ACAPITE 🍃11

8 2 0
                                    

Hoy sentía que el cielo estaba adornado por pintorescos colores hecho por el mejor de los artistas que pudiera existir. El amanecer de este sábado parecía hablar en susurro miles de amores que llega a abrazar el alma, me sentía cautivada admirando todo ello desde la ventana de mi habitación.
Me sentía diferente, y más viva. Estaba segura que hoy algo bueno iba a pasar, a pesar de no estár segura de qué.

Sólo tenía una buena corazonada.

- ¡Gia! ¿puedes bajar un momento?

- ¡Voy, mamá!

Ayer terminamos acostadas en el suelo luego del desastre que hicimos por toda la cocina. No nos habíamos dado cuenta del tiempo que permanecimos dormidas, pero para cuando abrimos nuestros ojos ya estaba aclarando el día.
Llenas de harina nos colocamos manos a la obra para limpiar todo.

Pobres, las galletas con glaceado  se quemaron.

- Gia, necesito que por favor vayas al supermercado y compres esto que te anoté. Dentro de poco viene mi líder a darme una clase pendiente y quiero tenerle el almuerzo listo.

Asenti con un sonrisa y salí de casa hacia el súper. No quedaba muy lejos del vecindario así que, no vendría mal el caminar.
Pasando por las casas vecinas estaba una señora regando las flores de su bonito y cuidado jardín, parecía muy obsesiva con ello ya que en ningún momento elevó su mirada hacia mí para saludar.

¿Será que cuando yo llegue a esa edad seré así?
Lo dudo, no soy amante de las rosas y todo lo relacionado con ello. Quizá he buscado atrapar el amor a como dé lugar debido a mi enfermedad, pero en cuanto a los detalles de ese tipo no tengo problemas.

Me provocan náuseas, y se me es muy infantil e innecesario. El dinero que se va a la basura por unas tontas rosas es doloroso; prefiero que me lleven a comer. Eso sí que satisface.

El guardia de seguridad me dio la bienvenida e ingresé al local buscando cada producto que mi madre me anotó. ¿A quién se le ocurre ir de compras una hora antes del almuerzo? si, sólo mi preciada progenitora.

- Buenos días.

Al llegar a la caja con todo para pagar me llevé una gran sorpresa por la persona que me acababa de ver a los ojos y luego sonrió. - Oh, buenos días.

Mi corazón se descontroló un poco debido al impacto, pero traté de calmarme. Él más que nadie en la vida debía notar que causó un efecto vulnerable en mí, no podía permitirlo.

 Pero la real pregunta es,¿cómo es que está aquí? se suponía que se había mudado con sus padres a la punta del otro mundo debido a lo que pasó hace años. Esto no me puede estár pasando; no ahora.

- ¿Qué te ocurre? ¿el gato te comió la lengua acaso?

Se le veía malicioso en sus expresiones, de seguro disfrutaba notar mi incomodidad con su sola presencia. Pero, gracias a Dios la gente comenzó a quejarse por la espera debido a nuestro reto de miradas, así él facturó mi compra de mala manera, y yo pude salir de allí tan rápido como pude.

Mientras caminaba directo a la casa mis ojos se nublaron por las lágrimas que se acumularon de pronto. Tuve que detener mi andar porque el ver a ese chico sólo hizo que mi cuerpo se sintiera débil y sin fuerzas, era más que obvio que mi maldita enfermedad sigue viva matandome sin piedad alguna.

¿Qué persona tan miserable fui en el pasado para pasar por esto?



☆•°•°•°•☆




- Mañana domingo puedes entonces ver los siguientes pasos con normalidad, ya que te pusiste al día.

- Lo sé, hermano Juan. Y que bueno, porque bastante atrasada que estaba.

EROTOMANIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora