𝓕𝓮𝓵𝓲𝔃 𝓢𝓪𝓷𝓥𝓪𝓵𝓮𝓷𝓽𝓲𝓷

💘Aiden y Bunny💘

El verla tan risueña y alegre con todo lo que pasaba por su lado era realmente molesto y fastidioso.

¿Cómo era posible que esa chica tuviera tanta energía y tanta alegría en momentos que solían ser incluso malo?

Podía recordar perfectamente el momento en que perdieron un partido, donde la mayoría se encontraba bastante malo por lo acontecido, y ella que hizo, comenzar a animar a los muchachos y comenzar a decir muchas idioteces, si, intentaba subir los ánimos del grupo, y claro, tenía que estar contenta.

¿Pero era necesario que lo hiciera de esa manera?

O que tal la vez que perdió la cerrera que su padre organizo, ella nunca llego, ni siquiera fue al día siguiente a clases, o tan siquiera la semana completa, y cuando llego, tan solo dijo que se le había olvidado, pero que no importaba, que iba a tener otra oportunidad, y la verdad es que no, no la iba a tener, esa chica con la que iba a competir, ya se había ido del país, y quien sabe cuándo iba a regresar, pero como se encontraba ella, contenta.

También recordó la vez que comenzó a jugar futbol, y las chicas le dieron apoyo y la ayudaron en las practicas, le pegaron en más de una ocasión con el balón y ella en ningún momento se quejó, y claro, no falto el pequeño descuido en donde le pegaban a un malnacido que nada tenía que estar haciendo por ahí, por lo que se fue a quejar, y claro, que ella se disculpó con la amabilidad con la que solía hacerlo, y entre Bunny y las otras chicas, lograron enamorar al muy idiota.

Simplemente no la entendía y como iban los hechos, jamás en la vida lo haría.

Tan solo esperaba con ansias poder acabar el colegio, para irse con su hermano a otro estado, tampoco aguantaba el frio, si, vivió toda su vida rodeado de nieve, pero dios, no podías salir sin 4 abrigos puestos, porque se te congelaba el trasero.

Era de cierta forma, bastante graciosos como no la soportaba, pero mucho que la quería y protegía, no hablaba de querer casi amar, pero se había dado cuenta de lo sensible que era, de lo tierna y desprotegida que se encontraba, a su vez, de lo inocente e ingenua que solía ser, cosa que también le molestaba.

Pero ahora se sentía raro, se sentía mal, angustiado, asustado, con una gran molestia entre su pecho y estómago, y la imagen que tenía enfrente, no era de mucha ayuda, y si, sabía que eran ellos porque hace unos momentos estaba perfectamente bien.

Bunny se encontraba junto a quien sabe quién, rodeados de otro montón de idiotas, mientras este le entregaba una flor, a lo que ella estaba bastante avergonzada, esa cara no le gusto, tampoco la manera en la que tomaba su falda, ni mucho menos esos ojitos que tenía ese idiota, pero, ¿Por qué se sentía así? Desde un principio se cedió se aquel sentimiento tan malo y nauseabundo, pero por lo visto, no logro mucho, pues su corazón, era testigo de una escena muy desagradable.

—Hermano... —Shawn se acercó tomando su hombro— ¿Todo bien?

—Si, si... —aparto la mano de Shawn— ¿Quiénes son esos?

— ¿Esos? —Shawn dirigió la mirada hacia la chica, sonriendo— Vaya, le están dando su primer regalo...

— ¿Y eso te pone feliz? —Gruño— Mejor vamos, los demás nos están esperando

—Bunny también es del equipo, ¿no piensas ir a ayudar?

—¿Por qué debería?, pareces muy feliz cuando la vez... —murmullo alejarse.

—Por lo visto, tu no... —Sonrió al verlo alejarse, para mirar de nuevo a Bunny— ¡Oiga Princesa! —llamo acercándose sutilmente.

Aiden se detuvo para ver que planeaba su hermano, Bunny rápidamente se giró al oír el apodo por el que sus personas favoritas solían llamarle, o bueno, Shawn era el único que lo hacía a menudo, el problema ya era Aiden, quien únicamente lo hacía cuando estaba de buen humor, que era en muy pocas ocasiones.