Capítulo V: Reencuentros 2

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  Xiao Zhan no pudo evitar lanzarse a los brazos del amor de su vida, tan pronto como lo vió esperando por él afuera del aeropuerto.

Lo había extrañado como un loco, ni siquiera en todos sus años de matrimonio, ni a lo largo de su amistad de toda la vida se habían separado por tanto tiempo.

Los meses en los que Xiao Zhan estuvo viajando fueron como un infierno para ambos, ya que se sabían correspondidos no querían separarse pero el mayor entendió que era necesario tomarse un tiempo.

—Zhan-Ge, regresaste —YiBo susurró hundiendo su rostro en el cuello del mayor, dejando besos ligeros.

—Por supuesto... ¿dónde más estaría cuando el amor de mi vida esta aquí? ¿pensaste que no volvería, BoDi?

—No, es sólo que te extrañé demasiado.

—Yo también te extrañé, baobei —devolvió el abrazo y tomó el rostro del menor y le dió un piquito— Vámonos de aquí, las personas nos están mirando raro.

YiBo lo siguió y entrelazó sus dedos con el mayor, no era la primera vez que hacían algo como eso, pero se sentía diferente hacerlo ahora como el novio de Xiao Zhan y no sólo como su mejor amigo.

—ZhanGe... ¿hablaste con él? —preguntó tímidamente.

—Lo hice, era necesario para cerrar ese capítulo en nuestras vidas y que tú y yo podamos avanzar. —YiBo lucía mortificado— No te sientas mal, baobei. Tú no eres un traidor y él no es una víctima, creo que todos hemos sido culpables de nuestra infelicidad en esta historia —tomó el rostro de YiBo en sus pequeñas manos y lo obligó a mirarlo— Te amo y tú me amas... él siempre lo supo y aún así jugó con fuego y se quemó.

—¿Qué haremos ahora? ¿a dónde vamos, ZhanGe?

—A tu departamento, YuBin me dejó la casa, pero no voy a vivir contigo allí.

—¿Te mudarás conmigo? —YiBo por poco deja caer la maleta de Zhan de la impresión.

—¿No quieres? pensé que podíamos saltarnos algunas cosas, no es como si fuéramos unos deconocidos.

Zhan por primera vez estaba nervioso, creyendo que estaba yendo demasiado rápido y que había asustado a YiBo.

—¿Estás loco?... si por mí fuera nos casaríamos ahora mismo.

—Por un momento me asusté, pensé que no querías. —Le golpeó el hombro y YiBo sonrió como el gremlin que era.
Salieron rumbo a su nuevo hogar.

Cuando revelaron la noticia de que estaban juntos a sus familiares y amigos, las reacciones fueron variadas.

Muchos rodaron los ojos y les gritaron: ¡por fin, par de idiotas! pero la reacción que más los sorprendió fue la de la madre de Zhan, quien los abrazó a ambos y exclamó que por fin tendría el yerno que ella se merecía. La madre de YiBo sólo dijo que ella siempre supo que ellos terminarían juntos.


CASA WANGXIAO

  Estaban abrazados en el sofá viendo un programa donde YiBo participaba como mentor y capitán de baile, era la etapa inicial del programa, donde estaban haciendo audiciones y Zhan moría de risa con las expresiones que hacía su novio, cada vez que una de las chicas en las audiciones intentaba coquetearle, algunas realmente les daban pena ajena.

—BoDi, realmente eres malo tratando con chicas, pobrecitas ni que fueran radioactivas, no van a morderte por acercarse un poco —Se burló del menor mientras le acariciaba el cabello.

—Ellas no me importan, no son tú. Les he dejado claro que soy muy gay por mi novio, que es el hombre mas hermoso de china y me siguen coqueteando, no me gusta cuando prácticamente se me lanzan encima.

—Lo sé, baobao. —Xiao Zhan le pellizcó la nariz y YiBo se restregó contra su novio como si fuera un gato.

—¿ZhanGe... eres feliz?

  Cuando Xiao Zhan vió a los ojos de YiBo, pudo ver una veta de inseguridad en su mirada, su novio bebé lucía como un cachorro asustado y apaleado, odió esa expresión en su preciosa cara.

—A ver, BoDi. ¿por qué esa inseguridad tan de repente?

—Es que tengo miedo de que te des cuenta de que soy un niñato tonto y me dejes. No puedo darte las cosas que te daba Bin-ge.

—He estado enamorado de este niñato tonto desde que puedo recordar y con el pasar de los años lo único que he hecho es enamorarme cada día un poco mas, así que la respuesta es sí, YiBo, Soy feliz. Soy tan feliz que creo que es momento de darte algo que te lo demuestre.

  Xiao Zhan se levantó del sofá donde ambos estaban recostados dándose mimos y se dirigió a la habitación que compartía con su novio bebé, como le gustaba llamar a YiBo. Sacó una pequeña caja roja de terciopelo y se la metió en el bolsillo de su pantalón y volvió donde el castaño lo esperaba. YiBo lo miraba expectante y abrió los ojos cuando vió al mayor arrodillarse frente a él.

—Wang Yibo. Mi bebé león, mi estrella solitaria, mi mejor amigo, amor de mi vida... ¿me harías el honor de permitirme ser la estrella que brille a tu lado hasta que nuestros cabellos se vuelvan blancos y nuestras almas abandonen nuestros cuerpos? Me harías el honor de casarte conmigo? por favor, Wang YiBo... Sé mi esposo.

—Ge... Xiao Zhan, por Dios te amo —YiBo se lanzó hacía el mayor— Me casaría contigo en esta y todas las vidas, acepto.

—Te amo, baobei. Que tú me ames devuelta, es lo único que necesito. Los lujos no me importan, te puedo mantener. —bromeó.

—Yo te amo más, Zhan-Ge.

Corazones atados (Resubiendo) (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora