「 Reo Mikage, un chico de 17 años que cursa el penúltimo semestre de preparatoria, acostumbrado a tener todo lo que quiera al alcance de sus manos y estar rodeado de gente gracias a su increíble carisma y popularidad en la escuela, se topa con una b...
Reo corrió al lugar de la contraria con una lonchera más grande de lo habitual y la invito a almorzar de nuevo.
-- Aoi, ¿te parece si hoy comemos en otro lugar?
Preguntó el chico de ojos morados.
-- Bueno.
-- Bien. ven, sígueme.
Mikage subió a la azotea seguido de la peli-azul que se preguntaba a dónde irían.
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Cuando llegaron a la azotea de la escuela, se sentaron en una esquina, como siempre Aki frente a Reo.
-- Mira, traje esto para compartir.
Comentó Reo con su particular voz grave pero a la vez con un tono agradable y tranquilo.
La chica abrió los ojos como platos al ver el contenido del toper.
-- Son...
-- Si, tus favoritas ¿no? Ayer estaba viendo un documental de frutas, las ví y me recordaron a tí.
Si, ese chico era un gran mentiroso. Le salía natural ciertamente.
¿Documental de frutas? ¿De qué tratará eso?
Se preguntó la chica mientras miraba al chico con detenimiento esperando a que le diera permiso de tomar una.
-- Agarra, vamos. Son para compartir, es más, cómetelas todas, yo no tengo mucha hambre.
Le extendió el toper con las fresas con chocolate a su compañera de clases y ésta lo tomó y empezó a comerlas.
-- Gracias.
Respondió agradeciendo con su dulce voz que no acostumbraba mucho a mostrar.
Que linda se ve comiendo.
Pensaba el chico mientras la miraba con detenimiento.
Perspectiva de Reo
Un día antes en la tarde.
¿Qué puedo hacer para que Aoi no se sienta incómoda cuando estoy con ella y sea capaz de mantener una conversación conmigo?
Tal vez... podría prestarle algún manga para así empezar a crear confianza entre los dos... pero nunca me dijo cuáles eran susfavoritos ¿y si le presto uno que no le agrada?
Me encontraba acostado en la cama de mi habitación mirando hacia el techo pensando en un plan para llamar la atención de Aoi.
Recordando conversaciones que había tenido con ella, se me ocurrió comprarle su postre favorito para invitarle mañana.
