ACÁPITE 🍃4

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El sonido de mi alarma me hizo despertar y estiré mis brazos y piernas con pereza. No quería levantarme.

Pero hoy era el gran día.

Me levanté e hice mi cama para luego irme a bañar. Poco después ya estaba vestida con un pantalón negro, camisa azul cielo y zapatos bajos. Decidí dejar mi cabello al natural, lasio.

Me asomé por la ventana y noté que estaba lloviendo un poco, el cielo estaba grisáceo. -¿Qué? Tiene que ser broma.

Tomé mi chaqueta por si acaso, quien sabe si él desee salir así.

Bajé a la cocina y mamá y mi hermana estaban de la misma forma que ayer, saludé pero no me respondieron. ¿Qué les sucede?

Me sentí extraña por un momento mientras comía, pero, no presté atención para no dañar el lindo momento que tendré hoy. Aunque, aún no tengo idea si vendrá a buscarme.

Poco después lavé mi plato y sequé mis manos sentándome en el mueble frente al televisor, vería algo en el mientras. Eran las diez de la mañana así que no había afán.

Es temprano, sí, es porque desea que almorcemos juntos. Algo bonito.

Casi me estaba quedando dormida en el sofá cuando llamaron a la puerta. Salí a prisa para abrir y ahí estaba él con su típica mirada intensa. - Hola, que lindo día ¿No?

Asenti. - Sí, "increíble" .

Comenzamos a caminar fuera de la casa mientras algunas gotas caían del cielo. ¿Porqué tenía que llover hoy?

- ¿Y qué hacemos con Rain?

Él se rió- Pues, algo inventare. Tú no te preocupes...

#.

El lugar al que llegamos es muy lindo y acogedor. Es un mini cafetín que queda al centro de la ciudad, está adornado con luces y flores; parece mágico. - Tienes un muy buen gusto al parecer.

Tomamos asiento frente a una de las mesas del sitio y quedamos en una posición donde podíamos mirarnos con facilidad. - Sí, eso dice mi mamá.

Una chica bajita de piel morena se nos acercó con una agradable sonrisa. Llevaba un cuadernito y un lápiz supongo para anotar nuestro pedido. - ¡Hola! ¿qué van a pedir?

El chico me miró a la espera de mi petición. - Ah... ¿tienes chocolate? - ella asintió levemente.

- ¿Te traigo uno?

- Sí, por...

- Dos, trae dos tazas de chocolate y galletas para acompañar; por favor.

La chica pidió permiso para retirarse y se perdió entre los demás trabajadores.

Habían varias personas aquí, por lo visto es muy frecuentado el lugar. Y no cabe duda del porqué.

- Entonces, ¿te gusta el chocolate?

Creo que se iluminaron mis ojos porque él me dejó apreciar su sonrisa - ¡Por supuesto! ¿a quién no?

- Pues, conozco varios amigos que nos le gusta por una o más razones. Algunos dicen que porque tiene grasa...

Solté un bufido- La gente suele ser más misteriosa, no son felices.

- Mi papá no bebe chocolate.

Ante sus palabras le miré con pena y en ese instante llegó la chica con el pedido. El olor humeante a chocolate casi me hace perder la cordura, sin embargo, la mirada intensa de este chico me hizo perder el apetito. - Yo...

EROTOMANIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora