¿Amigos? // Chifuyu Matsuno

♧05♧

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- Hola Chifuyu. - Habló el moreno al verle junto a Takemichi en la calle. - Hola Takemichi.

- Lo siento, tenemos cosas que hacer. - Se excusó el de ojos verdes.

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- Hola, Chifuyu. - Este le ignoró y paso de largo.

- Hola, Ryo, ¿qué pasa? - Habló Hakkai.

- Chifuyu es lo que me pasa. - Miró triste a su amigo. - Lleva evitándome y poniéndome excusas para no verme desde hace 2 semanas y lleva desde ayer sin hablarme. Que sea primo de Kazutora que casi le mata no significa nada.

- Sí, vosotros dos sois los más afectados por la muerte de Baji-san porque erais los más cercanos a él.

- No vale la pena que vosotros dos os separeis y más cuando me dijiste lo que te encargó Baji. - Apareció por detrás el del pelo de color lila.

- Aún tengo la compañía de mi compañero de cartas. - Suspiró. - Pero Chifuyu no se puede alejar de mí así como así por la muerte de Baji y la encarcelación de Kazutora, aunque le tenga miedo a mi primo.

- Vosotros dos ahora deberíais estar más juntos que antes, ambos estáis pasando por un mal momento, la muerte de vuestro mejor amigo y líder.

- Y que haya elegido a Takemichi como líder de la primera división tampoco ayuda. Baji nos había dicho que si alguna vez le pasaba algo que yo sería el futuro líder de la primera división.

- ¿Y si vamos a despejarnos un poco a los recreativos? - Sugerió Hakkai.

- Oh, eso me da una idea. ¿Y si quemamos un coche?

- Ryo, no.

- Joo. - Se hizo bolita en el suelo.

- Esta bien, solo uno y luego a los recreativos.

- Vais a ver lo más alucinante que habéis visto en vuestra puta vida. - Caminaron durante media hora, el de mechas parecía que buscaba un coche en específico. - ¿Veis este coche?

- Es un coche de policía, Ryo, creo que...

- Hakkai, cállate. Este es el coche que se llevo a mi primo, memoricé la matricula entera y este es. - Le echó un pequeño bote de gasolina que tenía en el bolsillo del pantalón y lo prendió con un mechero. - ¡Esto si que es vida! ¡Que os jodan hijos de puta! - Rió mientras que de sus ojos caían lágrimas.

- Vámonos. - Habló Mitsuya y Hakkai cargó a Ryo sobre su hombro.

- ¡Hakkai!

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- Ryo, ¿qué tal? - Mitsuya se giró. - Bueno a parte de mal y cansado.

- Como la puta mierda. - Sonrió de lado y se tumbó en el sofá.

- ¡Ryo! - Luna y Mana aparecieron.

- ¡Hola! ¿Cómo están mis princesas favoritas?

- ¡Bien! ¡Y como mamá está de descanso esta semana vamos a ir con ella a un montón de sitios!

- ¡Que guay! ¡Ojalá pudiera acompañaros yo también! Pero... Tengo que ayudar a Mitsuya y a Hakkai. - Hizo un puchero.

- ¡Vamos chicas! - La señora Mitsuya apareció por la puerta. - Oh, hola, Hayashi-chan.

- Hola, señora Mitsuya.

- Bueno, nosotras nos vamos.

- ¡Hasta luego Taka y Ryo! - Las dos niñas les dieron un beso a ambos en las mejillas para luego salir de la mano junto a su madre.

- ¿Quieres algo?

- A tí, mi rey. - Habló pícaramente con una sonrisa cansada.

- Bueno, que petición.

- ¡TAKA-CHAN QUIERO JUGAR!

- ¡Deja de gritar así Hakkai, maricón! - Ryo se leventó rápidamente y gritó por la ventana.

- ¡RYO! - Mitsuya había abierto la puerta dejando, así, a Hakkai pasar quién se abalanzó sobre el pelinegro.

- Mi niño. - Le correspondió el abrazo. - ¿Y mi besito? - Señaló sus labios al separarse haciendo al peliazul sonrojar.

- Yo creo que media Toman ha perdido su heterosexualidad estando a tu lado. - Habló para después reírse Mitsuya.

- ¿Tú lo has hecho?

- Puede que sí, puede que no, ¿quién sabe? - Habló sonriente. - Pero ten por asegurado que Hakkai, Baji, Takemichi y Angry lo han hecho.

- ¿Baji?

- Sí, hubo unos meses por ahí que siempre estaba hablando de tí.

- ¿Y por qué mencionas al novato ese?

- Se le nota. - Habló Hakkai esta vez. - Las pocas veces que habéis interactuado, algunas se ha sonrojado y otras se le ha visto un brillo en los ojos.

- A ver, lo de Angry y este bebé de aquí lo entiendo. En lo demás estoy confuso.

- Yo no soy un bebé. - Gruño Hakkai.

- Cariño mío, ven. - El peliazul obedeció. - Buen, chico. - Le abrazó brevemente y se separó. - Mira, Taka-chan, está todo rojito. - Sonrió contemplando al más alto.

-¡Ryo! - El peliazul miró a otro lado. - ¡Te odio!

- Yo también te quiero.

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- Hakkai, llegué a casa. - Yuzuha se sorprendió al ver a Ryo en los brazos de su hermano. - Oh, hola Ryo, ¿qué tal todo?

- Como la mierda pero va mejorando. - Habló escondiendo su cabeza en el cuello del otro chico.

- Y por lo que se ve, tú ahora mismo en el cielo, ¿verdad Hakkai? - Se burló de su hermano menor.

- ¡Cuando entraste me asustaste, idiota!

- Sería porque estabas muy relajado y contento, ¿eh? - Suspiró. - Harían buena pareja, solo digo eso y me piro. - Se fue del salón.

- Hmm. - El pelinegro suspiró y se abrazó más a Hakkai.

- ¿R-Ryo? - Le movió suavemente para encontrarlo dormido.

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