~La Convalescencia~

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¡Muajajaja! ¿Se lo creyeron verdad? ¡Por favor no me odien por eso! Pero las mejores historias necesitan algo de drama... además le tocaba a ella contar aquello porque pues, lógicamente yo no podía si no estuve ahí. Además quedaba muy raro si yo ponía algo como, las 2 mujeres que he amado se estaban intentando matar entre sí. Sería un buen resumen pero definitivamente no es algo que me gustaría contar. 

Pero regresemos a dónde me quedé; no sé si han estado bajo los efectos de la anestesia pero es como estar drogado, claro que en mi caso yo estaba dormido porque me estaban sacando balas del cuerpo; pero en mi cabeza pasaba de todo; tuve un sueño muy bonito, era mi boda, vi a mis amigos acompañándome ahí, las flores que decoraban el lugar, al ministro que nos iba a casar y el bonito lugar en donde sería la ceremonia; yo llevaba un traje color negro con moño y cola larga como esos antiguos que usaban los caballeros con sombrero de copa. Me veía súper bien... pero nunca vi a la novia, la música comenzó, los invitados se levantaron pero nadie apareció; todo mundo miraba con emoción pero nada pasaba; ¿por qué no llegaba?, ¿se le hizo tarde? Pero no, no llegó nunca y me sentía bastante desesperado por eso así que comenzaba a correr por el pasillo de la capilla saliendo de esta, todo se oscurecía y de pronto iba cayendo en un pozo que no se terminaba, a veces habían vueltas como un tobogán inmenso y oscuro, no se veía el final, pero podía escuchar el eco de voces, primero a Bakugou diciendo algo que reconocí de inmediato. 

- Si este tuviera a la indicada no se tiraría a media ciudad. - 

- ¿Bakugou? - Le hablé pero ahí no había nadie, esa conversación fue en el elevador del hotel en París el día de la gala; después escuché a mi mamá; era su voz y sonaba triste. 

- Nunca te regaño por las cosas que haces, pero siempre me preocuparé por ti. - 

- ¿Hola? - Ella tampoco estaba ahí; eso me lo dijo por teléfono hace tiempo. También escuché a Kirishima 

- ¿Y si intentas conquistarla bro? – Esa conversación fue en el bar el día de los exámenes. ¡Vaya que estaba drogado! No sabía qué estaba pasando la verdad y las vueltas me estaba comenzando a marear; de pronto sentí mucho frío y me crucé de brazos, seguí bajando con el frío que me calaba los huesos como si estuviera desnudo enterrado en nieve; tiritaba, hasta me castañeteaba los dientes. 

- ¡Maldita sea qué frío hace! - Me quejé intentando cerrarme el saco que llevaba puesto pero se fue terminando el tobogán y caí de bruces; la superficie era al parecer metálica, estaba fría y mojada con algo y habían 2 extremos; en uno se veía una salida al fondo, a una distancia considerable; del otro lado se veía otra salida con obstáculos; no se veía clara ni el camino libre como la otra, suponía tenía que elegir uno. - Perdón pero al diablo los obstáculos. - Y comencé a irme por el que estaba libre, me di cuenta que me sentía bien, tranquilo, incluso feliz; pero de pronto algo pasó; mi quirk se activó por sí sólo y la estática comenzó a salir por su cuenta. - ¿Qué rayos? - Me miré las manos pero resulta que no era mi cuerpo; la estática sólo le rodeaba, la sentía en mi cuerpo, en mi pecho; dentro de mi corazón y luego todo se calmaba; así pasó 3 veces y en la última me di cuenta que la salida se alejaba más y más. - Esa es una manera muy cruel de hacerme tomar la otra ruta. - Me quejé porque parecía que era una señal de que me estaba equivocando; dicen que lo fácil no es siempre lo mejor. - ¡Agh! - Y me di media vuelta para tomar el otro camino. 

Caminé un rato aunque no sé cuánto pasó exactamente, no se veía avance porque la salida estaba lejos y estaba oscuro, curiosamente si podía ver los obstáculos del camino; esquivé de todo y seguí avanzando y de pronto me sentí tranquilo hacia esa dirección, como si todo estuviera bien y no entendía la razón de ello pero continué, sintiendo esa emoción por llegar a la meta. "¿Qué hay allá?" Me pregunté porque ni siquiera sabía si tenía sentido, recuerdo que en el camino escuché otras voces pero no entendí qué decían; se oía distorsionado y también escuché el pitido como de aparatos, no supe qué eran pero fui comprendiendo que estaba en el sueño de mi anestesia... Así descubrí que no me morí en ese momento cuando me quedé dormido, que sólo perdí la conciencia pero fue lindo hacerlo mientras la miraba, aunque claro ella estaba llorando, pero fue lo último que vi antes de dormir y me gustó. "Sería super hacer eso, verla siempre antes de dormir" Era como una especie de epifanía de lo que quería en el fondo. "Debo hacerle la pregunta, debo planear algo romántico pero sin caer en lo cursi, algo que le guste" Me dije porque por eso sí que quería vivir, quería vivir muchas cosas a su lado porque, si me gustaba como amiga, como novia iba a ser lo mejor. 

~Una Noche en París~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora