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Detengo el auto cuando me encuentro a las afueras de Beacon Hills. Me afirmo en el capó de mi auto mientras miro por milésima vez el reloj de mi celular.
Desvio mi mirada hacia mi herida. ¿El Alfa quería ver mi herida?
—Buenas noches, señorita Argent.— me saluda un hombre de mediana edad con un acento francés.
—Siento la demora, su informe se retrasó un poco, pero aquí lo tengo.Él me muestra un sobre amarillo. ese sobre podría cambiarlo todo. Saco otro sobre de mi chaqueta y se la entregó. —La otra mitad del dinero que te prometí.
—Siempre es un placer hacer negocios con usted.
—Bertrand, jamás nos vimos.— él sonrió y hace un saludo de cortesía. Me dirijo a mi auto y comienzo a manejar nuevamente a Beacon.
Me detengo unas calles antes de llegar al pueblo quedándome cerca del bosque y abro el sobre, mi corazón se acelera cada vez más al llegar al final de su contenido. —No puede ser...
Me sobresalto al sentir como alguien abre la puerta de copiloto. —¿Qué crees que estás haciendo aquí?
—Hola a ti también.— exclama Derek con burla, cierro el sobre y lo guardo en la guantera
—¿Qué necesitas?— preguntó con una sonrisa fingida.
—Tu mano ¿como esta?
—No sabía que te preocupabas por mi. Que lindo.
—No me preocupo.— me dice mientras desvía su mirada. —Necesito descubrir porque el Alfa te hizo esa herida.
—¿Porqué intento herirme?
—No. Hay algo más aquí. Si te lo hubiera hecho por accidente esa noche te hubiera matado.
—Lo herí, Derek.
—No, dejo que lo hirieras.
—¿De que hablas?
—El quería hacerte su Beta.— la miro confundida. No es posible.
—Es imposible, si lo hubiera querido, lo debió haber hecho ayer en la noche.— contestó ante su idea ridícula y me bajo del auto. —¿Por qué?
—No lo sé.
—¿Y tienes que ver tu con esto? ¿Quieres ayudarme o qué?
—Me ayudaste a curarme y no quiero deber favores. Después de todo los dos buscamos al Alfa, supongo que te serviría mi ayuda.
Me río ante su comentario. —Bien. Pero el Alfa será mío.— digo y el me mira con desafío. ¿En qué te acabas de meter Diana, en qué?
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Destino ๑ [Vol. 1]
Fiksi Penggemar¿Tres caminos y un destino? La vida nos enseña veces a elegir muchos caminos para llegar a nuestro destino pero a veces elegimos el equivocado. Tres caminos que cambiaran abruptamente, un destino por elegir. El amor, la amistad o la venganza. Pero...