Prototypa

Capítulo 23: "Humana"

Ambos en el suelo, uno encima del otro, Eva acostada en el pecho de  Marcos y él algo mareado por el impacto, fue fuerte y repentino, se levanta y lo observa fijamente, percibe un leve deseo de lastimarlo, es parte de su programación más sin embargo no lo hace, es extraño, hace un rato tenía el control de su cuerpo y mente, en eliminar a su amenaza pero ahora es diferente, no escucha la voz de Uno  pero tampoco perdió los recuerdos como solía ser la otra Eva, ni tampoco siente miedo en tener que retenerla  pero si confundida por no percibirlas a ambas, es como si se mezclaran formando a una sola persona, piensa un rato y se toca la cabeza, luego recuerda el disparo que le dieron en su frente, nunca  le habían atinado en su cerebro, puede ser que haya afectado su mente ocasionando su desaparición. 

Se siente libre, escapando de una jaula pero a la vez entrando en otra mucho más grande. No sabe en qué pensar, de repente se levanta el chico sobándose la cabeza, gimoteando por el impacto, voltea y la ve de frente,  se contenta de haberla encontrado, ahora la abraza — Me alegro a verte encontrado— dice. Sintiendo su abrazo,  le vienen los tiernos recuerdos de su madre y de Jhons, es como volver a vivir esa encantadoras escenas de su vida, muchas preguntas pasan por la cabeza del chico ¿de cómo pudo escapar? ¿Dónde está el detective? Entre otras cosas pero no pregunta nada, sabe que ella no responderá o no lo entenderá, le agarra la mano —Vamos a casa— dice. No se resiste, sabe que él es su amigo y estará a salvo, es la única persona en que puede confiar.

Mientras tanto, llegaron los policías que llamó Rodríguez, armados entran al laboratorio muy sigilosos como si fuera un grupo de Swat, observan cada lugar sin encontrar a nadie, solamente al forense muerto, revisan a fuera y más abajo sostenido por un tronco cortado está el detective  herido y muy agotado pero vivo,  sabiendo por fin quien es la amenaza, se da cuenta de su llegada, extiende la mano y grita agitado— ESTOY AQUÍ, EEYYY...—tres veces para llamar su atención, uno de ellos lo escucha, apunta la linterna hacia la espesa colina y lo alcanza —Por fin me encontraron—suspira de alivio y se echa al suelo.

Marcos escucha la sirena de una ambulancia más  la patrulla de policía en la carretera de aquella colina —¿Qué habrá pasado?—se pregunta inquieto. Eva piensa que viene el detective a buscarla y echa a correr entre los matorrales, Marcos la sigue muy confundido, escondiéndose también, pasan los vehículos y no se dan cuenta de la escapada de esos jóvenes—¿Qué tienes? ¿Estás bien? ¿Te hicieron algo malo?— muchas preguntas incontenidas salen de su boca, quiere saber qué fue lo que pasó, ella entiende en parte lo que él quiere saber pero prefiere no responder. Es el único que no piensa en que  sea un monstruo y quiere sentirse que la traten como si fuera otra ser humano.

Se acerca a él y recuesta su cabeza sobre su pecho, Marcos se vuelve a sonrojar, conmovido le toca sus manos —Tranquila, no sientas miedo. Yo te protegeré—  declara, aquellas palabras le causaron  un calor en su barriga y pecho, nunca se había sentido así, observa sus ojos y se sonroja por ver su tierna y vibrante mirada, su corazón late fuertemente, Marcos la levanta y  abraza, sobando su cabeza con aquella ternura —Ese chico es...es...es...hermoso—piensa vislumbrada. Mientras que los dos caminan en el frió amanecer, siendo acompañados con la playa en el colorido horizonte violeta rojizo, sentía el calor de sus manos con los de él, de una manera diferente, se queda todo el rato viendo su mano contemplándolo, enseguida le viene un recuerdo de Sofía  "¿Alguna vez te has sentido enamorada?" —¿Estoy enamorada?— se pregunta desconcertada.

Rodríguez llega al hospital, los médicos lo revisan y le atiende la fracturan de la pierna derecha más las heridas,  una vez listo se encuentra descansando en una camilla, tiene una horrible pesadilla sobre ella tratando de asesinarlos más a los chicos que estaban acompañándola, con una horrible y sádica sonrisa los tortura sin piedad de la manera más brutal que se los dejo a su imaginación, se levanta abruptamente gritando —"NOOOOOO..."— agitado y asustado observa por todos lado y era la habitación que descansaba— ¡Caramba! todo fue una maldita pesadilla— se quita la sabana y nota el yeso en su pierna, vuelve a recordar la perturbante experiencia, a unos cuantos centímetros de la muerte — ¡Bestia! tengo que ir para allá antes de que ese monstruo asesine a esos jóvenes—piensa.