「 07 」

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Desde aquella fatídica pelea, donde ambos quedaron malheridos, algo había cambiado en su relación.

No podía señalar exactamente qué era, pero era distinto. Más ameno. Menos agresivo y mucho más curioso. Ambos parecían observarse y jugar a un constante tironeo de sus instintos, midiendo a su contrincante y observándolo en silencio.

Jaebeom también era completamente consciente de que Jinyoung había estado invadiendo su territorio casi a diario.

El aroma a fruta fresca y petricor se intensificaba en el borde del río, y una vez lo olió peligrosamente cerca de donde estaba su guarida, pasando tan solo a unos pocos kilómetros de su cueva.

Era algo bastante osado, del pequeño Omega, atreverse a dejar marcas cerca del nido de un territorial Alfa, pero Jinyoung ya había dejado en claro que no le tenía miedo a nada. Ni tampoco le tenía respeto.

El orgullo de Jaebeom estaba herido, pero había algo de todo eso que le gustaba. ¿Era masoquista? Quizás. Pero era más la anticipación de poder dominar y marcar por fin a aquel escurridizo jaguar que se burlaba de él.

Jaebeom estaba decidido a demostrarle que podía ser una buena pareja. Un Alfa ideal que lo ayudaría a mantener al territorio y le daría fuertes y resistentes cachorros para criar.

No podía esperar el momento donde por fin haría que el pelinegro se doblegara bajo él para permitirle montarlo.

Con eso en mente se dirigió a un estanque al este de su territorio. Los recientes días de calor habían hecho que algunas zonas de agua se evaporaran, encerrando peces que normalmente estarían en el río en un pequeño parche de agua poco profundo, perfecto para pescar.

El Alfa había visto, hace no demasiado tiempo, un gigantesco pez que se escabullía entre las lodosas ramas de la laguna.

Un regalo perfecto, claro está.

Si tan solo pudiera atraparlo.

Llevaba dos infructíferos días tratando de pescar a la escurridiza alimaña, pero era inútil y completamente frustrante. El agua era demasiado turbia para ver bien, y aunque esperaba pacientemente sobre un tronco suspendido sobre el agua, cada vez que se lanzaba, parecía atrapar cualquier cosa menos el pez grande.

Bufó completamente frustrado al cazar otro pez. Serían una buena cena, de seguro, pero no eran lo que buscaba.

Lo que Jaebeom no sabía es que eso sería tan solo el inicio de una serie de golpes directos a su orgullo. Potenciados, obviamente, por Jinyoung.

Porque, de otra manera no podía ser, ¿no?



***



Todo empezó cuando al día siguiente se presentó en la laguna para tratar de cazar al pez, para solo encontrarse con este tirado en la orilla, ya muerto.

Era gigantesco, tal como había supuesto, pero su confusión duró poco. Un leve movimiento de hojas delató a una persona descansando tranquilamente encima de una rama y observándolo desde arriba.

Era Jinyoung.

No lo atacó. Simplemente sonrió y desapareció entre la maleza.

Jaebeom se quedó observando perplejo el lugar, hasta que la ira invadió su cuerpo haciendo que su cola se meneara peligrosamente.

¡El maldito había cazado el regalo que él le iba a dar!

Al final, terminó por llevarse el pez a regañadientes a su guarida. Y así cómo el pez. Un tapir. Un capibara. Hasta un maldito venado había sido robado sin vergüenza frente a sus ojos.

Pretty Savage [Bnior/JJP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora