14| Para los gustos los sabores ✔️

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Oriana.


—¿Así que te estás enrollando con Arz? —Cerré el casillero con un suspiro, pensé que me libraría de ella, pero fue una equivocación mía.

—Eso parece.

—¿Eso parece? Te recuerdo que estabas en nuestra casa el sábado y Adam te vio en su habitación muy sospechosamente debo decir, y hoy. Hoy viniste en su auto tomados de la mano.

—Sí, ¿eso qué tiene? —Pasé de su lado aparentando desinterés en la situación. Era obvio que lo que sea que dijera no sería creíble para Mia, ella conocía mi historial con Arzen y me conocía lo suficiente como para saber que no era chica de ligues casuales y menos con un chico como él.

—¿Te estás oyendo? Hace unas semanas te daba igual la existencia de Arz ¿Y ahora de la nada estás enredada con él? ¿Y desde cuándo te gustan los ligues casuales?

—Las personas cambian.

—Sí, pero no de la noche a la mañana.

—Mia créeme, no tiene importancia.

—Oh claro que la tiene, no puedo pensar en qué momento sucedió eso, si cuando te quejabas de su presencia aquí o cuando ibas embobada tras Oliver ¿Porque aún te sigue gustando Oliver verdad? —rodé los ojos, pero ella tomó eso como una señal—¡Oh mi Dios es por eso! ¿Quieres olvidarte de él y por eso te metiste con Arz?

Bueno, creo que hizo mucho más fácil todo esto.

—Sí—suspiré, ella se acercó y me abrazó.

—Mierda, ¿por qué no me lo dijiste antes? —me encogí de hombros.

—No lo sé, supongo que no quería que pensaras mal de mí. Él es tu amigo.

—Y tú eres mi mejor amiga. No iba a juzgarte por eso.

—Supuse que si estaba con alguien más olvidaría a Oliver.

—¿Y está funcionando? —la miré.

—Bueno...—Oficialmente era la peor. En mentiras y sobre todo mintiéndole a Mia, pero afortunadamente ella cambió de tema.

—¿Cómo es? He oído a alguna que otra chica hablar de Arz en la intimidad, pero nunca he escuchado nada de alguien tan íntimo.

—Él es...—No tenía ni idea—Es increíble sabes, no es como yo pensaba, y es tan bueno con sus...—Ella abrió los ojos en espera de que terminara la oración— palabras. Le encanta decirme cosas todo el tiempo.

—Está bien si quieres guardarte la aventura—picó mi mejilla con su dedo—Pero a pesar de que entiendo por lo que lo estás haciendo, no creo que sea lo mejor.

—¿Por qué?

—Porque no eres una chica de ligues casuales precisamente y menos con alguien como Arz, no quiero que...

—No saldré herida de esto créeme, sé que es algo casual.

—No lo decía por ti exactamente. —fruncí el ceño mientras nos alejábamos por el pasillo.

La sola mención era muy ridícula, no le conocía ninguna novia a Arzen y pudiese ser que las tuviera, pero en este momento estaba casi completamente segura de que no las tenía ni les interesaba tenerlas. Menos encariñarse de ellas.

—Entonces.

—¿Entonces qué?

—¿Te gusta Arz?

—No—contesté de inmediato y ella frunció el entrecejo.

—¿No te gusta él chico con el que te estás enrollando?

—Bueno sí, es... más o menos. —Mia se detuvo en medio del pasillo con una sonrisa.

—Sabía que tanto problema entre ustedes se debía a que secretamente se gustaban.

Oh vaya.

—¡Ya sé! Podemos salir los cuatro. Tú, Luke, Arz y yo.

—No—la detuve—Recuerda que esto es casual, nada de citas o romance o esas cosas. No estoy tan loca como para convertirme en novia de Allen.

—Eso ya lo veremos. Me tengo que ir, tengo una propuesta del periódico estudiantil que mostrarle al director.

—Rómpete una pierna.

—Espero que con un brazo baste.

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In Search of LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora