🌇 01

497 65 31
                                    

—¡Mamá!

Probablemente esas son las primeras palabras que puede pronunciar un niño pequeño cuando recién comienza hablar. Y es tierno, hasta cierto punto conmovedor, ¿cómo no serlo? Pero fue toda una rareza cuando escuché que esas palabras iban hacia mi mamá en medio de un parque, siendo yo su única hija presente. Y fue todavía más confuso cuando el pequeño la abrazó como si nunca más la fuera a soltar.

—Junhwan, suelta a la señora, por favor. No es mamá.

La voz que llegó a mis oídos se sintió tan fresca como la brisa que pasaba por el lugar, pero de la misma forma tenía un toque de nostalgia tal y como el atardecer que ya se estaba haciendo presente. Entre asustada y confundida, me giré para ver al dueño y ahí fue la primera vez que lo vi.

Sin saber que su rostro se me haría más conocido de lo que pensaba.

Nuestros ojos se toparon tan solo por un par de segundos, pero fue el tiempo suficiente para ver que necesitaba algo de ayuda con el pequeño. Incluso sabiendo eso, no hice nada más que quedarme quieta viendo la situación. Era tímida y nunca antes me había cruzado a alguien en un parque, mucho menos había pasado por una situación así. Mamá alejó al pequeño con cuidado, mientras que el chico más grande se disculpó reiteradas veces.

—En serio lo lamento mucho, señora. Pasa que lleva un abrigo igual al que ocupaba nuestra madre, era su favorito y lo utilizaba seguido... —pude percibir la vergüenza y la tristeza colándose en sus palabras—. Ella ya no está aquí, pero mi hermano todavía cree que va a regresar y pensó que usted era ella.

El corazón se me apretujó y mis ojos se dirigieron al niño pequeño que sostenía la mano de su hermano mayor. Sus ojitos estaban brillantes por retener las lágrimas y un puchero en sus labios temblaba levemente.

—No pasa nada, chico. Es más, lamento mucho su pérdida. Es comprensible que ocurran estas equivocaciones...

No pude aguantar más y me agaché para estar más cerca de la altura del pequeño. Todos parecíamos unos árboles mientras que él era como un indefenso honguito. Mamá y el chico me observaron en silencio, en realidad no podían hacer nada más.

—Hola, me llamo Sian, ¿cuál es tu nombre? —su hermano lo había dicho con claridad, pero él no se había presentado por cuenta propia.

—Soy Junhwan... —su voz infantil pero apagada se coló entre sus labios. No fue nada similar al grito que había dado hace unos minutos.

—¿Te gustaría un caramelo? Compré algunos de sobra y te puedo dar los que quieras —de uno de mis bolsillos saqué un par de dulces y se los extendí—. Claro, si es que a tu hermano no le molesta y los puedes comer —no me atreví a mirar al mayor a los ojos, pero sentí su mirada en mí.

—No hay problema. ¿Quieres los dulces, Junhwan? —le habló con suavidad y el pequeño aceptó y los tomó con cuidado.

El roce de la piel de sus manos fue cálido aunque con suerte fue perceptible.

—Muchas gracias... —su hermano ni siquiera se lo tuvo que decir, ya que él por cuenta propia agradeció. Soltó sus manos y se pasó en forma de puño por sus ojos una de sus manitas para desaparecer las lágrimas acumuladas.

Le di una suave sonrisa de vuelta tras su agradecimiento. Y ni siquiera me levanté de mi lugar cuando escuché que su hermano mayor comenzó a hablar de nuevo.

—Me sorprende que Junhwan les haya hablado, desde que mamá no está se ha vuelto muy callado. He querido llevarlo con un especialista, pero lamentablemente no he encontrado ninguno... Y tampoco quiero que cualquiera lo atienda.

Con sus palabras supe enseguida que mi mamá no podría ser indiferente a la situación. No cuando el chico parecía tan humilde y preocupado por su hermano pequeño. Mamá tenía un gran corazón para ayudar, y no le gustaba ver alguna clase de injusticia. Realmente era muy preocupada por el resto, no importaba si eran desconocidos, si podía ayudar en algo lo, iba a hacer (incluso si no podía controlar del todo la situación entre sus manos).

—Yo soy psicóloga y aunque lamentablemente no me especializo en niños, tengo colegas de los que te puedo pasar el dato —ni siquiera me sorprendí cuando de su cartera sacó una tarjeta que contenía información sobre sus datos, y además un bolígrafo para hacer pequeñas anotaciones—. Cualquier duda me puedes contactar, también te puedo ayudar si sé de algún programa de apoyo.

Y claro, aunque en ese momento dijo programa de apoyo, tuve que intuir que se podía referir a ella misma. En casa teníamos una habitación desocupada y mucho espacio disponible al ser solo las dos. Prácticamente estaba diciendo entre líneas que podía contar con ella para lo que necesitara. Yo, en cambio, estaba preocupada porque en realidad eran dos extraños, pero su historia había logrado conmoverme en su totalidad.

Ya de pie y viendo al pequeño comer uno de los dulces, solo pude pensar en que todo era verdad, ¿o acaso alguien podría mentir con algo así? Observando mejor a ambos hermanos, no me produjeron ninguna sensación extraña de que había una intención oculta o algo extraño. Solo se veían como dos niños buenos, con sus expresiones algo cansadas y unos ojitos un poco tristes.

Pero eso cambiaría, y viendo la actitud de mamá, pareció que iba muy decidida incluso si yo ignoraba lo que pasaba por su cabeza.

—Muchas gracias, señora. Me llamo Jeon Jungkook. Lamento no haberme presentado como corresponde antes —estaba nervioso. Su voz hasta tembló un poco y, aunque mi madre irradiaba seguridad, sí que me sorprendí cuando el chico le sonrió.

Pareció una pequeña luz en medio del más notorio atardecer.

—Está bien, no se había dado el momento. Es un gusto conocerlos, Jungkook y Junhwan. Ambos son muy lindos, ¿no lo crees, Sian?

Mis mejillas se pusieron calientes cuando los ojos de todos se dirigieron a mí, incluso el pequeño elevó su mirada para saber mi respuesta. Y yo que era tan mala para lidiar con la atención... No me quedó más remedio que ganar valor para que la situación no me intimidara por completo.

—Es verdad —mis ojos temblaron para evitar la mirada de Jungkook—, ambos en serio son muy lindos. Especialmente tú, Junhwan. Eres un niño muy lindo.

El mayor dio una corta y agradable risa que me hizo estar más nerviosa.

—Vaya, Junhwan, aunque todavía eres pequeño lograste un cumplido de una chica linda.

Agradecí que mamá no dijera nada en ese momento, que de por sí parecía que las mejillas me iban a explotar por lo calientes que las sentí. Aunque eso no significó del todo que me salvé, pues de regreso a casa no paró de mencionar que un chico me había hecho un cumplido. Pero claro, era Jeon Jungkook, y con el tiempo me daría cuenta que estaba en su naturaleza ser tan amable.

Yo tan solo me dejaba guiar por una personalidad que nunca antes había conocido. Y, sobre todo, por esa sonrisa que hacía creer a cualquiera que todo estaba bien, incluso si el mundo se estaba cayendo a pedazos.

03/02/23 - 14/01/24

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

03/02/23 - 14/01/24

Primera dedicación de cap para: XantheSalgadoCastill

Regresaron los niños!!!!

❥Sky of hopes ⁀⋱‿ ♡▕Jυɲʛƙơơƙ▏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora