DOMINANDO A UN SAIYAJIN.

Capítulo 31. Autocontrol.

A la mañana siguiente...

Bulma abrió los ojos somnolienta: ¿había algo diferente en su habitación? La vista del techo se veía diferente y la almohada olía extraño... los eventos de la noche anterior inundaron su mente.

Sus ojos se abrieron en estado de shock y se sentó. Un dolor agudo atravesó todo su cuerpo. Gimiendo, se frotó el cuello y miró alrededor de la habitación de Vegeta. Ella estaba sola su cuerpo había sido cubierto con las sábanas, debajo estaba desnuda. Las persianas habían sido bajadas para mantener la habitación a oscuras. Encontró un despertador en la mesita de noche y miró la hora. Sus ojos se abrieron cuando leyó que eran más de las once de la mañana. Menos mal que no estaba empleada en ningún lado.

Con cuidado se volvió hacia el borde de la cama y puso el primer pie en el suelo. Se sintió aplastada. Aunque la cabeza estaba clara, su cuerpo parecía haber envejecido de la noche a la mañana. Miró sus manos agarrando el borde de la cama y vaciló. Mientras examinaba sus uñas más de cerca, notó líneas rojas debajo de las puntas de las uñas. ¿Era eso... sangre? El recuerdo de cómo se había aferrado a los hombros de Vegeta mientras él empujaba dentro de ella la inundó. Hombre, ella debe haber estado aferrándose a él con fuerza. Miró hacia el baño. Sabía que Vegeta solo tenía una ducha en su baño. Eso no sería suficiente: anhelaba un baño tibio de burbujas para calmar sus músculos adoloridos. Lo que significaba que tenía que gatear hasta la habitación contigua donde estaba su baño con una bonita y profunda bañera. Una caminata de unos pocos metros ahora parecía un recorrido por el Monte Everest. "Bueno, qué diablos. No puedo irme de aquí de otra manera", suspiró y se puso de pie lentamente. Gimiendo en voz alta, se arrastró hasta la puerta. Echó un último vistazo a la habitación. Los restos de su ropa yacían en el suelo, la cama estaba sucia y el aire olía a rancio. Ella programó el comando para limpiar en la pantalla al lado de la puerta. Dos de los robots domésticos se encargarían de la limpieza.
Primero necesitaba un baño.

Finalmente al llegar a su baño, fue recibida por su reflejo. Ella gritó horrorizada. Ya era bastante malo que su cabello pareciera un nido de pájaros enmarañado; su cuerpo estaba cubierto de moretones y manchas rojas. Mientras se acercaba al espejo, pudo descubrir varios chupetones rojos en su cuello, un moretón grueso en la parte superior de su brazo derecho, uno más pequeño en forma de anillo en sus muñecas, e incluso había cinco derrames azules en forma de salchicha en cada uno de ellos sus muslos. "Rayos, ese tipo no puede ser más cuidadoso", maldijo. Fue verano. Afuera hacía unos agradables 24° Celsius. ¿Cómo se suponía que ocultaría eso debajo de ropa corta hasta que sanara? Eso llevaría al menos una semana. No podía ir al médico así. Él pensaría que ella tenía una sesión de artes marciales. Refunfuñando, dejó que el agua caliente entrara en la bañera y siguió comprobando su estado en el espejo. También tenía chupones en los senos y en el estómago, pero eso se podía esconder debajo de un top. Sus labios se sentían sensibles e irritados, al igual que su parte íntima. Su cabello casi parecía enmarañado. Incluso una máscara no ayudaría mucho. ¿Quizás debería ir al peluquero hoy y que se los corte más? Además de una manicura. Se tumbó en el agua tibia y gimió mitad de alivio, mitad de dolor. Aquí es donde pasaría la siguiente hora.

Después de un tiempo ya no se sentía como si tuviera sesenta años y salió del baño. Con solo una toalla envuelta alrededor de su cuerpo, revisó el armario para ver qué podía ponerse sin parecer sospechosa. Aunque le dolían los muslos, no quería ponerse pantalones. También tuvo que cubrirse el cuello y el brazo con el gran hematoma. Casi parecía un brazalete azul y verde. Molesta, sacó algo de ropa del armario. Un paño podría cubrir su cuello sin calentarse demasiado. // Tse, nunca fui un tipo de ropa; Estos son casi todos los regalos de mi madre. Pero hace demasiado calor para un jersey de cuello alto. Cuando combino una bufanda tan colorida con mi vestido negro... y una chaqueta ligera de cachemir con mangas largas que dejo abierta....no está mal, pero no me dejan sentarme así; de lo contrario, el vestido se subirá y todos verán las huellas dactilares de Vegeta. También podría usar una camiseta con la inscripción "Vegeta me jodió y sobreviví"...//