Capítulo 7: "Recuerdos"

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Sumergidos en sus pensamientos se recuesta en la cama, pasa su antebrazo izquierdo reposando sobre su frente mirando al techo, cerrando los ojos y creando una secuencias de imágenes sobre el pasado, recuerda lo que pasó en aquellos días cuando Clara su esposa estaba embarazada.

<<Inicio del recuerdo>>

Ya han pasado siete meses desde que inició el embarazo de Clara.

Jhons sentado en su mesa bebía un café, haciendo unos cálculos matemáticos, no se da cuenta de la llegada de su esposa a su habitación. Ella lo sorprende tocándolo del hombro derecho y él voltea bruscamente hasta que la ve.

— Oye querido ya es muy tarde, sabes que mañana tenemos que ir a comprar la ropa del bebé—   advierte.

—Si linda por supuesto pero...    ya voy a terminar pronto, descuida, dentro de 10 minutos— revisa su reloj de muñeca—termino de corregir esta operación— contesta cansado.

—Ok querido— asiente—te espero en la cama.

Sin darse cuenta, esos 10 minutos se convirtieron en horas, al final se terminó recostando en su escritorio hasta el día siguiente y por supuesto Clara se queda dormida a la hora en que lo andaba esperando.

Siente un brusco movimiento en sus hombros y era Clara molesta por no haberle hecho caso, termina de restregarse los ojos y la ve frunciendo el ceño -—Otra vez te quedaste dormido, ¡Hasta cuando me vas hacer esto!, ya termina de levantarte y date un baño para irnos— regaña muy enfadada.

Adormilado, balbucea dirigiéndose al baño. Terminándose de duchar se viste para salir a comprar, sin embargo sus ojos se mantienen algo rojo del cansancio. —yo no quiero que manejes si aún sigues dormido, ve y llama a un taxi— ordena Clara alterada. Malhumorado por el sueño contesta—¡Cálmate Clara!, ya estoy despierto y soy capaz de manejar, además podemos ir más tarde ¡¿Por qué quieres ir tan temprano?!

— Sabes muy bien que en esas tiendas más tarde se llenan y no podremos ver con detalle lo que queremos comprar.

 —Ahs...  Mujeres—  refunfuñe su esposo

Los dos se dirigen al auto sin decir ni una sola palabra, Clara rompe el silencio diciendo —a veces pienso que encuentras tu trabajo más importante que yo—, Jhons molesto se muerde los labios, solo la ve sin responder tratando de ignorar su comentario. Comienza a acelerar tocando la calle y dirigiéndose al centro comercial.

Llegando al lugar, buscan en donde estacionarse y entran al gran local, Clara se distrae viendo las tiendas de ropa femenina y Jhons solo continua caminando e ignora todo a su alrededor, solo deseaba volver a dormir. Ella lo agarra de la mano y lo jala a una tienda de zapatos, observando en la vitrina cada detalle de las sandalias que les gusta y que color se le ve mejor, Jhons la interrumpe—sabes que vinimos a comprar la ropa al bebé, ¿verdad?— Clara suspira —si tienes razón, bueno subamos— ordena.

Caminando a la tienda, Clara le comenta —sabes que tú también tienes que comprarte algo de ropa, siempre usas las misma camisa al igual que tú pantalón, ya es hora de que comiences a variar— Jhons disgustado, ruge —¡Querida!, me gusta mi camisa y mi pantalón y no veo necesario comprar más, además, vinimos fue por el bebé y no por nosotros. 

—Menos mal que nuestra bebé va ser una niña y no un varón ya que te apuesto que sería igual de amargado como tú ¡Juum!— ataca Clara levantando el mentón . Jhons entra a la tienda ignorando el último comentario de ella.

Una vez adentro, Clara revisa cada camisa, short, suéter y zapatos de bebé, pasa casi una hora en eso, pareciera que les gustara hacerlo, ademas se queda conversando con otra mujer que andaba en lo mismo. Sin embargo, Jhons se sienta en un sillón publico y se recuesta un rato, su corto sueño es interrumpido por una llamada, se levanta y contesta, pasa un rato y  continua hablando por el celular. Clara termina de llevar las cosas al cajero, comienza a llamarle a gritos, él los ignora dándole la espalda, molesta por aquel gesto y al mismo tiempo avergonzada ya que la chica de la caja la mira impaciente al igual que las otras personas detrás, haciendo una larga cola. No obtuvo mas opción que sacar su tarjeta de crédito personal, nerviosa de que alcance al monto, en la cual si logró llegar al precio estimado por fracciones de céntimos, suspira de alivio y le entregan su factura.

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