"Algo no anda bien..."

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Personaje: Andy Barber
Advertencia: mención de maltrato / violencia

Narra Andy

De verdad pensé haber encontrado el amor luego de perderlo todo. Pensé que en ella había encontrado otra vez la felicidad. La esperanza de poder seguir con mi vida, de sentirme normal.

¿No podía simplemente encontrar o mejor dicho enamorarme de otra mujer? Era preciosa en todos los sentidos, y tenía un corazón inmenso y hasta me ayudó a sanar estando en mi peor momento. Pero pertenecía a otro hombre, a mi "compañero" de trabajo, Neal. Y no podía hacer nada para cambiar eso.

Aunque, por un impulso de valentía quizás, tome la decisión de contarle lo que sentía por ella. Sin incomodarla, le invite un café y hablé. Consiguiendo cero respuestas, y escuchando lo que era obvio que me diría.

Ya ha pasado una semana de aquello, y se que me evita, se a que me estaba enfrentando, pero no podía evitar mirarla o preguntarme si había considerado todo aquello que había confesado.

Sumido en mis pensamientos, desde mi oficina vi como Neal y T/n entraban por el elevador, pero esta vez noté algo diferente. Ella se veía diferente, normalmente, entraba con una sonrisa o saludaba a las personas que conocía.

Neal venía, como siempre, con su rostro serio. Llevaba a T/n agarrada del brazo sin que ella respondiera al tacto. Me resultó extraño, siempre entraban de la mano o el detrás de ella, lo normal; aún así, aunque no haya más que amistad, siempre me preocupé por ella.

Vi que se levantó de su escritorio, me fije que Neal siguiera en su oficina, y la seguí.

—Hola T/n —dije a sus espaldas—. ¿Podemos hablar un momento?

—Andy, yo... no creo que sea una buena idea... ya sabes lo que —corte sus próximas palabras, no iba a hablar de eso.

—T/n no es sobre lo que te dije la otra vez, solo quería saber si estaba todo bien, te noté rara hoy cuando entraste y también a Neal, solo para saber si te sientes bien, nada más.

Su mirada decía otra cosa, al parecer no iba a contarme. —Aprecio tu preocupación Andy, pero todo está de maravilla, debo volver, tengo mucho trabajo, nos vemos —Y con esas palabras se fue, dejándome con la intriga.

Más tarde, cuando el horario de todos había terminado, me quede a terminar unos casos pendientes y vi que Neal, que se estaba yendo, fue hacia T/n, ella aún seguía trabajando, y le dijo algo que no logré escuchar, el no mostraba cara de buenos amigos y T/n estaba seria, solo se dedicó a asentir a lo que el le decía.

Cuando Neal se retiró, me acerque nuevamente. Vi que se tomaba su cabeza con las manos. Sin espantarla, toque su brazo.

—Andy, que susto, ¿que haces todavía aquí?

—Tenía algunos casos pendientes, puedo preguntar ¿qué haces tú todavía aquí?

—Ya sabes, ser secretaria no es tarea fácil, pero ya me iba en un rato —ignorando mi presencia siguió trabajando. No iba a irme hasta que supiera que le pasaba.

—T/n, sabes no quiero parecer molesto ni nada, pero como estuviste para mi cuando más lo necesité, quiero que sepas que puedes contar conmigo de la misma manera. A pesar de lo que te haya confesado, como amigos puedes contarme lo que sea.

—Andy, entiendo y agradezco tu apoyo, pero esta todo más que bien, no sucede nada, estoy perfectamente bien —dijo brutamente al último levantado su mirada hacia mi.

Fueron ¿segundos? ¿minutos? En donde solo nos miramos, en donde solo vi dolor y sus ojos cristalizados, apuntó de quebrar en llanto.

—Perdón —secó las pocas lágrimas esparcidas—. Como te dije estoy bien, puedes volver a tu oficina —se levanto tomando sus cosas para irse, pero se lo impedí.

—T/n, por favor ambos sabemos la mentira que estás inventando, ven vamos a mi oficina.

Al llegar, serví agua para ofrecerle, mientras tomaba asiento en el sillón.

—Cuéntame por favor.

—Yo... nose por donde empezar, nose si me vas a creer, si te vas a alejar de mi o no lo se... solo tengo mucho miedo Andy —sus palabras salieron agitadas y me dieron una idea de lo que podía pasar, pero no quería aceptar.

—Miedo de que T/n, que sucede, ¿es Neal? ¿te hizo algo, te lastimó? —asintió mientras sus ojos liberaban pequeñas lágrimas.

—Lo voy a matar —mi enojo estaba creciendo y de verdad tenía ganas de darle su merecido. Pero no podía alterarme, no ahora con ella así.

—Andy por favor, si se entera que lo sabes esto se pondrá peor, no puedo vivir con más dolor del que sufro, por favor solo... solo necesito que me abraces.

—Por supuesto, ven aquí —la acerque hacia mí y me centre en ella, en lo que necesitaba y en ese momento era sentirse segura.

—¿Desde cuando viene sucediendo esto?

—Empezó después de un año del casamiento, solo creí que era algo pasajero, pero solo siguió y siguió. Nunca pensé que el podría hacer algo así, pensé que cambiaría, pero veo que no. Y entonces te vi a ti y vi un punto de luz en todo lo malo.

—Por eso no dijiste nada el día que confesé lo que sentía por ti... porque si el se enteraba... Dios T/n como lo siento, si lo hubiera notado antes. No hubieras sufrido tanto todo este tiempo.

—Andy no es tu culpa, no dije nada ese día porque me aterraba que el escuchara que siento lo mismo por ti —no hacía falta decir nada, ambos sabíamos lo que el otro pensaba—. Hoy dijo que volviera no más de las 10, sabe que tengo bastante trabajo, pero si se entera que estuve contigo... no quiero imaginar lo que sería capaz de hacer, ya no quiero volver a mi casa... a esa casa.

—Escucha, haré todo lo posible para que no vuelva a hacerte daño. Te lo prometo —dije acariciando su mejilla, sólo quería que se estuviera cómoda y tranquila por un instante.

—No quiero regresar Andy, no quiero —su voz se entrecortaba por sus lágrimas que no se detenían, lágrimas que estuvo guardando y nunca logró soltar.

—Lo sé, lo sé corazón, tranquila, encontraremos una solución, podemos comenzar si quieres haciendo una denuncia, pidiendo una orden de alejamiento, necesitaremos evidencia para que se más rápido.

—Tengo algunas marcas recientes y... y fotos que saqué cuando pude. No es mucho pero es lo que pude cuando aún tenía esperanza.

Eso me rompió el corazón, no podía entender todo lo que tuvo que pasar con ese desgraciado, ¿tener que sacarse fotos a escondidas sobre lo que le hacía? no podía imaginarlo.

—Está bien, hiciste bien. Quieres que hagamos eso ahora o mañana, puedes dormir en mi casa a partir de ahora cariño, es más seguro, no va a poder hacerte daño mientras estes conmigo. Soy abogado ¿recuerdas? haré lo que sea por mantenerte a salvo y lejos de el.

Seguimos abrazados por un buen rato, sumidos en nuestros pensamientos, en lo que iba a pasar. Quería cuidarla, protegerla de todo lo malo y tenerla en mis brazos por siempre.

One Shots - Chris EvansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora