𝟏𝟐. 𝐖𝐡𝐢𝐭𝐞 𝐓𝐢𝐠𝐞𝐫 𝐀𝐦𝐨𝐧𝐠 𝐭𝐡𝐞 𝐒𝐧𝐨𝐰

57 3 0
                                        

BEAST | Out of Character

Resumen:
「 Akutagawa decide tomar un poco de aire fresco y en mitad de la nieve helada, sus ojos se encuentran con los de un tigre blanco.」

[1]❝ Whιtᥱ Tιgᥱr Amoᥒg thᥱ Sᥒoᥕ ❞ᵇᵉᵃˢᵗ

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

[1]
❝ Whιtᥱ Tιgᥱr Amoᥒg thᥱ Sᥒoᥕ ❞
ᵇᵉᵃˢᵗ

Había salido un rato a tomar aire fresco y esa noche hacía demasiado frío. Hace veinte minutos que había acabado de nevar, así que al respirar podía verse el vaho caliente salir al exhalar.

Metió las manos en los bolsillos de su abrigo y levantó un momento la vista a lo alto de un edificio, donde sus compañeros estaban a mitad de una fiesta navideña. La luz se veía prendida y también se escuchaba música, risas y voces.

Eran unos revoltosos, nunca se podía estar verdaderamente en paz con ellos, pero también había aprendido muchas cosas de cada uno. De una u otra manera, ésta era la paz que quería para su hermana, la luz donde quería que viviera, junto a él.

¿Qué estaría haciendo en estos momentos? Tal vez era inútil preguntarlo.

Continuó su caminata sin rumbo, entre la nieve. No había mucho movimiento en la ciudad en esos momentos, tal vez es que era muy tarde o todos estaban en familia, pero había una quietud y silencio en el ambiente que era tan arrullador.

Una sombra bajo una farola llamó su atención, agudizando la mirada reconoció a aquella otra persona. Tan solitario, mirando al cielo, con las manos escondidas en su abrigo, parecía alguien ajeno a su alrededor, quizás indefenso cuando en realidad era alguien de temer.

—¿Qué haces aquí? —la voz de Akutagawa no fue agresiva o severa. Sus pasos se acercaron al chico tigre.

El aludido volteó a verle, pero no se movió mucho más.

—En la mafia también tenemos días libres —dijo, casi como si ambos fuesen viejos amigos. No parecían los enemigos que sus organizaciones les dictaban.

Akutagawa miró a su alrededor, parecía que no estaba la chica con la que Nakajima solía estar: Izumi Kyouka.

¿No se supone que Navidad se pasaba con tus seres queridos? Aunque en los ojos de esa bestia, había más soledad que cualquier otra cosa.


[ ... ]

¿Cómo es que de sus labios había salido una invitación? no lo sabía. Y la aceptación por parte del tigre blanco también se sentía como una anomalía. Sin embargo, ambos jóvenes estaban en el departamento de Akutagawa, sentados frente al kotatsu que Oda había regalado al azabache por esas épocas frías.

Habían higos en lugar de mandarinas en el centro de la mesa, una cajita con pastel, bebidas y el sonido de música tradicional venida de la radio.

El abrigo del albino estaba bien doblado a su lado y él tenía un vaso de whisky en las manos. Ya se había bebido dos botellas enteras y continuaba con más.

—Guiero másh —Nakajima tenía el rostro rojo y había estirado el brazo.

—Ya has bebido demasiado —Akutagawa había alejado la botella del otro.

—Eeeehhh, pewo es navidá, y fuiste yu guién... —hipó un poco y dejó el vaso en la mesa, para después acercarse al azabache, quien estaba entretenido con un higo que pronto se comería. Había levantado una mano solo para tocar uno de los mechones con las puntas blancas—. Agudakawa... dienes un dindo...

Akutagawa había alzado una ceja, aunque no rechazó la cercanía. Atsushi se acercó todavía más, tanto que Akutagawa podía sentir la respiración del otro y entonces, el joven tigre había dejado caer su rostro en el hombro del otro. Comenzó a escuchar un suave ronquido. Aunque no lo hacía notar, Nakajima estaba bastante agotado. Quién sabe qué misión loca había terminado por hacer.

Ryuunosuke levantó una mano y dudando la terminó por dejar en la cabeza del albino, ahí acarició con suavidad y solo un par de veces.

Era navidad y ambos parecían dos tipos muy solitarios en esos momentos. Qué combinación tan extraña, pero no era desagradable. Era como un sueño, donde al despertar lo que habían vivido hoy no existiría. No, a quién engañaba, iba a recordar eso por mucho más que esa noche.

 No, a quién engañaba, iba a recordar eso por mucho más que esa noche

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐁𝐒𝐃: 𝐁𝐢𝐧𝐠𝐨 𝐍𝐚𝐯𝐢𝐝𝐞𝐧̃𝐨 [𝟏𝟔/𝟏𝟔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora