío recorrió por completo el cuerpo del azabache cuando cruzó mirada con su padre, quien venía acompañado de su esposa. Daba gracias a dios que el juez no lo había obligado a permanecer con ellos teniendo en cuenta que el Uchiha ya contaba con su mayoría de edad, aún así, el temor a que Fugaku pudiera llegar hasta él, permanecía. Sin embargo, su primo lo había tranquilizado diciéndole que tenía a la persona perfecta con la cual podían vivir los dos, porque si, Obito no volvería a esa maldita casa ni aunque esté muriendo y esa fuera su única salvación.

—¡Papá! —Itachi giró la cabeza al oír a su familiar.

Un hombre alto, vestido con un traje elegante color negro y con el cabello largo más allá de su cintura, subía las escaleras de entrada al tribunal.

Naruto lo miró por un momento. No dudaba de que aquel masculino sea el padre de su nuevo amigo, pero su seriedad definitivamente, no combinaba con Obito. Podría jurar que había sido la madre del Uchiha quien mantenía ese carácter amable y sonriente que el primo de su novio conservaba.

Sin embargo, al llegar a ellos, pudo percibir una pequeña sonrisa que asomaba por los labios de aquel sujeto cuando su hijo lo envolvió en un efusivo abrazo.

—Creí que vendrías mañana.—Comentó el joven de cabello corto.

—Decidí adelantar el viaje —El Uzumaki no se iba a mostrar atemorizado, pero admitía internamente que esa voz grave lo hizo temblar, solo un poco. Se acercó al azabache menor y lo abrazó con cuidado, teniendo conocimiento de su estado— Itachi, pequeño mío, lamento no haber podido venir antes.

El Uchiha sonrió con cariño, rodeando la cintura del mayor con fuerza al sentirse protegido por tenerlo allí.

No solo Naruto observaba la escena, Shikamaru, Kiba, Choji, Pain y Nagato, quienes habían acompañado a su pequeño amigo, los miraban entre enternecidos por parte de Itachi y algo nerviosos al tener a ese hombre frente a ellos.

No sabían quien era, más que haber conocido recientemente que era el padre de Obito, sin embargo, teniendo en cuenta su ropa, su porte y sabiendo que su hijo había sido quien les había comentado una vez que era primo de Itachi por parte de Fugaku, temían bastante que fuese igual a su hermano, porque no había que ser un genio para saber que él era quien pertenecía a la familia Uchiha. Cosa de genes.

Mr. Delincuente (NaruIta-NarutoxItachi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora