Tzuyu caminaba al mismo tiempo que tarareaba una canción sin prestar atención a su alrededor. Esto ocasionó que chocara con otra persona.
—Fíjate por donde... ¡Oh! Jihyo, fue mi culpa, estaba distraída.
La mencionada rio al ver el cambio de actitud de la taiwanesa —¿Qué haces por aquí?
—Vengo a buscar a Dahyun, ¿Por qué me has estado evitando?
A Jihyo le invadió una ola de culpa, al recordar que no respondió al último mensaje que le había mandado Tzuyu —No te estoy evitando, es que esta semana he estado muy ocupada, en unos días presentaré una canción que es muy importante porque será mi evaluación. ¿Qué te parece si salimos mañana? Me haré un tiempo.
—Sorpréndeme chewy —la coreana curvó sus labios en una sonrisa—, ahora ve con tu amiga, mañana nos vemos —finalizó y se despidió de la contraria.
Al ver que Jihyo ya se había marchado, Tzuyu comenzó a saltar de emoción. Después siguió su camino al salón de Dahyun.
Justo cuando le faltaban algunos metros para llegar, pudo observar a Mina saliendo. Paso justo a su lado y la japonesa ni siquiera la notó; sin embargo, Tzuyu se percató de que la contraria se encontraba sollozando.
Espero unos minutos para entrar.
Dahyun se hallaba en dirección al piano, así que caminó hacia ella, dándose cuenta de que estaba de la misma manera que Mina.
—Dahyun, ¿Qué es lo que pasa? —se acercó a ella y la rodeo en un abrazo.
—No es nada, es solo el estrés —mintió—, no te preocupes, esta semana ha sido estresante.
—Vamos a mi departamento, haremos una pijamada. Para que te distraigas y te desestreses.
Tzuyu sabía que Dahyun le mentía, pero no quería presionarla, ella le diría la verdad cuando esté lista.
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—¿Está ocupado?
Jeongyeon levantó su mirada al escuchar aquella voz —Adelante—, hizo un gesto con su mano para que tomara el lugar —Nunca te he visto por aquí.
—Quiero probar algo nuevo —«y te vi aquí» pensó.
La contraría solo asintió y volvió a centrarse en su lectura.
—¿Qué es lo que lees? —se inclinó hacia un lado tratando de leer el texto.
—Nayeon, estoy tratando de leer —expresó un poco irritada y cerró su libro.
—¿¡Por qué lo cierras!? Yo lo estaba leyendo.
—¡Shhh! Me van a sacar de la biblioteca si sigues alzando la voz. Mejor dime, ¿qué haces aquí?
