ACAPITE 🍃 9

14 1 3
                                    

Mis pensamientos chocaban entre sí totalmente confundidos, mi corazón latía de una forma tan anormal que no había manera de calmarlo. ¿Cómo era posible que Liam tuviera relación alguna con esta libreta y mi pasado? ¿Realmente era ese chico que aquel día me cautivó?

Y era todo. No solo su simple fisonomía, sino la forma de expresarse libre y calmadamente hacia los demás. Presté atención al movimiento de sus manos ante cada palabra dicha, sus movimientos coordinados que daban hacia la derecha, izquierda, adelante y atrás; era como si lo hubiese ensayado miles de veces.

A medida que he ido leyendo, parecía que las palabras formaban vida frente a mí, sintiendo que había sido transportada a aquel día, y viviera ese momento como si fuera hoy. Una total ironía, sí.

El recuerdo vago de cómo yo le miraba y presentía que él también a mí de vez en cuando surcaba por mi mente, deseaba que fuera así como lo imagino pero no podía ilusionarme tan fácil.

Me veía saliendo de aquel lugar. Un sonido ensordecedor a lo lejos. Un camión venir en mi dirección. Luego, oscuridad.

Las lágrimas inundaron mis ojos por el rompecabezas que acababa de armar. Ahora tenía mucho más sentido el porqué él me hacía sentir así desde que nos conocimos; oh bueno, desde que yo le volví a ver. Pero, la gran interrogante ahora era si él también me recordaba, es más, no sé con certeza si realmente aquel día me miró o solo fueron ideas mías. Nada raro de mí, por cierto.

El suspenso y la incertidumbre sobre lo que realmente sucedió en aquel momento me tenían atrapada en un mar de emociones confusas. ¿Qué significaba todo esto? ¿Por qué ahora después de tanto tiempo estas conexiones empezaban a aparecer de repente?

Decidí que solo había una forma de averiguarlo: enfrentarme a Liam y confrontarlo con mis pensamientos y sentimientos. ¿Podría ser que, después de todo, este encuentro no era solo una coincidencia?
Solo el tiempo y mi valentía me darían las respuestas que tanto ansiaba descubrir. Debía nuevamente armarme de valor y preguntarle directamente; es solo que apenas y me disculpé por lo anterior.

Mejor lo dejo pasar por ahora, debo primero aclarar mi mente y sentimientos. Ir al médico y ver como va mi avance, para así no temer a enamorarme por muy real que sea. Sólo así sentiría paz.

Y precisamente hoy debíamos ir mi mamá y yo a consulta, así que de alguna un otra forma el tiempo y destino están de mi lado. No lo dejaría pasar.






☆•°•°•☆





- ¿Has estado persiguiendo a alguien en particular?

Negué.  - No, doctor.

- ¿Has acosado a algún chico mediante correos electrónicos, llamadas telefónicas, mensajes de texto o algún medio similar?

Volví a negar cansada. Llevamos casi media hora haciendo preguntas tontas para recibir la misma respuesta: "No". Pero tal parece que el Señor Artur no piensa dar el brazo a torcer hasta no dar en el blanco, en fin, es su trabajo después de todo. 
    Hace que sus pacientes parezcan enfermos y mas locos de lo normal, ¿no se supone que deben ayudarnos para no caer en un manicomio? Su aspecto le hacía ver bastante profesional, pero las innecesarias  preguntas casi me hacían desmayar de aburrimiento.

- Señorita, comprendo lo incómodo que es enfrentar este tipo de situaciones, pero debido a lo sucedido hace un tiempo con...

- ¡Ya le dije que me curé! ¿Es que no entiende, o debo dibujarle mi explicación?

- Gia, debes tener en cuenta que tu comportamiento  puede empeorar aún las cosas con nuestros encuentros.  De nada servirá si no pones de tu parte de una vez por todas.

EROTOMANIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora