6.~Seguir a alguien

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—¿Por qué me detienes?

Preguntaste extrañada, pues el joven no dejaba de detener la puerta cada que intentabas abrirla.

—No estás.... En condiciones de salir, debes esperar a que mejores.
—Estoy bien.
—No puedes salir.

Dijo firme el pelirrojo. Fue entonces cuando viste un espejo en la habitación y te acercaste. Con tan sólo ver tu reflejo un grito horrible salió de entre tus labios.

—¡Mi... Mi rostro...!

Fueron tus palabras mientras tu cuerpo se derrumbaba sobre el suelo.

—No es tan malo, solo tiene unas cuantas heridas y está un poco inflamado, con el tiempo mejorará.
—¿"No es tan malo"? No sé qué haré, era lo único que tenía.

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—¿Por qué T/N no ha regresado?

Preguntó el Vizconde Lotteshu a sus hijos.

—No lo sé, padre, solo le pedí que fuera al Palacio.

Dijo Libetty confesando.

—¿Será a caso....?

Alan se preguntaba si quizá Rashta te habría encontrado y habría algún problema. Mientras que Lotteshu, ilusionado, se preguntaba si el emperador ya había puesto sus ojos en ti.

—Mañana iré a ver si se encuentra en el Palacio.

Dijo decidido el Vizconde.

—Pero mañana es el día del juicio de divorcio de la emperatriz y el emperador.

Comentó su hijo. Esas palabras fueron suficiente para detener su plan, mas no su alegría pues, si Rashta ascendía a emperatriz él se podría beneficiar, pero si el emperador te elegía a ti como su concubina también obtendría una ganancia.

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—Aike, ¿Puedo salir?

Preguntaste con aburrimiento mientras jugabas con una hoja que habías encontrado en la habitación. El joven rechazó tu solucitúd al instante.

—No, no debes, aun no sabemos cómo te encuentras.
—El doctor viene seguido, y tú sales siempre, ¿Por qué no puedo salir?
—Yo, querida T/N, tengo que trabajar y desde luego que te daría ese cargo pero parece que las cosas por aquí no son realmente sencillas.

Dijo mientras te miraba de reojo.
Esas palabras eran tentadoras para ti puesto que lo que sucedía en tu mundo los últimos días no iba más allá de las cuatro paredes, y acostumbrada estabas a escuchar los rumores que corrían entre las personas para las que presentabas tu danza, fácilmente podrías decir que era lo único que podías disfrutar de "trabajar" para Saavanha.

Tu pensamiento se interrumpió al instante que Aike habló una vez más.

—Ayudaste a mi hermana, y le diste dinero a pesar de que tenías muy poco, te debo mi vida y la de ella, ahora simplemente tienes que recuperarte y entonces saldrás para poder seguir con lo que sea que hacías antes.

Su voz era amable al decirlo, pero eso no hacía que cambiaras de opinión, realmente querías saber dónde estabas o si quiera tener un poco de entretenimiento.
Fue por eso que, cuando Aike se marchó, cubriste tu rostro con un velo oscuro, tu cuerpo con un vestido bastante conservador y sencillo, y sigilosamente tu cuerpo recorrió los pasillos.

Ninguna persona te vio salir, y eso garantizó tu escape al exterior.

Los arbustos con hermosas flores y los detalles de las fuentes que se encontraban en cada jardín eran extremadamente elegantes.
De pronto alguien pasó y con pánico te escondiste tras un arbusto alto de flores coloridas.

Viste un joven de cabello Rubio pasar, era aquél que llamaban Duque Ergi, conocías su físico así que no necesitabas ver su rostro para saber que era él, sin embargo la curiosidad te absorbió pues parecía tener algo de prisa y se notaba diferente, no estaba esa aura amable que tenía siempre.

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—No puedo creer que me ocultaras un secreto tan importante, me decepcionas un poco.

Dijo Ergi a Rashta quien con rostro inocente preguntó:

—¿Cómo lo supo?
—Lo adiviné.

La conversación transcurrió hasta el momento en que el joven se tuvo que ir a la sala del juicio pues Rashta aún se debía cambiar el atuendo.

Al salir el Rubio y abrir la puerta te encontró escuchando a escondidas, como si fueras una persona pérdida pero a la vez curiosa.

—La curiosidad mató al gato ¿no es así T/N?

Te alejaste de un salto.

—¡Ergi!

Dijiste asustada.

—¿Por qué te sorprendes? Si ya sabías que estaba dentro.

Comentó con una sonrisa.

—Bueno, es que yo... No sé cómo llegué aquí y no sé dónde estoy así que te seguí.

En parte era verdad, el lugar era muy lujoso y la zona que habías recorrido no te era nada familiar. El de ojos verdes comentó divertido.

—¿Quieres ver algo interesante?

—¿Qué podrías definir por "interesante"?

—Si lo deseas saber podrías seguirme, después de todo tu atuendo pasará muy desapercibido.

Su astuta sonrisa te daba aún más curiosidad, ¿Qué era lo que podía mostrarte?

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Tan solo al entrar en la habitación el revuelo entre la gente te ensordecía, no obstante, cuando el Duque tomó un lugar  en las líneas más delanteras de la multitud, tú simplemente te paraste junto a él. Ningún rostro te parecía conocido sin embargo repentinamente los ruidos se acabaron en su totalidad. 

Fue ese el instante en que pudiste ver pasar a una dama, rubia, sus ojos eran claros, como una verde pradera y el vestido que llevaba era de un tono rojo como la sangre que solo podía resaltar su piel clara. Pero no era solo eso lo que hacía sobresalir a esa mujer, lo más particular era su presencia, aquella que podía hacerte doblegar con solo pasar a su lado pues su cabeza en alto lucía como aquellas personas que eran orgullosas hasta en los peores instantes.

No necesitabas ser noble para saber que aquella mujer era la Emperatriz Navier, aunque pronto ese título debía cambiar.

De el otro lado, atrás de quien parecía el sacerdote, se encontraban un hombre de cabello negro y una mujer igualmente sobresaliente, solo que a diferencia de la emperatriz su ropaje era de color rosado con bellos adornos brillantes sobre el pecho, y aquel cabello plateado te hacía saber perfectamente que se trataba de Rashta, aquella joven que venía de el mismo lugar que tú. A pesar de que su vestido era exuberante hasta para ti y que el velo negro no te permitía ver todos los detalles no podías dejar de admirarla.    

—¿Es el juicio de divorcio de sus majestades?

Le preguntaste a Ergi quien asintió simplemente con la cabeza para después hablar en voz baja.

—Parece que el rumbo del imperio va a cambiar, y estás presenciando un momento histórico...¿Te crees capaz de presenciar más?

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Don't touch the crown! because you don't need it ❀La Emperatriz Divorciada❀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora