Capítulo 16

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Eloy Grace

—¿Segura que hay que salir de la cama? —cuestioné mientras besaba el cuello y la mandíbula de Claire—, porque en verdad se siente muy bien aquí.

La escuché gemir ante el roce cuando volví a entrar en ella. Íbamos con suavidad y aunque estábamos en una posición no demasiado recomendada, encontré la manera de hacer que ella estuviera cómoda.

En el momento que escuchamos a Sienna decir "Fuera de riesgo" pudimos realmente respirar. Claire tiene seis meses desde hace dos semanas, y finalmente su prima nos aseguró que el bebé está a salvo y que podíamos retomar nuestra vida sexual, si así lo deseábamos, aunque por supuesto, igual con el cuidado necesario.

—Se nos va a hacer tarde —apenas pudo decir en un hilo de voz.

—¿Entonces quieres que pare? —yo me sabía la respuesta, pero me sentí en la obligación de preguntar, sólo porque quería confirmar.

Claire negó con la cabeza, llevó una de sus manos a su cara y presionó el dorso de esta en el puente de su nariz. Estaba roja debido a la excitación, se encontraba algo sudada y sus pequeños gemidos continuos me hacían entender lo cerca que estaba.

—No te atrevas a parar —pidió como pudo—. Voy a...

Se detuvo en el momento que la puerta de la recámara se abrió de golpe, entonces me salí de ella enseguida y logré cubrirnos a los dos a tiempo, antes de que la persona que había entrado nos viera. Nos tomo unos segundos a ambos darnos cuenta de quién nos había interrumpido, pero en el momento que figuré su rostro, tuve que girar los ojos.

—Esto tiene que ser una jodida broma —me tiré hacia atrás, quedando de espaldas en el colchón, presioné mis muñecas sobre mis ojos mientras tomaba una fuerte respiración—. Son las seis de la mañana, ¿Qué demonios vienes a joder a esta hora?

—Primero, me bajas la voz y manejas tu tono —respondió Aqua, igual de molesta. Me apoyé con el codo, buscando verla a los ojos para que entendiera que me estaba fastidiando—. Segundo, ¿No encuentran qué más hacer además de esto? —movió ambas manos, refiriéndose a que, obviamente, Claire y yo estábamos teniendo sexo.

La madre que me parió, juro que un día me voy a volver loco.

¿Cuál es su maldito problema?, ¿No fue ella la que insistió en que su hija de dieciocho años se acostara conmigo sin descanso para que la embarazara? Ahora estamos casados, Claire tiene veinte y nuestro tan anhelado bebé se desarrolla dentro de ella, ¿Y no podemos disfrutar de nuestra intimidad?

No joda, no hay quien la entienda.

Claire es mi esposa y es nuestro asunto, como un matrimonio podemos decidir cuándo y cuándo no hacerlo, Aqua se ha metido lo suficiente con ello antes, nunca ha tenido el derecho de hacerlo, pero ahora mucho menos.

—Mamá, al menos un poco de privacidad —pidió Claire, asegurándose de que yo estuviera bien cubierto—. ¿Pudieras, por favor, irte de aquí para que mínimo nos vistamos?

—No, tengo que hablar con ustedes —la rubia se encaminó a la cama, sentándose del lado de Claire.

Me encargué de subir la sabana un poco más por el cuerpo de mi esposa, tratando de no dejar nada a la vista, eso aunque sea su madre la intrusa.

Por Terra, no sé cuál fue el mal que hice para tener a esta mujer como suegra. Lo peor de todo es que yo solía adorarla, pero estos últimos meses, nuestra guerra nos distancia más y más. Pero yo no pienso ceder, ella es la que está cruzando todos los límites.

—Por lo dioses, Aurora —hablé con enojo—. ¿¡Quién demonios la dejó entrar así!? —alcé la voz lo suficiente como para que los guardias afuera escucharan. Regresé la vista a mi suegra—. Salte.

La Guerra {Elementales II}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora