~ "ℌ𝔬𝔯𝔯𝔬𝔯𝔥𝔬𝔲𝔰𝔢" ~ ─── 𝘿𝙧𝙖𝙘𝙤 𝙈𝙖𝙡𝙛𝙤𝙮 [𝑯𝒐𝒖𝒔𝒆𝒔; 2.0] ~

Cₕₐₚₜₑᵣ ₁₆

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DRACO MALFOY

Entro al departamento limpiando las lágrimas secas de mi cara.

Maldita mentirosa.

— Sal ya, Freya. — La mujer con el cabello lacio y más blanco que negro hace caso dejando el cuarto.

No tiene ninguna capa puesta, es irreconocible a mi vista, sus ojos claros ya no lo son, su piel blanca con tonos rosados ha desaparecido y ahora es alguien sin toque dulce, si es que alguna vez lo tuvo.

Ella está muerta, de algún modo al verla directamente sé que lo está.

— Malfoy. —Su voz es diferente.

—¡Eres una mentirosa de mierda! — Camino hacia ella rugiéndole en la cara. — ¡Todos estos putos años pensando que estabas muerta! —.

Estoy a nada de derrumbarme.

— No ha sido mi culpa. —Responde de una manera tan fría que siento que me ha dolido más que cualquier cosa. — No te he pedido que me extrañes como lo has hecho, supongo que ha sido tu inconsciente tratando de librarte de toda la culpa—.

No tengo ni la más mínima idea de que habla.

— ¿No te importa? — Cuestiono centrando mi mirada en ella. Sus cejas están fruncidas, sus labios no tienen color, me siento extraño al tan solo mirar sus ojos. —No, no te importa. — Me respondo yo solo al notar su actitud.

—¿Que mierda haces aquí entonces? — No tiene nada que decir. — Lárgate de una puta vez y olvidemos todo esto, continua con tu falsa muerte y yo sigo con mis terapias y conflictos mentales. — Me muevo señalando la puerta.

— Ya quisiera yo que fuera tan fa-...— La corto tomando la palabra con sarcasmo.

— Es ahora cuando sueltas tu romántico perdón y lloras diciendo que todo lo que has hecho ha sido por mí, así que, por favor, estoy esperando—.

— No, yo no soy tu. — Responde con ese tono que no he escuchado nunca más en ninguna persona.

Auch...

— Claro que no lo eres porque yo nunca sería tan mierda contigo. — Levanto los hombros con una sonrisa irritante sacando la pequeña licorera del bolsillo de mi gabardina colgada en la entrada.

— Creo que lo que necesitas escuchar es que lo siento, así que lo hago. — Suelta con ligereza absurda. — Los dos nos hemos dañado lo suficiente he de admitir. Agradezco que ahora ya sabiendo que fue de mí, podamos acabar con todo este ciclo, Malfoy. — Admite seguido de un suspiro caminando hacia la puerta.

Hablo y ni siquiera sé por qué. —¿Te has visto? — Se detiene. —Has visto cómo te vez, has visto que no eres nada de lo que eras, que en vez de mejorar y largarte a otro continente a tener la vida perfecta con otro que, si te hiciera feliz, te has vuelto el principal problema de todo un país—.

— No hagas como si mi futuro hubiera sido un misterio, tu sabias más que nadie como yo iba a terminar.

— No, esta no era tu manera de terminar. — Defiendo todos los planes que nos idealizamos y a los cuales le agarre más cariño de lo que alguna vez admitiré.

— Tu no podías salvarme—.

— No es lo que trataba de decir, y no, no podía hacerlo, pero yo por lo menos te amaba. —Suspiro vaciando el contenido de la licorera en mi garganta. — Y creía que en algún punto eso te iba a curar.

— Ese es tu problema. — Habla dándome la espalda mirando aun hacia la puerta. — Te creías todos los cuentos de Perseo tratando de curar algo que nunca se pudo. — Sus manos salen de sus bolsillos. — La Freya de la que te enamoraste, era la Freya que tu creaste a base de mentiras y romance adolescente, no era la Freya que estaba destinada a ser, no era la que tenía que ser...