Mi yakuza personal

Capitulo 5

Kie volvió con su familia, de lejos podía ver a su hijo, al mismo al que hacía apenas unos minutos había vendido, ese niño por el cuál decidió que nunca volvería a esa vida de yakuza, su marido la vió, le hizo una seña y ella se acerco

Tanjuro: Kie, sabes que no tenemos dinero para estar gastando en pendejadas
Kie: ¡Yo sí! Digo… lo saqué de unos ahorros que tenía…
Tanjuro: ¿Maquillaje?
Kie: Sí, para mí, Nezuko, Hanako y si Tanjiro quiere que se lo ponga, es un omega después de todo, hablando de él, ¿Donde está?  Ya no lo veo
Takeo: Fue al baño, ahorita regresa, dijo que nos quedaremos aquí por qué se iba a tardar

En cuanto escuchó eso salió corriendo, no, ¡No! Ahora lo pensaba bien, ¡Debía cancelar el trato! Tal vez estaba siendo paranoica, vamos, era solo el baño ¿que era lo peor que podía pasar? Se detuvo y volvió con su familia, no podía pasar nada más que treinta minutos sin saber que estaba haciendo Tanjiro y esos treinta se volvieron cuarenta y cinco y esos cuarenta y cinco de volvieron una hora y eso se volvió una hora y media y casi dos horas cuando por fin recibieron algo de Tanjiro, pero no lo Kie quería, fue solo una llamada, su pequeño lloraba, se escuchaba que estaba en un auto

Kie: ¡Tanjiro! ¿¡En donde estás!?
Tanjiro: ¡Mamá!, tengo miedo mamá
Tanjuro: Tanjiro, ¿Dónde estás?
Tanjiro: No lo sé, fuí al baño y cuando salí unos tipos me agarraron y me subieron a un carro negro, tengo miedo
Ya fue suficiente niño, deja el teléfono
Kie: Tanjiro no-

Muy tarde, colgó, nunca debió aceptar ese trato, nunca debió vender a su hijo, pero ya era muy tarde, se lo llevaron y para recuperarlo… posiblemente nunca lo haría

Tanjiro: ¿¡A dónde me llevan!?
Cierra la boca niño
Tanjiro: ¡Déjenme ir! ¿¡Para que me quieren!?
Nosotros no, el jefe te quiere, y hablando de él, ya llegamos

Bajaron del auto con el omega pataleando, quería ir con sus padres y sus hermanos, quería que lo dejarán ir pero no lo harían, ¿Acaso era un prisionero ahora?

Giyuu: Al fin llegan, con mi nuevo y lindo omega

Se acercó, quería tocarlo, quería saber si su piel era tan suave y tersa como parecía pero el pelirrojo se alejo asustado

Giyuu: ¿Que tan mal lo trataron?

Ambos hombres tragaron grueso, no podían decirle, los mataría

Giyuu: Díganmelo antes de que me enojé y les arranque los dedos uno por uno a los dos