Una Vida

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Hace algunos años atrás en los recesos de las nubes un hombre hermoso había existido, se decía que era un ser único y delicado que historias anteriores contaban, pero antes de que fuera llamado esposo del líder del clan, fue un hombre que sufrió las consecuencias de la codicia y gusto por el poder y gracias a esto perdió no solo a su familia sino que también perdió al hombre que más amo.

Algunos años atrás....

Hoy se celebraba la gran boda una donde el primer jade tomaría como esposo al joven Wei Wuxian que había llegado junto con la familia que le quedaba exactamente un día antes de la celebración, puesto que la fecha para la entrega del dote ya había sido cumplida ahora quedaba lo más importante.

Cuando Zewu-jun los recibió observo muy detalladamente a Wei Ying, ese chico que fue travieso y carismático y que había hecho el mayor logro de hacer que su hermano pudiera expresar un poco más sus sentimientos, ahora estaba parado frente a él y no era para unirse con Wangji sino con él, además ese hombre que siempre le causo dolores de cabeza a su tío ahora ya no estaba frente a él, estaba parado una persona totalmente diferente y hasta su manera de vestir era distinta y vaya que asombraba , ahora cuando lo saludo en la entrada parecía que se encontraba perdido en sus pensamientos hasta que reacciono y dijo lo siguiente.

-Lan Huan, es un placer volver a verte- mencionaba, pero se escuchaba la voz de alguien que había ensayado sus líneas durante toda la noche.

-El placer es mío joven Wei- lo dijo, y al igual que Wei Ying también realizo una reverencia.

Pero ahora todos se habrán preguntado ¿Dónde estará el segundo jade?, bueno pues, este hombre no podía hacerlo, no podía ver como el amor de su vida y la persona que más añoro en este mundo se estuviera casando con su hermano, ese hombre, ahora conocía lo mal que el mundo podría ser para él y luego de que su padre falleciera, apenas dos días siguientes del día en que le brindo ese consejo, Lan Zhan tomo una decisión.

Se iría de su secta y abandonaría Gusu por amor a Wei Ying y por amor a el mismo, y es que verlo todos los días con su hermano sería una condena que no estaba dispuesto a tomar, así que se unió a unos cultivadores errantes, pues al parecer el joven había conocido a dos hombres de nombre Song Lan y Xiao Xing Chen, ellos habían escuchado de manera muy breve lo que aquejaba el corazón de este pobre pequeño, así que le propusieron ir junto con ellos y vivir sin nada que lo atara a Wei Ying, nuevamente ellos se encargarían de cuidar de él, ambos cultivadores se encargaron de guiarlo y fue así como el dio su última palabra en Gusu.

-Renunciare a la secta- lo había dicho enfrente de toda una comitiva de ancianos, su tío y su hermano lo veían atentamente mientras que este último lloraba, pues no solo ahora tendría que unir su vida a alguien que no amaba, sino que también tendría que ver partir a su hermano para no volver a verlo jamás.

Durante la fría mañana en que el segundo jade partió, nunca más se supo de su paradero, y hasta la fecha historias cuentan que sigue vagando por el mundo, buscando un consuelo para arrullar a su inquieto corazón y que pocos saben que fue herido.

Sin embargo, en una noche Zewu-jun, se topó con los cultivadores y cuando les pregunto por su hermano ellos no le brindaron respuestas pero algo noto el en sus miradas, y era la tristeza, pidió saber de él, pero aun si rogaba ellos nunca le dirían que había sido del pequeño muchacho, que tiempo atrás ellos recibieron con los brazos abiertos y ellos morirían con la conciencia tranquila, por haber ayudado a Lan Zhan a cargar con un peso que no le correspondía, si el cargaba diez piedras, ellos le quitarían nueve para que fuera más ligero su camino en el momento que él tuviera que regresar a casa y con eso no se referían a donde él había nacido.

Volviendo al tema dos días después, todos se preparaban para la gran boda que había sido anunciada, esa donde se unirían dos clanes y se apoyarían entre sí para beneficio de sus habitantes.

Unos días antes de la boda, se habían hecho los preparativos para esta, se había preparado la cama que a partir de hoy Wei Ying tenía que compartir con Zewu-jun, así como un día antes se preparó a Wei Ying con un baño donde hubo una mezcla de perfumes y todo lo que conlleva para poder según el clan Lan, alejar las malas energías en el nuevo matrimonio.

Algo que también le molesto a Wei Ying fue que su recamara parecía reunión de mujeres, pues todas ellas se acercaron para vestirlo y arreglarlo para su boda y una vez que lo terminaron de arreglar le pusieron un velo rojo que cubría totalmente su rostro.

Mientras tanto en la habitación de Zewu-jun, el primer jade también era vestido un atuendo rojo similar al de Wei Ying, y se colocaban diferentes accesorios que significaban que a partir de ahora iba a ser un hombre casado, uno que tendría que ver no solo por su clan sino que ahora tendría que ver por su familia y una de las personas que más le importaba ahora ya no estaba bajo su cuidado.

Cuando dio inicio la ceremonia y después de realizar las tres inclinaciones en representación al cielo, sus padres y su ahora conyugue se terminaron de festejar las demás acciones requeridas en las bodas, en realidad ambos muchachos estaban cansados y necesitaban ir a dormir así que continuaron su recorrido a la habitación y una vez ahí Zewu-jun le dijo a Wei ying.

-Wei ying, yo... si quieres puedo dormir en el piso estoy seguro que ninguno de los ancianos se va a dar cuenta, este cuarto ahora es de ambos no quiero incomodarte en verdad.- hablo con toda la sinceridad el primer jade.

-¿No crees tú que será incomodo dormir así el resto de tu vida?- menciono el más chico con un deje de tristeza al pensar que ahora todo seria para el resto de su vida.

-No lo creo, solo no te quiero incomodar.

-Tranquilo no lo haces, por hoy puedes dormir aquí junto conmigo ya mañana pensaremos en una idea para meter una cama de incognito sin que nadie se dé cuenta y así yo poder dormir en la otra cama y tú en esta ¿está bien?.

-Me parece bien solo que puedes quedarte en esta cama sin problemas.

Comenzaron a hablar, que Wei ying no se había dado cuenta que ni siquiera se había quitado el velo, no hasta que Zewu-jun le recordó y una vez fuera el velo el más joven comenzó a tener el peso de sus decisiones sobre sus hombros.

........

Ambos estaban acostados uno al lado del otro y solo se escuchaba la respiración de ambos hasta que el primer jade hablo.

-Wei ying.. Te prometo que nunca te voy a hacer daño, puedes confiar en mí, como un amigo.

Zewu-jun escucho un suspiro grande, así que decidió voltear y cuando lo hizo, gracias a la luz de la luna se dio cuenta de algo.

Wei ying estaba llorando.

Así que decidió ofrecerle un abrazo, uno que el más bajo acepto y cuando lo hizo comenzó a llorar muy fuerte que no lograba tranquilizarse, a estas alturas el mayor no sabía que recomendar para un corazón herido y triste como el de la persona que hoy se mantenía abrazándolo con fuerza.

Su hermano antes de irse, le pidió que cuidara el corazón de Wei Ying por él, que mientras el hiciera eso él podría estar tranquilo y podría irse con la seguridad de que el amor de su vida estaría protegido.

-Lo siento tanto, en verdad no merecían esto, nada de esto es culpa de ustedes- y con esto termino con un Wei Ying llorando hasta que se quedó dormido.

La delicadeza de aquel hombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora