Hace poco estuve en un taller virtual de redacción de novela con el autor de "El hombre que hablaba de Marlon Brando" John Jairo Junieles como profesor, un novelista medianamente reconocido aquí en mi país, Colombia.
Este hombre estaba loco, no podía mantener una sola idea por más de un minuto, siempre interrumpía a todos y parecía no tener noción de lo que es escuchar sin comentar. Pero fue gracias a él que conocí la cura hacia porqué sentía que había fracasado en la vida por el simple hecho de preferir escribir fanfics que historias originales.
Jonathan Lethem, contra la originalidad.
Este es un ensayo muy bien estructurado en el cual nos dicen en pocas o muchas palabras: plagiar está bien.
Si, suena un poco escandaloso esta primicia, pero verán, en realidad todo es un maldito plagio, vivimos en un plagio constante porque a estas alturas de la vida nada puede ser inventando, lo único que hacemos en "innovar" que es la forma en la que yo llamo unir dos conceptos de algo para hacer algo diferente.
Y es cierto, a los escritores o lectores de fanfics se nos critica constantemente por tener falta de imaginación, por colgarnos de la fama de otros, por ser básicos, por estar trastornados al distorsionar los conceptos originales de historias o personajes.
Pero entonces conoces series como Elementary, un programa donde cogen el libro de Sherlock Holmes y lo ponen en un contexto moderno estadounidense con un drogadicto ricachón rehabilitado que junto a una mujer de apellido Watson resuelve asesinatos... ¿Acaso no es eso prácticamente un fanfic televisivo?
Otro ejemplo fácil es todo el mundo de la mitología. Récord of Ragnarock, Dioses americanos, Lucifer, Percy Jackson, God of War y otros cientos de historias más tienen como base textos mitológicos como el Oráculo de Delfos, La Ilíada, La odisea y La Eneida.
Aunque claro, todos los ejemplos anteriores que he tomado tienen una particularidad en común que lastimosamente nosotros no tenemos a nuestro favor: sus autores originales llevan siglos muertos.
Resulta que, según la ley de derechos de autor, tú puedes usar libremente una historia cuando su autor lleva mínimo 80 años de fallecido o no hay nadie que reclame su parte del pastel. Por eso es que aquí mismo en wattpad consigues el libro completo de El gran Gatsby, Orgullo y prejuicio, Sherlock Holmes o incluso creo que tienen El Quijote de la Mancha. Porque claro, ya no hay nadie real a quien puedan estar robando... legalmente hablando, claro.
Con todo esto que les he dicho es para que vean que en realidad los fanfics, los fan arts, los fan comics, las fan series no están hechas simplemente para pegarse de una obra original, si no para enriquecerla. Muchos de nosotros si no tuviéramos los fanfics seguramente no tocaríamos un libro, yo tengo algunos en mi biblioteca que no toco porque me llama más la atención leer sus babosadas de "se sonroja y gime" donde puedo interactuar en comentarios con otros extraños que realmente leer la "verdadera" literatura.
Si, es cierto que existen fanfics que tienen de todo menos algo rescatable, son verdaderas joyitas de shitposting y otras que parecen fumadas. Pero hay un grupo muy bien merecido de fanfics que literalmente podrías cambiarles los nombres a los personajes y saldría al mercado como un libro más, porque lo único en que realmente se basa es en las personalidades y apariencias (y esto último puedo jugar a favor y en contra).
Así que bueno, en resumen, de este primer consejo:
No te menosprecies o te avergüences de escribir fanfics, nada es 100% original, no estás lucrando con la obra de nadie y si alguien te hace creer lo contrario, ahora tienes bastantes argumentos que podrás nutrir si leer el ensayo que te dejé al principio. Búsquenlo, está gratis por ahí.
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Como escribir fanfics sin abandonarlos en el intento
RandomDesde mi vaga y precaria educación superior en escritura y mi extensa experiencia en el mundo de los fanfics, hoy les traigo un libro netamente de consejos sobre como escribir este genero infravalorado sin llegar a ese punto común donde todos decimo...