Capítulo VI: las tres reverencias

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—BoBo, me estas mareando. Deja de dar vueltas y ven acá para que pueda arreglarte la túnica.

—Estoy nervioso, ma.

—Fíjate que si no me lo dices, no me doy cuenta. Has estado dando vueltas como un león enjaulado por más de media hora, ten piedad de tu pobre madre. ¡soy una mujer vieja!

—¡Mamá! ¿y si se arrepiente?

—¿Arrepentirse de qué?

—¿Cómo que de qué? ¡de casarse conmigo! —Se quejó el menor al borde de las lágrimas.

—¡Ay por Dios! yo soy la que está arrepentida de haber parido a un hijo tan dramático y tonto... Leo tenías que ser —la mayor de los Wang rodó los ojos— De hecho ambos son un par de tontos... Han estado enamorados desde que eran unos embriones y ninguno se daba cuenta.

—Mamá —reclamó el castaño a la mujer con la que compartía rostro— no quiero hablar de eso... no hoy.

—Lo siento, BoBo. No pensemos más en el pasado y concentrémonos en lo que va a suceder hoy y en el hecho de que si no sales de esta habitación, a tu futuro esposo le va a dar un ataque.

Ambos rieron.

  Era una ceremonia íntima, pero no por eso menos majestuosa. Xiao Zhan había optado por tener una boda china tradicional, razón por la cual estaba usando una túnica roja de bodas. De todas formas la celebración sería por todo lo alto, según sus propias palabras: No te casabas todos los dias con el amor de tu vida.

  Xiao Zhan se sentía mal por no haberle dado a YiBo el honor de ser su primer esposo, en cambio, le daría la boda más hermosa y la promesa de amarlo y respetarlo para toda la vida. No habría nadie más para él, aunque en su corazón jamás había habido nadie más que YiBo.

  La ceremonia de unión se realizó únicamente en presencia de sus respectivos padres, frente a las placas funerarias de sus antepasados. Xiao Zhan y Wang YiBo se inclinaron tres veces, una vez ante el cielo que brillaba azúl y despejado como señal de que bendecía y aprobaba su unión, una vez ante sus padres como sello de la unión de las dos familias como una sola de ahora en adelante y una vez ante ellos mismos, como muestra de respeto, fidelidad y amor. Honrando la promesa de pertenecerse mutuamente en cuerpo y alma.

  Se miraron a los ojos, reflejando en ellos el más puro amor y la devoción que se profesaban y bebieron el té que daba por terminada la ceremonia y se proclamaron esposos desde ese momento.

  Abandonaron el salón ceremonial para cambiar sus preciosas túnicas por trajes modernos y unirse a los demás invitados, en lo que sería la ceremonia civil, donde junto a sus testigos firmarían para ser reconocidos ante la ley, finalmente como los esposos que desde hace años debieron ser.

  YiBo llevaría un traje negro a medida, mientras que Xiao Zhan había optado por uno blanco un poco menos formal que el de su esposo.

  Xiao Zhan escuchó un alboroto afuera de la habitación donde se estaba colocando el traje, salió a ver de qué se trataba y se encontró con su madre y su suegra atacando a YuBin. Su madre le estaba gritando hasta del mal del que iba a morirse al pelicobrizo, mientras que la señora Wang aunque estaba callada, no dejaba de lanzarle dagas con los ojos al recién llegado.

—A-Bin, viniste! —Xiao Zhan corrió hacia el hombre y lo abrazó.

—No iba a venir, ZhanZhan, pero te lo debía y a YiBo también.

—Te lo hubieras ahorrado —la señora Xiao habló disgustada y su consuegra asintió en apoyo— Nadie te quiere aquí.

—YiBo y yo lo queremos aquí, nosotros lo invitamos.

—¿Por qué, A-Zhan? BoBo y tú no le deben nada. No después de lo que les hizo —Habló por primera vez la señora Wang, mirando a Xiao Zhan como si el chico hubiera perdido la cabeza totalmente.

Xiao Zhan suspiró.

—Ma, Mamá Wang... —se detuvo a elegir cuidadosamente sus palabras— A-Bin cometió un error, pero YiBo, él y yo hemos sido amigos desde hace mucho tiempo y nosotros lo queremos en nuestras vidas. Si nosotros pudimos perdonarlo ¿Por qué ustedes no?

—Los mantuvo separados por diez años, A-Zhan. Eso es imperdonable. No sabes lo que se siente ver a tu hijo sufrir, porque el hombre que ama está casado con otro —la señora Wang habló, la furia goteaba en su voz.

  YuBin bajó la cabeza avergonzado, mientras la señora Xiao asentía en apoyo de su amiga. Xiao Zhan sentía que debía poner un alto al asunto y sabía que de estar YiBo presente, lo apoyaría.

—Las entiendo, pero atacar a YuBin no hará retroceder el tiempo y YiBo y yo también somos culpables de la situación. Yo jamás debí casarme con alguien más estando enamorado de YiBo y no es como que todos no hayan sido espectadores silenciosos de nuestro sufrimiento —Las mujeres lo miraron sorprendidas.

—Pe- per...

—Sin peros, mamá. Piensen que también debió haber sido duro para A-Bin dejar ir a la persona que ama, sin embargo al final demostró ser bueno y me dejó libre. Él pudo haber hecho mi vida miserable, negarme el divorcio y no lo hizo.

—Jamás lo haría, ZhanZhan. Pero ellas tienen razón, no debería estar aquí y será mejor que me vaya. Es tu gran día y no quiero arruinartelo. Toma —le entregó un sobre— es mi regalo de bodas. Perdóname que no me quede, pero no estoy listo para verte caminar hacia el altar con alguien más. Sé que es lo correcto y deseo de todo corazón que sean felices, pero no me quedaré a verlo... Supongo que hasta en eso, YiBo sigue siendo mejor que yo.

Acarició la mejilla del pelinegro y le dió un beso en la frente.

—Siempre pensé que te verías hermoso vestido de blanco, ahora sé que tenía razón. Cuídate ZhanZhan, cuida de didi y dale mis saludos.

  Así como llegó, YuBin se marchó y esta vez por mucho tiempo.

—Hijo, sentimos habernos alterado —Wang Xia le dijo, tomando su mano y apretándola ligeramente— tienes razón, no hicimos nada para ayudar.

—Aiyoo... —se quejó el pelinegro— es mi boda, no quiero hablar de eso en mi boda. Es el día más importante de mi vida, me estoy casando con mi alma gemela ¿Pueden estar feliz y enfocarse sólo en YiBo y en mí? Por favor, madres.

Tenía razón al decir que era su día especial, cuando se casó con YuBin sólo firmaron el acta con los testigos y cada uno se fué a sus respectivos trabajos. Para Xiao Zhan esta era su primera boda... La única que importaba.

Ambas mujeres asintieron y mamá Wang se fué a buscar a YiBo.

***

Alrededor de una hora después, Xiao Zhan y Wang YiBo firmaban el acta que los convertía legalmente en los esposos Wang-Xiao Zhan y Wang-Xiao YiBo. Habían decidido fusionar sus apellidos en lugar de adoptar el del otro, ambos eran hombres e hijos únicos y no querían que uno de los dos apellidos se perdiera.

Disfrutaron de la fiesta que fué realizada en el inmenso jardín de la casa Xiao, los amigos y familiares de ambas familias celebraban la unión y nadie se dió cuenta cuando los nuevos esposos desaparecieron sino hasta treinta minutos más tarde, cuando estos llamaron de camino al aeropuerto. Tenían toda una semana entera pagada en un hotel cinco estrellas en una isla del Caribe y la iban a aprovechar.

Su luna de miel acababa de comenzar, todo lo demás podía esperar.



Holi. Si han llegado hasta aquí, gracias de todo corazón. Nos falta el último capítulo.

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Besos en la cola😘

Corazones atados (Resubiendo) (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora