Después de tantos años y años de espera, Aridum por fin tiene un monarca... una reina para ser exactos. Una reina que si bien está hecha de luz, las sombras luchan por arrastrarla a la oscuridad.
Una reina...
Justo lo que el pueblo no quería: Una...
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Cassiel Grace
Eliana no era tonta. Tal vez ridícula sí, pero no tonta.
En verdad era muy inteligente, y no tenía que contarme sus planes para comprobarlo. De hecho eso la hacía aún sabia: callarse sus ideas y no alardear con nadie de sus buenas estrategias. Eso era algo que no todos sabían hacer.
Como personas somos propensos a comentar sobre nuestros proyectos o sobre nuestros logros porque esperamos que los demás nos elogien a cambio. Estamos necesitados de aprobación, y lamentablemente, por querer sentirla, se destruyen metas. Eliana es lo suficientemente capaz de seguir adelante sin la necesidad de que otros la feliciten por su ingenio, y eso sin duda es de admirarse.
Otra cosa es que yo ya conociera sus ideales parcialmente, y había sido esa poca información que poseía lo que me había traído hasta aquí.
También supe mantener en silencio mis planes, pues sabía que si lo comentaba, iban a impedírmelo y jamás podría llevarlo a cabo.
No es que diga que otros sean tontos por comentar lo que pasa por su mente, la verdad es que todos llegamos a sentir la necesidad de ser aprobados por alguien. Muchas veces queríamos los cumplidos por un poco de ánimo y motivación, en otras ocasiones era por una segunda opinión, y aquello también era válido. Aún así, siempre es mejor trabajar en silencio y que las cosas salgan bien, que haciendo ruido para que otros se atraviesen en el camino.
Y por lo muy complejo que es su propósito y todo lo que debe de hacer de por medio, debe de haber estado planeándolo por años, sola y sin opinión de terceros.
Sólo que parte de su plan fue descubierto por Austin, quien me lo contó a mí, y yo se lo hice saber a Eloy, que a su vez le iluminó a Julian acerca de la situación. Ella no era tonta o mala estratega, sólo una demasiada confiada en sí misma.
Su idea ha sido interceptada por nosotros y nos mezclamos en el diseño original de su perfectamente construida maquinación, unos más que otros, específicamente yo, más que los demás.
Y sí, sé que tal vez fui un poco irresponsable en cuanto a mi relación al no comentarle a Julian lo que haría, pero Austin y yo sabíamos que él no me lo permitiría si se enteraba, y necesitábamos que ella probara su punto para que nuestro plan siguiera adelante.
Estamos moviendo los hilos de la situación junto a ella, y era una oportunidad que no podíamos perder. Aún si no conocemos por completo su objetivo, teníamos valiosa información que debíamos usar sabiamente, y era nuestro momento para hacer algo, así que lo hicimos... yo lo hice.
Que sí, me arriesgué, sabiendo que existía la posibilidad de que ella se equivocara con el ritual y me terminara matando de manera definitiva en el proceso, pero confié en sus conocimientos y permití que esto avanzara porque era lo mejor. Ahora es nuestro turno de cuidar a Claire, como su consejo, como sus amigos, como su familia.
