Capítulo 13: "El encuentro"

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En un país, al norte de sur américa tocando las costas del mar caribe, vive un joven  moreno por el sol, pescador de la zona y su nombre es Marcos. No hace mucho se graduó de bachiller, aunque era inteligente y no muy problemático no le gustaba estudiar, es por eso que andaba retrasado. Le encanta estar siempre en la playa, nadar y pescar era su pasión, para él formaba parte de su vida estar junto al mar, sin embargo sus padres lo animan a estudiar una carrera para que consiga un buen trabajo en la ciudad y pueda vivir mejor cuando tenga una familia, ya que la situación económica de su país parece estar empeorando pero no le interesaba. Prefiere quedarse donde está y vivir para siempre haciendo lo que le gusta — Ellos no me comprenden— piensa. Siempre lo acompaña su fiel amigo "Manchas" es un perro mestizo y peludo con una mancha en su ojo izquierdo, los dos viven sus aventuras.

Un día de verano, los padres de Marcos querían ir a la ciudad a visitar un familiar enfermo ya que no tenía quien lo cuidara y ellos con amabilidad se ofrecieron, sería por unos cuantos días hasta que mejore esa persona, eso significa que  quedará solo con su perro. Para Marcos no era raro que sus padres se ausentaran ya que ellos siempre trabajaban en el pueblo, sin embargo había tiempo en la noche para conversar. 

Por fin se fueron dejándolo solo con su perro, en la zona donde vive no hay mucha gente en la calle, siempre pasan unas cuantas motos y carros, algunos niños jugando pelota y otros nadando en la playa, << viejitos >> jugando dominó con sus amigos en el patio de sus casas y los típicos << borrachitos >> barbudos estilo náufragos de las costas. Aunque todo pareciera tranquilo durante el día, en las noches era algo peligroso, a veces aparecen unos que otros delincuentes, robándose algunas motos y otros fumando drogas, uno nunca se escapa de esa clase de personas.

Marcos camina cerca de la costa con su perro a la puesta del sol y se encuentra con su amiga Tina, su vecina; una chica linda, tostada por el sol de la costa, no muy alta, de pelo largo y liso color oscuro, ojos café claro. Ella siempre se alegra cuando lo ve, desde pequeño se conocen y crecieron juntos, los dos comienza a hablar y a caminar hasta que pisan la arena y se dirigen a la orilla, se sientan tocando sus dedos en la espumosa agua y Marco le cuenta los planes que tienen sus padres para que  valla a la universidad. Tina escucha y  dice —Tienes que hacerle caso a tus padres, ellos saben que es lo mejor para ti— Marco se fastidia de ese tipico consejo y le comenta —Ahs...  tu no entiendes— ella se altera por su infantil actitud y responde — ¡Por Dios! Marcos. Él que no entiende eres tú, no puedes pasar toda la vida nadando y pescando. Tienes que dedicarte a un oficio.

—¡Pescar es un oficio!— exclama irritado como niño justificando una travesura.

—Si. Pero no es lo suficiente como para mantener a una familia, en estas aguas no abundan los peces como para que consigas lo suficiente tu solo y  sostener a tu esposa e hijos

— ¡Y quien dijo que yo quiero una familia!—ataca llevándole la contraria.

Tina se sonroja molesta por su respuesta, cuando intenta en regañarle, Manchas comienza a ladrar, los dos no se pueden concentrar de lo que hablan por su fuerte ladrido —¡Ahora que le pasa a tú perro!— exclama Tina y Marcos dice —no lo sé...   parece que vio algo.

 Enseguida advierten el mar y divisan un bote flotando—¡hay un bote allá!—Avisa él —pero parece que no tiene tripulante ¿Qué raro?— inquiere fruncido. Se saca la camisa y se lanza al mar nadando en dirección al bote sin ningún problema, llega y sube, observa pequeñas manchas marrón rojizo como si fueran de sangre, sigue explorando y por fin observa a una chica blanca de cabello violeta acostada en el suelo dormida, la sigue mirando con cautela y ve que en su bata tiene unas manchas de sangre. 

—¿estará herida pero de donde habrá salido? Este bote no parece de por aquí —piensa intrigado. Sigue revisando y ve una cuerda, lo amarra a la punta del bote y nada a la orilla para tirar de el. Juntos, jalan de la cuerda hasta que el bote encalla en la orilla, Marcos saca a la chica de allí — ¿y esa chica?— pregunta Tina desconcertada   — No lo sé...   era la única que estaba adentro— responde el chico dirigiéndose a su casa.

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