Episodio treinta y cinco

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Juego en línea + lluvia
+ mates = amor.

Mientras Emi me veía sin poder creer lo que había salido de mi bendita boca, mi jefa aceptaba gustosamente.

Termine mi junta y de anotar algunos números para analizar y verificar. Necesitaba tiempo de trabajo, quizá.

Mí día estuvo corto, mientras Emi me cebaba mates, me mantenía al margen de no equivocarme en ningún porcentaje o producto. Tenia que enviar en informe bien revisado y realizado.

Emi se puso a hacer un vivo en ig, y me mostró mientras yo con cara de muerta veía la computadora.

- Y esa hermosa mujer de lentes, es mi esposa, wachos -sonrió y me guiñó un ojo.

Apenas dijo esposa, eleve mi mirada sorprendida, sin formular ni una sola palabra.

- Toda no es mi esposa, pero digamos que futura -rió y fue a sentarse al sillón.

Seguro vio mi cara de devastada y no quiso seguir existiendo en mi espacio trabajoso.

Hice todo y lo mande, ya realizado y controlado. Me respondieron a los 15 minutos. Me dijeron que estaba bien hecho, y pronto me enviarían un curriculum que analizar y aceptar o no al cliente que se presentaba.

Fui a sentarme, mejor dicho acostarme al sillón y mi cabeza cayó en el hombro de Emi.

- La puta que me parió -me queje.

- ¡MI AMOR! ¿¡ESTAS BIEN!? -agarró el teléfono- CHICOS, SE CANCELA LA BODA, MI NOVIA SE DESNUCA -alterado respondió.

- Que exagerado, solo fue un golpe -me sobe y reí.

- Chicos -volvió a agarrar el teléfono-, mi novia esta bien, solo cayó en mis fuertes y firmes hombros. Igual, quien no se desnuca cayendo sobre mí -dijo- ¡AY! -saltó y me miró fijo, mientras me cagaba de risa.
Chicos, no creo que este vivo para la final. Haganme un edit de una tumba, pero que este al lado de Mbappé, me ponen una foto cuando estaba bailando y con la copa del mundo, porfa -pidió y sonrió.

- Humilde siempre -reí y cortó el vivo.

- ¡VENI PARA ACA!

Corrió detrás mío, mientras gritaba como loca y reía. El atuendo no me ayudaba mucho que digamos pero, no me importaba nada.

Se escondió en el baño y no salió hasta que me fui a buscar agua. Me asusto y le cague largando el vaso, se mojo entero pero cagandose de risa, siempre.

- Me tenes tan enamorado que solo me río. Si no, te imaginas... Yo desgarrandote el cuello, mentira -se reía pero quedó serio.

- No das más de esquizofrenico, ¡TE AMO! -salté y me agarró, para luego acostarnos en el sillón y pensar en que podíamos hacer.

- Amor -lo miré-, ¿JUGUEMOS AL COUNTER? -salté de felicidad y asentí.

Subimos a mi pieza y le di una computadora que también tenía el counter.

Ambos entramos y estábamos por conectarnos.

- NOOOOO, ¿¡POR QUÉ SOS TERRORISTA!? -grité exagerando.

- Están más piolas, no seas gede, gordita -dijo tranquilo y lo miré de reojo.

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- TOMAAAA, TE MATE POR VENDE AMOR -me levanté feliz, a gritarle que lo había matado.

- Quiero ser policía, exijo serlo. -se cruzo de brazos y me miró riendo- QUE POLICÍA MAS LINDA TENGO -silbo- ARRESTAAAAMEEEEE -insinuó esposas, lo que me hizo reír.

- Cambiate de equipo, así nos vamos juntos y matamos al pedazo de cinta roja -agarre el mouse y volvimos a comenzar.

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- ¡AMOOOOOORR! MATE A UN HOMBRECITO Y ME QUEDE SIN PLATAAAA -se desesperó y reí.

- Gordo, si aprietas la "E", te persigue y da plata. Pero si lo matas, se te quita todo, ¿entendes? -explique y asintió.

Así nos pasamos toda la tarde jugando y divirtiéndonos. Al parecer, le gustaba muchísimo jugar al counter, por lo que jugamos varias partidas.

La relación, si bien con Emi, cambió bastante. Antes estábamos como muy desesperados, ahora solo nos dedicamos a pasarla bien y estar en tranquilidad como siempre.

Me había sentir bien verlo tan entretenido, jugando y matando. Insultaba a sus compañeros porque según él, no le dejaban escuchar los pasos.

Supe que desde ahora, su mapa favorito era el de la oficina. Y odiaba al muñequito blanco y máscara negra, como jugador de los terroristas.

Nunca me insultó o hizo algo porque me moría o simplemente no aportaba nada. El siempre me abrazaba o se reía porque largaba la bombita de flashback y me cegaba yo misma.

Traje el mate y los pasteles que quedaban del desayuno. Eran las 2:35 pm, pero ninguno quería cocinar, tampoco era que queríamos.

Mientras cebaba, el jugaba y mataba a todos. Ya me imaginaba. Emiliano cambiandome por el counter strike.

Note que se empezó a estresar demasiado, por lo que dejo la computadora y se giro hacia mí, mientras me reía.

- Jugaste muy bien, gordo, un groso -lo abracé.

- Ya sé, princesa. Ahora, ¿seguimos viendo the walking dead? -me cargó como bolsa de papa y me dejó en mi cama.

Prendí la tele y fui a Netflix, para poder seguir viendo twd.

- DIXON, TE AMO LINDON -grité cuando lo vi cargando su ballesta.

- A mi me gusta Carol o -lo interrumpí.

- GLENN, TE CHAPO TODO -feliz saltaba, mientras recibía miradas de Emiliano.

- Que decía -respondió Emiliano.

- Mejor veamos los jóvenes titanes

- Me parece bien, mi princesita -dejó un casto beso en mis labios y sonrió.

Vimos un par de capítulos y caímos rendidos al tercer capítulo de la serie.

Me alegra poder recrear cosas que siempre desee con el amor de mi vida.

Pero mi momento favorito del día, fue verlo jugar al counter, mientras llovía intenso y le cebaba mates.

Bueno, con Emi, todos los momentos eran mis favoritos.

𝖨𝗇𝗌𝗎𝗉𝖾𝗋𝖺𝖻𝗅𝖾𝗌. || 𝖤𝗆𝗂𝗅𝗂𝖺𝗇𝗈 𝖬𝖺𝗋𝗍𝗂𝗇𝖾𝗓. Ⓒ︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora