Un lugar para nosotros

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Los pasos resonando en el extenso pasillo llenaban los sentidos de Enid, se sobre ponían incluso en los murmullos descarados y las risas modestas de los estudiantes. Enid sin embargo, se concentro en la peculiar forma de caminar del pequeño cuervo a su lado, Wednesday era pequeña, quizá casi unos diez centímetros más baja que Enid y no sólo pequeña en altura, todo en la gótica se veía adorablemente pequeño, incluso con su ceño fruncido, la chica era linda. Sin embargo, casi se suelta a reír al ver como el flequillo de Wednesday se abría de par en par con los pasos rápidos de la gótica.

"Como puedes ver, esta es la zona de descanso o el patio, como quieras llamarlo" - habló Enid mientras extendía los brazos al frente en forma de exhibición.

"Es un pentágono" - recitó Wednesday, mientras inspeccionaba el lugar con la mirada inexpresiva, quizá torturando mentalmente a cada uno de los estudiantes en el área. Luego, puso su atención en Enid. "Un inspido y ridículo pentágono.

Enid asintió nerviosa - "Lo es" - sintió la mirada profunda de Wednesday sobre ella, Enid jamás se había sentido tan cohibida ante otro estudiante o ser humano, bueno, quizá sólo por su madre quien había logrado hacerla sentir así en cada visita, pero nunca la había dejado con la mente en blanco como Wednesday lo hizo.

"Entonces..." - continuó el licantropo - "te hablaré un poco sobre esta gente".

"Hay muchos tipos de grupos en realidad, pero obviamente no todos están aquí ahora mismo, así que te hablaré un poco de los más relevantes" - continuó mientras señalaba al grupo de gorgonas a un costado del pentágono - "Esos de ahí, son las gorgonas, a decir verdad son uno de los grupos más tranquilos, son lindos aun que un poco lentos" - comentó mientras miraba a Ajax y lo saludaba con una sonrisa.

Wednesday sólo dio un rápido vistazo al grupo y siguió los pasos de Enid. "Ahí están los vampiros" - señaló y sonrió divertida al ver a Yoko con su sonrisa arrogante mientras le quitaba la cajita de sangre a uno de sus amigos, - "Son relajados, un poco hippies. Algunos llevan décadas aquí, nunca sabré por que".

Enid habló un poco más sobre algunos otros grupos, no muy interesantes, hasta que llegaron a las sirenas.

"Esas son las sirenas, son un poco como el grupo electo de aquí. Bianca, la abeja reina de Nevermore, es algo así como el personaje principal del colegio o al menos hasta que rompió su relación con Xavier, la pareja popular terminó con su propia dinastia".

Wednesday no pudo evitar un sentimiento de desafío en cuanto sus ojos se encontraron con los de Bianca, no es que a ella le interesará ser el centro básico de atención o la abeja reina de algún lugar, sólo disfrutaba derribar reinos ajenos y a decir verdad, sabía que probablemente Bianaca tenía mucho potencial.

Cuando vio a Xavier pintando descaradamente las paredes de Nevermore, casi frunce el ceño en confusión, de alguna manera su rostro parecía familiar, pero no recordaba exactamente de donde lo recordaba.

El recorrido terminó un poco después, Wednesday se había apartado de Enid para despedirse de sus padres quienes la dejaban atrás en esta prisión llamada escuela.

Optó por ir tras Yoko antes de volver a su habitación, sabía que entender que ahora estarás lejos de casa y dormirás junto con un extraño por un par de años no era algo fácil de digerir, al menos eso pensaba, después de todo, Enid no tuvo compañero alguno desde que comenzó el año, nadie quería compartir la habitación con un olvidado del destinó, un alma a medias.

Yoko se había ofrecido a ser su compañera de cuarto muchas veces, pero Enid siempre se negó, la vampiro ya tenía una habitación y una compañera estable, no quería arruinar eso. Vaya, incluso Ajax y Xavier le habían dicho que de ser posible se sentirían honrados de ser sus compañeros de cuarto. Pero Enid era modesta, en realidad se había acostumbrado a la idea de la soledad eterna, así que realmente no le importaba mucho el asunto a estas alturas.