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Pasaron tres días de la charla con Jungkook, y aun así no me la podía sacar de la cabeza. Parecía que tan solo la habíamos tenido hace unos minutos con lo tan reciente que sentía sus palabras. Realmente no creía que habían pasado las suficientes horas para que se transformaran en días, para nada, pero tuve que empezar a asimilar que las cosas habían sucedido de esa forma para ir dejando mi mente un poco más despejada.

Así que recapitulando, tras charlar habíamos ido a por unos batidos y después de regreso a casa. Entre los dos también le compramos uno a Junhwan, pero ligeramente más pequeño que el de nosotros. Sabía que la cena había estado buena y bastaba para no ingerir algo más, lo de los batidos había había sido un capricho que de vez en cuando no venía mal. Además, el pequeño lo había disfrutado un montón, y no había nada mejor que ver la alegría en un niño.

Mi madre no había dicho nada al respecto, supuse porque Jungkook era lo suficiente buen cuidador y ella lo sabía, pero en privado sí me advirtió que no le dieramos tantas cosas dulces al pequeño, ya que cuidar de su salud física también era tan importante como cuidar la de su mente. Y lo entendí, aunque me costara, tal vez tendría que reducir un poco mi ración de dulces que le daba.

Si era por un bien mayor tenía que ser cuidadosa aunque la costumbre ya quisiera ganar por sobre cualquier otra cosa.

—Sian —el pequeño llamó mi atención. Éramos los únicos en casa—, ¿crees que Jungkook se demore mucho en su trabajo? Quiero ir a un lado, pero no puedo sin él.

—¿Y dónde quieres ir? —indagué, poniendo mi atención en él y no en las caricaturas que veíamos.

—Me gustaría ir a dejarle flores a mamá. Las que le llevamos la última vez ya deben estar secas porque no hemos ido hace mucho.

Comprendía su preocupación.

Entre los estudios y las sesiones de terapia, no habían tenido mucho tiempo libre para ir a verla. Había escuchado a Jungkook decirle que pronto irían, pero en el fondo sentía que el hermano mayor tampoco tenía muchas ganas de ir y hacía lo posible por evitar el tema. A eso se le sumaba que tenía muchas cosas que hacer, por lo que era perfectamente entendible que le dijera que podía ser otro día. Y Junhwan, siendo pequeño, lo entendía como podía, pensando en su hermano aunque sus ganas de ir fueran muchas.

Las cosas simplemente no encajaban aunque se buscaran alternativas.

Y a mí... Tampoco me correspondía llevarlo aunque viera sus ojitos esperando que fuera su heroína. La palabra de Jungkook en ese caso tenía mucho peso, después de todo, era un tema familiar en dónde yo no tenía nada que ver.

—No sé cuándo vaya a llegar Jungkook. Me pidió que te cuidara, pero no mencionó una hora exacta.

Sus horarios algunos días eran un poco más extensos, y en ocasiones se quedaba un tiempo más aprovechando que le pagaban por las horas que trabajaba. Yo no indagaba mucho en el tema, pero la información llegaba a mí de alguna forma. Lo podía escuchar hablando con mi madre o él mismo me lo podía comentar cuando nos encontrábamos en el pasillo.

Viendo su carita de decepción, se me ocurrió una idea.

—¿Quieres que vayamos a comprar unas flores por mientras? Luego cuando Jungkook tenga tiempo, se las pueden ir a dejar. Ahora las podemos cuidar hasta que eso pase, ¿te parece?

Era débil ante él. Y tal y como se lo había comentado a su hermano mayor, en ocasiones también veía reflejado en su figura a mi pequeño hermano que ya no estaba presente con nosotros. Tenía claro que no iba a ocupar su lugar ni mucho menos iba a ser su reemplazo, pero consentirlo era algo que realmente me producía cierta satisfacción y alivio en el corazón.

❥Sky of hopes ⁀⋱‿ ♡▕Jυɲʛƙơơƙ▏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora