Grace.
Suspiro con odio por quinta vez desde que me desperté. Exactamente hace tan solo media hora.
Claramente no desperté con un excelente humor. ¿Y cómo podía hacerlo? Ya pasaron 5 días desde lo que ocurrió en el bar.
Cinco malditos días en los que ese ardiente hombre lleva ignorándome.
El modus operandi de Vladimir es aproximarse un paso, rebasando la línea prohibida, y luego retroceder más de 50 pasos. Ya me harta el ver cómo me evade en cada momento que nos cruzamos.
¿Cómo se atreve a evadirme? Parece un niño ocultándose de su madre después de hacer una travesura.
—Es un imbécil—mascullo, bajando las escaleras—, pero uno muy sexy.
Olivia al otro lado de la llamada, se ríe.
Apenas abrí los ojos decidí llamarla, necesitaba sacar toda la frustración de mi cuerpo por las ignoradas olímpicas que Vladimir aplicó en mí. Olivia era la única que sabía absolutamente todo al respecto.
Bueno, no todo, no me dejo contarle con lujo de detalles.
—Me parece que estas frustrada sexualmente.
—No me hagas recordar, aún puedo sentir esos magníficos dedos haciéndome llegar al divino olimpo.
—¡Grace!
En esta ocasión soy yo quien se ríe, pero la voz tan desafinada de Olivia al vociferar mi nombre. A veces se me hace curioso cómo ella siendo tan... inocente, trae algo con Eric quien es alguien con la palabra sexo tatuada en la frente.
—Oh, vamos Olivia. No es como si tú fueras la madre Teresa.
—Claro que no, pero soy reservada al respecto de mis situaciones sexuales.
Al llegar al pie de la escalera, contuve una carcajada.
—¿De verdad lo dices?
—Bueno... un poco reservada.
—Eso se escuchó más sincero.
En medio de mi caminata a la cocina para poder tener mi desayuno, oigo voces provenir de ahí. Por unos segundos me ilusiono, pensando en que Vladimir se encuentre ahí, así que continúo hasta llegar a la puerta.
No obstante, cuando ya estoy a unos pocos pasos descubro que la charla es de mi padre junto a Theresa.
—¿Grace?, ¿aún sigues ahí?
—Espera un momento—susurro, acercándome a la puerta con mucho cuidado.
No sé porqué razón, pero necesito escuchar la conversación que están teniendo. Algo me dice que debo hacerlo, y yo siempre sigo mi instinto.
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Cuando todos duermen ©
RomanceLa familia de Grace recibirá a un invitado muy importante, el mejor amigo de su padre, uno de los empresarios más importantes del país, y el más temido por los demás. Vladimir Dmitriév. Es el hombre más ardiente según la revista más importante del m...