22| Las complicaciones de un acuerdo ✔️

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Oriana.

—El alumnado ha votado y tenemos los resultados aquí—El director Coleman movió la caja frente al pequeño grupo reunido en la biblioteca—Así que muy amablemente les pediré a los candidatos a presidencia para culminar el comité de cuarto año que suban a aquí por favor.

Me levanté de la silla y Mia palmeó mi espalda a modo de suerte, cuando llegué hacia Coleman me puse a su lado derecho al igual que le otro chico llamado Isla, Samantha se fue a su lado izquierdo. Tal vez su mirada fuera la más segura que habría visto jamás, de hecho, destilaba una grandiosa confianza segura de sí misma y de que ganaría. En lo personal había hecho lo necesario en estos días.

—Antes de contar los votos ¿Algunos de ustedes tiene algo que decir? —cuestionó y ella fue la primera en acercarse.

—Muchas gracias director Coleman—Se dirigió al grupo de estudiantes reunidos—Solo quiero decir que estoy orgullosa de haberse sido escogida presidenta dos años consecutivos—rodé los ojos—Y que para este año tengo muchas grandes ideas para alumnado de Hyde así que seguro será un honor poder serlo otra vez y que gane el mejor.

Los chicos aplaudieron—De acuerdo, ¿Oriana? ¿Isla?

Negué ante la pregunta, ya había dicho lo necesario en estos últimos días, así que solo escuché lo poco que Isla decía, (que en realidad eran muy buenas ideas) y me concentré en la mirada segura y confiable de mis amigos, aunque no todas decían lo mismo. Oliver Moore estaba cerca de sus compañeros y lejos de prestarle atención al absurdo de su novia toda su mirada estaba en mí.

En las últimas semanas habíamos discutido más que en todos los años que teníamos conociéndonos, él pensaba que yo me estaba equivocando y yo estaba muy segura de que era él quién lo hacía, ¿Porque quién demonios se quedaba tranquilo con alguien como ella a su lado? No solo era por el hecho de lo terrible que era como novia, sino que también lo era como persona, pero a mi ex mejor amigo parecía importarle un bledo, eso o estaba llegando a creer que la chica tenía una vagina mágica.

Volví mi mirada hacia él con el ceño fruncido. Su escrutinio me estaba incomodando y estaba lejos de estar pendiente a lo que debería así que alejé mis ojos de él para concentrarme en otro punto, pero donde volvieron a caer no se podía decir era mejor lugar de donde estaban antes.

El revoloteo en mi estómago se desató como una bandada de mariposas enloquecidas.

El acuerdo con Allen era casi inverosímil, una cosa era fingir que éramos algo ante los demás y otra muy diferente era pactar para hacer cosas como besarnos en los lugares más estrechos, y dejarlo que me tocara y devolverle el gesto. Era tan descabellado como el tornillo que estaba segura se me había zafado cuando acepté y sí, al sol de hoy no me he cuestionado internamente el hecho de por qué terminé aceptando y tampoco iba a hacerlo. Me daba más miedo saber la razón a seguir con este absurdo.

Como si hubiese leído mis pensamientos me dio una mirada comprensiva que calmó el retortijón en mi estómago y también los nervios. No nos habíamos visto en estos días, y no porque estuviera huyendo de él, de hecho, los dos teníamos muchas cosas, y apenas con ese beso del jueves se había quedado todo en calma.

Un beso que por cierto aun sentía hormiguear en mi boca, dudaba existiera alguien que besara de una manera tan abismal como lo hacía Arzen, y que aun después de haberlo hecho siguiera rememorándolo una y otra vez como las vueltas que de una canción en un tocadiscos.

"Lo harás bien"

Articuló con sus labios y levanté la esquina del mío.

"Eso espero o todo este trabajo no habrá valido la pena"

In Search of LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora