DOMINANDO A UN SAIYAJIN.

Capítulo 28. Enfréntate a mi.

Yamcha mantuvo sus ojos en el rostro de Bulma. Él la miró febrilmente, pero conocía a esta mujer desde años antes que él. Sabía cuándo estaba mintiendo y ahora no. Toda la ira que había sentido en el vuelo de ida se apagó sin efecto. Pero ahora sus ojos brillaban de ira. "Bueno, ahora que no tienes nada más que criticar, es mi turno... ¿En qué estás pensando, entrando aquí y echándome la culpa? Tú y yo terminamos. Puedo salir con quien quiera —siseó ella.
"Teóricamente con Vegeta también, si lo estuviera considerando seriamente." ¿Con Vegeta?" Yamcha tragó saliva mientras la imagen se formaba en su mente.

"Tú... esa es una mala broma. ¡Vamos Bulma, puedes salir con chicos mucho mejores que ÉL! Entiendo que solo te lo llevaste porque no había nadie más alrededor, pero no lo vas a considerar seriamente... eso no tiene gracia, deja de reírte —dijo indignado mientras Bulma estallaba en una risita desdeñosa—. "Lo siento, pero te lo dije: es mi decisión, no la tuya. No estoy interfiriendo en tú relación tampoco. Hablando de eso, ¿todavía estás con el pequeña de la fiesta de Nochevieja?" ella cambió de tema. Avergonzado, Yamcha se pasó una mano por el cabello. "No, después de despedirnos esa noche, quería seguir adelante. Antes de eso hubo una pelea porque... como sea, hoy había visto estas fotos y solo quería asegurarme. No deberías hacer algo así", explicó su acción. "Como pueden ver, no me lavaron el cerebro. Todo está bien y puedes irte de nuevo" Bulma lo despidió y se levantó. "Pero ese artículo... decía que dijiste algo sobre una relación especial", se justificó su ex. Bulma dejó escapar un gemido de molestia. "Vamos, Yamcha, ¿Qué más debería decir? "Relación especial" era una buena forma de describirlo, ¿no?" "Uh, bueno," el pelinegro se rascó la cabeza avergonzado. Tampoco tenía una respuesta para eso. "El tipo es tan tonto como tres metros en un camino de tierra y todavía lo parece. No puedes esperar una respuesta inteligente de él", dijo burlonamente una voz oscura desde la puerta.

Yamcha y Bulma giraron la cabeza alarmados para ver a Vegeta de pie junto al marco de la puerta, llevaba las manos entrelazadas en los bolsillos de sus pantalones de chándal y una mueca en su rostro. "La mujer de la tierra está ocupada, así que haz el favor de irte o debo ayudar con eso", amenazó Vegeta, acercándose.

Yamcha se levantó indignado. "Puedo visitar a Bulma cuando quiera", respondió.
"¿No me escuchaste? Está ocupada... con mis herramientas de entrenamiento. Si le impides trabajar, es una ofensa para mí. Entonces, debilucho, ¿quieres meterte conmigo?", explicó Vegeta mientras caminaba lentamente hacia el luchador humano.

Bulma tragó mientras se imaginaba a los dos hombres mirándose el uno al otro. A primera vista, para un ojo inexperto, parecía que Yamcha era el más fuerte: era más alto y sus músculos parecían más poderosos. Pero como muchas cosas en la vida, se trataba de calidad, no de cantidad. Podía ver claramente la diferencia: Vegeta irradiaba una presencia que se tragó a Yamcha. Y su ex parecía darse cuenta de eso también, por la forma en que apretaba la mandíbula y apretaba las manos. Aun así, no evitó la mirada del Saiyajin. Incluso si la cabeza con púas era la más fuerte... al menos era mucho más grande y podía mirarlo fijamente.
"Creo que necesitas que te convenzan para que abandones esta casa", dijo Vegeta en voz baja. "¿Sería lo suficientemente convincente una patada en tu trasero?"

"Esta no es tu casa," gruñó Yamcha enojado. "Pero la tuyo tampoco". Los dos hombres giraron sus cabezas al mismo tiempo hacia la sorprendida Bulma, quien había estado observando en silencio hasta ahora, esperando una respuesta a su favor. Bulma decidió poner fin a esta postura de testosterona antes de que algo se rompiera. Los huesos de Yamcha, por ejemplo.

"Suficiente de eso", intervino, "No sé qué se supone que es esto, pero no habrá ningún argumento aquí. Yamcha; Creo que ya hemos hablado de todo y puedes irte tranquilo. Seguro que tienes cosas más importantes que hacer. Entrenamiento o algo. Vegeta, ¿algo con la sala de gravedad o por qué estás aquí?" "Sentí una presencia inquietante y pensé que necesitabas ayuda para sacar la cucaracha," explicó Vegeta su presencia. "¡¿Cucaracha?! Me retas..." comenzó Yamcha, pero Vegeta detuvo su objeción con una mirada aguda. "Te pareces a una para mí. Un debilucho como tú ni siquiera debería atreverse a ponerse delante de mis ojos o podría aplastarte accidentalmente. ¿Realmente entrenaste? Si es así, ¿por qué? ¿Para convertirse en abono de jardín? Puedo hacer eso aquí también. Entonces, ¿por qué esperar a los androides? ", Dijo el Príncipe Saiyajin. Yamcha gruñó, luego pensó en algo. Se burló. "Grandes palabras. ¿Y tú? ¿Ya te convertiste en Súper Saiyajin? Las cejas de Vegeta se juntaron con irritación, una clara señal para el antiguo bandido del desierto de que había encontrado un punto sensible. "Demasiado para el guerrero de élite", se burló Yamcha. "Conoce tu lugar, terrícola", gruñó Vegeta. Su ki aumentó. La temperatura en la habitación bajó. "¿Crees que dejaré que me mates por segunda vez?", Respondió Yamcha, pero no pudo evitar sudar frío. Vegeta se burló. "No recuerdo haber matado a ninguno de ustedes, escoria terrícola. Eso lo hiso Nappa. Solo luché contra Kakarotto. Espera, ¿no había un escarabajo pelotero que ya murió contra un hombre planta?" El tono de Vegeta era inocente, su mirada y sonrisa no lo eran.
Yamcha no sabía qué decir a eso.

"Incluso ahora, no podrías enfrentarte a un Saiyajin, de clase baja o media", se burló Vegeta. "Lo único útil que puedes hacer es cavar un hoyo y enterrarte, y al menos las verduras crecerán bien. Ni siquiera querría a alguien como tú como limpiabotas". Yamcha volvió la cabeza hacia Bulma. "No puedo creer que lo dejes vivir aquí y hasta te dejes ver con él en público", exclamó indignado. "Mantenla fuera de ahí", gruñó Vegeta. "¡¿Ladras pero no puedes morder?! En primer lugar, no deberías haber entrado en esta casa. Un perdedor como tú debería conocer sus límites. "¡¿Oh si?! Entonces muéstrame. Ya conocemos tus límites. Eres tan limitado que nunca te convertirás en un Súper Saiyajin. Nada es súper contigo excepto tu ego", respondió Yamcha. Bulma ahogó un grito aterrorizado. ¿Se había vuelto loco Yamcha? ¿Por qué estaba provocando así a Vegeta? Era un tema que incluso ella no abordó. Vegeta hizo crujir ominosamente sus nudillos. "Bueno, salgamos... a las rosas les vendría bien un poco de fertilizante", accedió a pelear.

Bulma observó impotente cómo Vegeta y Yamcha saltaban por la ventana y caminaban hacia la parte trasera del jardín. "¿Están ustedes dos locos?" tartamudeó y bajó corriendo las escaleras. En la terraza vio a Puar, que no se había dado cuenta de la discusión. "Puar, tienes que detener a Yamcha. Quiere pelear con Vegeta. Trataré de distraer a Vegeta", le gritó al cambia formas.
"Oh no, Yamchaaaaa" Puar la siguió. Los dos luchadores se pararon en una parte del jardín bordeada de árboles que no crecía mucho excepto hierba y especies perennes. Yamcha estaba sacudiendo su cuerpo para calentarse mientras el Saiyajin permanecía inmóvil a unos metros de distancia. Su mirada estaba claramente aburrida. "Yamcha, ¿por qué haces esto?" Bulma lo llamó. "Quédense ahí", ordenó a sus amigos. "Tengo que hacer esto. Se trata de mi orgullo como guerrero". Vegeta se rió fuerte. Bulma y Puar mantuvieron su distancia de ambos luchadores.
"Está loco. No puede hablar en serio", tartamudeó Bulma en voz baja. "Sí, no puede ser disuadido. Él realmente quiere seguir adelante", dijo Puar con seriedad. Bulma miró al cambia formas con asombro. "¡¿Sabías que iba a pasar así?! ¿Yamcha planeó la pelea?", preguntó ella, atónita.

Puar asintió.

"Yamcha realmente quiere saber si todavía es un luchador serio. Pero no puede pelear con sus amigos porque teme que muestren consideración el uno por el otro. Es diferente con Vegeta... si logra hacerle frente, aunque sea por unos minutos, sabrá que sigue siendo un guerrero. Entonces él también podrá luchar contra los androides", explicó Puar sobre los pensamientos de su mejor amigo. "Pero como dijiste: Vegeta no muestra consideración. ¿Qué sucede si Yamcha termina tan gravemente herido al punto que muera? Mi Medic-Bot... o las Esferas del Dragón..." Bulma consideró frenéticamente qué hacer. "Es por eso que estuvimos en la torre del maestro Karin antes" Puar sacó una pequeña semilla de ermitaño de los pliegues ocultos de su vientre. "Esta es la primera semilla de ermitaño de este año. El Maestro Karin nos lo dio."

Bulma miró a su antiguo amante con incredulidad. Nunca hubiera pensado que Yamcha planearía su vida con tanta valentía y, sin embargo, tan descuidadamente. Sus complejos hacia los guerreros sobrehumanos de su grupo debieron pesarle mucho. A pesar de esto, se negó a simplemente retroceder y dejar que Goku, Vegeta y Piccolo luchen y defiendan a la humanidad. Él no retrocedió. Su orgullo de guerrero se lo prohibía. Bulma lo miró con preocupación, pero también con renovado respeto. Vegeta notó su mirada fija en su ex y frunció el ceño. "Seré generoso", dijo en voz alta. Todos los ojos se volvieron hacia él. "No voy a usar mi brazo derecho o mi pierna izquierda. También me abstengo de los ataques de Ki. Tal vez entonces me hagas al menos derramar una gota de sudor".

Yamcha sonrió falsamente. No mostró ni su miedo ni su alegría por esta desventaja inesperada. "Bueno, eso suena bien", dijo irónicamente. El tragó.

Entonces atacó.