𝟎𝟑. 𝐂𝐡𝐫𝐢𝐬𝐭𝐦𝐚𝐬 𝐔𝐧𝐝𝐞𝐫𝐰𝐚𝐭𝐞𝐫

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Universo Alterno | Fantasía | Out of Character

Resumen:
「 Akutagawa tiene un pez llamado "Dazaipez-san". Debido a las fechas, su pareja Atsushi decide traer un pequeño regalo de Navidad a los peces de su compañero. Feliz Navidad, Dazaipez-san. ᴿᵉˡᵃᶜᶤᵒᶰᵃᵈᵒ ᶜᵒᶰ: 𝐅𝐚𝐯𝐒𝐡𝐢𝐩𝐩𝐖𝐞𝐞𝐤²⁰²²: 𝐒𝐡𝐢𝐧 𝐒𝐨𝐮𝐤𝐨𝐤𝐮 — 𝟎𝟓. 𝑩𝒊𝒆𝒏𝒗𝒆𝒏𝒊𝒅𝒐 𝒂 𝒄𝒂𝒔𝒂, 𝑫𝒂𝒛𝒂𝒊𝒑𝒆𝒛-𝒔𝒂𝒏.」

[2]❝ Cɧɾistɱɑs Ʋɳɗeɾwɑteɾ ❞ᵖᵉᶜᵉˢ

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[2]
❝ Cɧɾistɱɑs Ʋɳɗeɾwɑteɾ ❞
ᵖᵉᶜᵉˢ

Habían pasado tal vez dos meses desde que Akutagawa le había traído a su Dazai-pez la oportunidad de tener una compañera. Habían pasado 61 días desde que trajo a casa cinco ejemplares de la misma especie para que su afortunado pez escogiera aquella que la acompañaría el resto de sus días.

De aquel entonces al presente, de las cinco hembras, Dazai-pez escogió la única que no lo era. Un adorable pez dorado que, además, era el único que no era de la misma especie. Un pez que más bien, había entrado al cardumen para ser algo así como un amigo y terminó siendo la esposa definitiva.

De modo que sí, el pez de Akutagawa era un pez gay.

Cuando Ryuunosuke había terminado de limpiar la pecera, se escuchó el timbre. Miró un momento el reloj de pared y después de verificar la hora caminó hasta la entrada, abriendo para encontrar a Atsushi, su novio, bien abrigado y con una bolsa negra de plástico en manos.

—Traje un regalo para Dazzy y Chuu —el joven había levantado la bolsa con una sonrisa.

Akutagawa le había permitido el paso, y el joven albino se quitó los zapatos en el recibidor para colocarse las pantuflas de invitado y poder entrar al sitio.

—Se acerca Navidad, así que pensé que esto les vendría bien. Dazzy y Chuu merecen tener su propio arbolito de Navidad —de la bolsa, Nakajima había sacado tal como había dicho, un árbol sumergible hecho de piedra y decorado con pintura que no era dañina para los peces. Estaba hecho especialmente para peceras.

El joven albino parecía emocionado, pero Akutagawa no tanto, tenía la misma expresión de siempre, aunque había dibujado una pequeña e imperceptible sonrisa en el rostro de solo ver a Atsushi tan emocionado por eso. Era como un niño... 

Ambos llevaban tres años saliendo juntos, y aunque Akutagawa no era muy demostrativo en cuanto a afecto se refiere, su relación iba bien. De entre los dos el que brillaba era Atsushi y Akutagawa era la parte que hacía que ese brillo no cegara el camino. Eran un buen dúo, aunque no lo pareciera a simple vista.

—Emocionarse por algo así es infantil. No creo que a Dazaipez-san le interese tener un árbol de Navidad. Es un pez, después de todo —Akutagawa tomó el arbolito para ir a lavarlo con las sustancias especiales que tenía, para poder meterlo a la pecera.

Atsushi había hecho un mohín.

—Lo dice quien compró cinco hembras a un pez suicida... —Atsushi caminó detrás de Akutagawa.

El azabache tosió un poco.

—Era necesario...

En el living solo había quedado la gran pecera que estaba bien cuidada. Tenía un castillo, algunas rocas marinas, piedritas, plantas acuáticas y un filtro que hacía burbujas interminables. Y en medio de ese bonito paisaje estaban dos peces. Uno era negro, el famoso Dazai-pez, y el otro era dorado, con una pequeña y bonita flor en la cabeza como si fuese un sombrero.

"¿Lo has escuchado, Chuuya?, nos han traído un árbol de Navidad. Esta vez Santa nos traerá regalos."

El pez negro estaba nadando alrededor del dorado.

"Santa no existe y si existiera, no les traería regalos a dos peces..."

El pez dorado solo se mantenía flotando en el mismo lugar, uniformemente.

"Shh, tú y yo sabemos que Santa no existe, pero nuestros hijos aún no."

El pez negro se había cubierto la boca con la aleta. A veces Chuuya pensaba en lo dañado que estaba como para haber escogido a un pez tan chiflado como compañero de vida.

"Dazai, ambos somos... Nosotros dos nunca podríamos tener..."

El pez dorado suspiró, pensando que era inútil intentar pensar coherentemente en las estúpidas bromas de su compañero. Aunque bueno, de no ser como era Dazai, la vida en esa pecera sería insufrible.

Chuuya siempre se creyó diferente a los otros peces por su capacidad de pensar como si fuese un humano, así que sentirse solo era recurrente. Cuando conoció a Dazai, por primera vez sintió que no era el único. Otro pez, al igual que él, entendía y podía mantener una conversación coherente, o en caso de Dazai más o menos, porque siempre salía con uno o con otro disparate.

Gracias a Dazai había descubierto que no era un simple pez, y gracias a ese pez que parecía había entrado a una licuadora por todos sus cortes, ahora entendía su propia naturaleza.

"¿Qué dices si esta noche salimos a beber?", el pez negro seguía dando vueltas alrededor del dorado. "Ya sabes lo que dice la canción: Beben y beben y vuelven a beber, los peces en el río."

Chuuya le volteó a ver.

"No creo que la canción se refería en ese contexto... pero sí, suena a una buena idea. Quiero vino."

"Sake, sake. Tal vez nos encontremos a Ango y a Odasaku. El carnaval youkai promete mucho este año."

De alguna manera, Dazai parecía emocionado.

"Bien, bien. Esta noche, cuando Atsushi y Akutagawa estén dormidos", sugirió Chuuya.

"Yei~, este año tendremos una feliz Navidad. Feliz Navidad, Chuuya", un corazoncito imaginario chocó en la cabeza de Chuuya, quien cerró los ojos.

"Feliz Navidad, Osamu", el dorado se acercó al pez negro, para frotarse un poco contra él, de forma cariñosa.

Sería la primera Navidad que pasarían juntos desde que se conocían. Esta vez no estaría solo, ya nunca más.

 Esta vez no estaría solo, ya nunca más

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𝐁𝐒𝐃: 𝐁𝐢𝐧𝐠𝐨 𝐍𝐚𝐯𝐢𝐝𝐞𝐧̃𝐨 [𝟏𝟔/𝟏𝟔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora