𝐀𝐫𝐜 𝐂𝐨𝐫𝐩 (𝐓𝐫𝐚𝐝𝐮𝐜𝐢𝐝𝐨)

XXVII

Oh mira, es lunes otra vez. Eso significa que es hora de torturar un poco más a los personajes. Hurra. Aparentemente, me encanta causar dolor a los personajes, o eso me ha dicho la gente. Me gustan especialmente los que sugieren que es un fetiche real o una perversión mía, como si historias como Professor Arc, Beacon Civil War y otras comedias no contaran para nada. No, escribes una historia en la que los personajes tienen que aguantar mucho y tú eres un monstruo.

Veo cómo funciona. xDD

Arte de portada: Kirire

Capítulo 27

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Había algo familiar y acogedor en regresar a Vale. Nunca había sido su hogar, y sin embargo, mientras atravesaban las calles abarrotadas y entre los edificios altos para ser depositados en la base de su bloque de apartamentos barato y sucio, Blake no pudo evitar sentir que había vuelto a casa. Vale no era un lugar seguro, no estaba bien administrado y su apartamento era un desastre en el mejor de los casos, pero había una familiaridad reconfortante en todo el asunto que prometía una oportunidad de entrar en su apartamento, pedir comida para llevar, derrumbarse en el sofá con una película basura y quedarse dormida a mitad de camino en ropa interior, todo sin que nadie la molestara.

Además, no hubo Coral Arc, lo cual fue una ventaja divertida.

Subió los escalones junto a Jaune y caminó con él hasta su oficina, bostezó en su mano y lo siguió cuando entró. Un último informe, una charla rápida y habrían terminado por esa noche y ella podría...

—¿Qué hace éste? —preguntó una chica rubia con una cámara muy peligrosa.

—¡YANG! ¡NO!

—Tranquila, no lo voy a usar, solo pregunto.

—Yang...

Su oficina no estaba exactamente como la habían dejado. Ruby estaba dando saltos sobre sus zapatos negros planos frente a una chica más alta, rebotando su cabeza contra el pecho de dicha chica mientras mantenía la cámara en alto sobre su cabeza. Las manos de Ruby apenas lograron pasar de la cabeza de la chica. El piso de la oficina era un desastre de paquetes de bocadillos y dulces tirados, y ocasionalmente grillos secos y documentos derramados y, en un caso, una lata de cerveza tirada. Jaune se quedó de pie, con la boca abierta, hasta que la chica rubia los notó.

—Oh, hola. Tu jefe ha vuelto, Rubes.

Ruby se puso rígida, se dio la vuelta y se puso rígida de nuevo, chillando estridentemente y corriendo con los ojos muy abiertos y llenos de pánico y el rostro pálido.

—¡NO ES LO QUE PARECE, JAUNE!

—¿Skree? —se escuchó un siseo sibilante desde el pasillo.

Le siguió el chasquido de muchas patas y luego algo de las peores pesadillas de Blake que se precipitó por el pasillo porque había oído y reconocido el nombre de una de sus personas favoritas. Timothy llegó como un tren de carga de ocho patas y la rubia chilló y se arrojó sobre el escritorio de Jaune, ocultándose al otro lado.

—¡SKREEEEEEE!

Blake se hizo a un lado con indiferencia mientras la entusiasta mega araña arrancaba a Jaune del suelo y lo arrojaba de nuevo al pasillo. Siseaba y chillaba alegremente, acariciando su rostro con su propia cabeza horrible y bulbosa, y frotando su abdomen amorosamente contra el pecho de Jaune. En lugar de mirarlo, Blake se dio cuenta de que su cabeza se inclinaba mientras observaba la cosa que había sido arrastrada torpemente detrás de él. Timothy tenía una línea larga y gruesa de telarañas que salía de su espalda, que había estado envuelta alrededor de un capullo. El capullo se sacudió y tembló violentamente, y unos ojos rojos miraban desde adentro, sobre una nariz, con la boca cubierta por una membrana, gritando con enojo.