chr 4: doubts.

17 1 0
                                    

Dudas; Tantas preguntas y ni una sola respuesta, todo ahora se resume a dudas, culpas, remordimiento, inseguridad y oscuridad, nada está claro, la angustia y la incertidumbre se han vuelto única y diaria compañía, han remplazado a las sombras y ahora las dudas nos acompañan en un camino sin fin de cuestionamientos inciertos a los que no se les ve un fin.

La cosa es que las dudas son algo que todos padecemos, es algo de lo que no podemos librarnos porque está en nuestra naturaleza cuestionar lo que nos rodea y querer saber su porqué, y que a pesar de todo no hacemos más que buscar una justificación al inminente final que nos acontece.

Sin embargo, el gran problema con las dudas es que son esas preguntas que logran ser incómodas para las cuales no hay una explicación sencilla o simplemente no hay explicación, lo que logra atormentarnos, se roba la tranquilidad de cualquiera, el titubeo y la vacilación de la resolución no deja más que un camino zozobra y recelo que se vuelven nuestros peores enemigos porque entonces el desasosiego de las dudas se encarga de sembrar la semilla de la intranquilidad en lo más profundo de nuestra mente, en el rincón más sórdido y lugrube de nosotros, ese que se encarga de sacar nuestra peor versión.

Y es entonces cuando las cosas se alinean y la falta de luz, la desconfianza, la desesperación y la obsesión germinan la semilla del recelo y empezamos a sentir a la silenciosa y letal ansiedad posarse en nosotros como una mariposa en busca de polen, mostrándonos su más bello disfraz hasta hacernos dudar de todo y todos, incluso de nosotros mismos y se encarga de exprimir lo más asqueroso y sombrío que hay dentro de nosotros.

Pero aún existe una pizca de esperanza, siempre la hay, esa que nunca notamos y se reduce a la banal y constante fe en el futuro, esa que nos asegura que hay una solución, que llegará en algún punto, que el frío y el vacío no serán nuestra eterna compañía, nos jura que no todo será malo y que encontraremos ese rayo de luz que iluminará lo más profundo de nosotros y ayudará a la fe a florecer, esa ilusión de por fin encontrar algo que nos haga sentir vivos y llenos, que nos dé el mínimo indicio de que algo bueno pasará y que es nuestro propósito cuidar y procurar ese retoño de ilusión hasta que florezca y se convierta en algo más grande.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
phobia vkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora