˙· ꣠ ⊹❝. ╮꒲ㅤㅤ ۪۪⸙↷ ❞┊

ீ۪۪۫۫ ᩡ"Nuevo comienzo de vida.

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Era una mañana tranquila como realmente cualquier otra.
El cielo de Nevada estaba completamente rojo, aún seguían en un infierno de "Matar para vivir", cosa que a no muchos en este mundo les gustaba hacer.
Ya nisiquiera había animales en Nevada, era todo comida en base a cuerpos de grunts fallecidos, con solo imaginar que no serás enterrado ni menos visto por alguien cercano aquí para una despedida digna y, sobre todo, con cordura, era algo que simplemente tenías que pedir de rodillas rogándole al supuesto dios que tendrías encima de tu cabeza.
Si es que este mismo no abandonó Nevada al igual que todos.

¿Pero por qué hacerlo por una minoría?.
Era solo una ilusión, un deseo inalcanzable a las manos de un soñador completamente cegado de amor y trabajo. Se la pasaba día y noche, a veces no comía ni menos se daba el lujo de descansar, ni hablar de lo poco que consumía de comer, solo se la pasaba tomando café como un desquiciado, un adicto sin control alguno ante su propia droga, esto le hacía sentir bien de todas formas, aún que dañara mucho su salud.

Sin embargo, pocas veces se dejaba acariciar por la calidez de su cama y las sábanas tan suaves y cálidas como la brisa de Nevada.
El ex-cientifico 2BDamned merecía un descanso, más que nada de todo su trabajo, aún que prefería mil veces quedarse con su grupo de amigos en internet, compuesto solo por un par de Fellows y uno en especial, que su nombre siempre se destacó por llevar un 09, era uno de los favoritos para Doc en ese entonces, pero por el simple hecho de dejarle su confianza a alguien que de un día para otro ya estaban compartiendo muchas cualidades claramente iguales y con sus mismos tanto pensamientos como opiniones.

Este a pesar de su historia tras toda esta pesadilla, había convivido con un Wimbleton, en su adolescencia.
¿Y quien diría que ahora iba a lidiar con ese pedazo de escoria que se convirtió en su novio y 2 mercenarios más?.
Efectivamente era irritante, tan irritante que los adoraba sin importar ese pequeño detalle. Aún que a veces les molestaba, siempre tomó a Sanford y Deimos cómo sus hijos, no se que les veía de tierno o lindo pero siempre causaban una discordia entre ellos y ya era raro que la mañana estuviese tan tranquila.
De todos modos, era en parte un milagro, al fin podría descansar un rato sin ninguna molestia en la casa, hasta que se les dé por molestar o simplemente su sentimiento vago de levantarse de la cama se convierta en una rara motivación para seguir pegado al monitor un día más.

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Mientras tanto, en la sala se encontraba uno de los mercenarios más buscados en Nevada, y el más grande de altura en el equipo.
Siempre llevaba sus Goggles y cubrebocas sin importar el calor o frío, solo, los traía puestos a toda costa.
Sin embargo hoy no era el día, se encontraba sin nada cubriendo su rostro, y para rematar, estaba charlando con su compañero sanford.
Aún que era un tipo de muy pocas palabras o sin interés alguno de hablar, al menos le daba un intento de no dejar a su compañero "solo" en la conversación. Aún así, Sanford era quien más tomaba el control en esto, hablando de alguna que otra cosa relacionada a algún sueño que haya tenido o simplemente una torpeza de Deimos. Hank solo escuchaba, silencioso, con atención. No quería que su contrario pensara que hablaba con una pared.

En cambio Sanford, no tenía ese punto en mente.
Le hablaba libremente, sin ningún miedo, en pocas palabras le llevaba la charla con toda la confianza en el mundo como lo hace con su compañero Deimos, aún que el sentimiento que en cualquier momento Hank sería capaz de asesinarlo ahí mismo pasaba por su cabeza, al menos le daba un intento de "amigar" aún más con alguien que no sea Deimos. Además, el vago estaba comiendo y Doc estaba recostado como un maniquí mirando al techo, ya hasta parecía muerto.
Así que no le quedaba de otra, si quería distraerse, tendría que ser con Hank, aún que no fue tan malo como creía, se sentía más que nada como en un psicólogo contándole toda clase de cosas mientras el solo escuchaba o raras veces opinaba, aún que sus expresiones o gestos eran más que suficientes.
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El ex-cientifico, finalmente decidió levantarse de su cama, con un sentimiento de vagancia y cansancio al mismo tiempo. Estaba dispuesto a tomarse un café, por lo que se dirigió silencioso a la cocina, pasando por Sanford y Hank sin saludarlos, era más que común que esto sucediese, prácticamente no le gustaba hablar en las mañanas ya que su voz estaría ronca o rasposa por lo seca que se encontraba su garganta.