¡ʜᴏʟʏ ʜ0ʟᴇ! | sᵘⁿˢᵘⁿ

─ ᴜɴʜᴏʟʏ

─ Ya te dije que no puedo embarazarme. No estás en uno de esos omegaverse que lees. ─ Sunghoon fingía hacer pucheros ante la negativa de Kim de darle un hijo.

Era un sábado por la tarde y todos convivían en familia, incluso Heesung y Jake platicaban despreocupados.

No era la primera vez que Sunoo estaba en casa de Park hasta la tarde y era éste quien lo llevaba de regreso y la única diferencia es que a la madre de Sunoo ya no le parecían tantas "libertades".

Sunoo empezó a mentir sobre las salidas que tenía y aunque no se sentía orgulloso de sus mentiras si sentía feliz porque era su única forma de ver a su mayor y por supuesto de tener encuentros sexuales desenfrenados. Hace un mes no habría imaginado que quedaría enredado entre las sábanas del bastardo más grande que había conocido y aunque no eran novios o algo parecido, aún se besaban y tenían sexo, Sunghoon le llamaba "ser buenos amigos" y aunque eso lo lastimaba mucho pues pensaba que él solo lo veía como un juguete para tener sexo, prefería eso a nada.

Y sí, quizá se estaba enamorando de ese cretino sin darse cuenta y sabía que le iba doler cuando a Sunghoon ya no le pareciera "sexy" follarse al hijo de una predicadora. No era del todo malo, Sunghoon se mostraba cariñoso con él, se preocupaba por como estaba o lo que hacía y además era sobreprotector o incluso hacía comentarios sobre hacer una familia. A veces pensaba que era solo sexo pero a veces parecía que era más que eso.
Como ahora donde ambos veían tranquilamente una película y su cabeza yacía en el pecho de Park.

─ Hyung. Llévame a casa, ya se hará de noche. ─ Ninguno de los dos parecía querer despedirse pero debían hacerlo.

Sunghoon condujo y rápidamente llegó a casa y después de algunos besos y que le desordenara el cabello se despidieron finalmente.

Sunoo quiso entrar sin hacer ruido pero su madre la esperaba con una mirada molesta. Solo le quedó detenerse a mirar.

─ Tienes que cortarte ese cabello. Ya está demasiado largo. Además debes ir a la iglesia mañana y no quiero que digan que eres un rebelde. Como mi hijo debes dar el ejemplo. ─ Empezó la señora que terminaba de hacer la cena.

─ Sunwoo, lleva mañana a Sunghoon a la iglesia. Creo que haz hecho demasiado yendo a su casa todos los días y aún pueden verse en la iglesia si ya son amigos. ─ Amigos, amigos, amigos. Odiaba esa maldita palabra pero se limitaba a asentir.

─ El pastor quiere que le ayudes un poco con las cosas de la célula, por las noches. El vendrá y te traerá de regreso ─ Sunoo rodó los ojos. El tipo era un machista de lo peor, además lo veía raro, siempre lo veía y de niño recordaba vagamente ser tocado por el tipo. Lo odiaba, lo odiaba y no quería.

─ Prefiero seguir yendo con el señor Park, al menos por ahora. ─ Su madre lo vio molesto y estaba por lanzar una negativa así que habló rápidamente.
─ Incluso pensé en que yo mismo podría abrir una célula en casa, si no le molesta.

Claro que la señora lo vio con satisfacción y asintió y aunque la cena fue un poco incómoda llena de comentarios indeseables y homofobicos, podía decir que no fue tan malo como otras veces.

Al llegar a su cama recibió una llamada de Sunghoon quien se había negado en un principio a ir a la iglesia pero luego aceptó.

─ Hyung. Lo lamento, mi mamá insistió. Después le diremos que no le gustó o algo parecido porque sino no, no me dejará seguir yendo a verte ─ Park reía un poco y decía que todo estaba bien.

─ Iré contigo. Al lado hay una iglesia católica, ¿me acompañas? ─ Sunghoon tenía una idea, una mala pero muy buena idea.

─ ¿Católica?, si mi mamá se entera no le gustará ─ Kim se acomodó en su cama y cerró su puerta con candado.