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Takemichi poco a poco fue despertando su respiración era irregular jadeaba, sentía su piel arder como fuego que corre por sus venas en vez de sangre estuviera fluyendo lava.
Se removió incómodo entre la calidez de las mantas que envolvian su cuerpo, sus nudillos tomaron la pesada sábana y se acurruco mejor contra ella tardó un largo rato darse cuenta que se hallaba en la comodidad de la cama con el olor canela ese olor que amaba tanto los recuerdos fueron llegando a su cabeza la noche anterior su alfs lo habia auxiliado.
la presencia de aquellos Alfas peculiares y finalmente el dolor agobiante su cuerpo estaba vendado se le habran hecho unos hematomas por los golpes que recibio su cuerpo.
Su visión se aclaró por fin la habitación estaba bañada con el olor a canela y siendo iluminada solo por la luz de una lámpara analizó su entorno dándose cuenta que efectivamente estaba en una habitación que no era suya, vio unas decoraciones muy elegntes Se incorporó con dificultad en el colchón la sábana se deslizó de sus hombros hasta caer a su cintura todo vendado sintió una mirada pesada encima suyo y sólo entonces notó que no se hallaba solo en el lugar.
Una silueta recargada en la puerta de la habitación, se hallaba el alfa rubio su mirada oscura le miraba Takemichi sintió que el mundo dejó de existir cuando vió esos ojos tan negros como la oscuridad olisqueo el aire rápidamente y se estremeció al sentir las fuertes feromonas a canela.
La persona enfrete de el era su enemigo podía reconocer aquel aroma tan varonil a la perfección aunque pasaran mil años.
Siendo el su enemigo no dudaria en nada que el alfa que ven sus ojos es malo.
Cuando me puse de pie mi piernas temblaban iba a caer pero unos brazos fuertes me sostuvieron.
–No te esfuerces–hablo el alfa su voz ronca le provocó un agradable cosquilleo que se extendió por cada centímetro de su ser y se concentró en su vientre.
Les gustaba esa sensacion, ¿O él?. Su corazón empezó a latir desenfrenadamente sus ojos brillaron sentia mariposas en su estamago.
–Mikey-kun–lo nombró a duras su voz no salia.
El alfa le sonrio para darle un beso tan lindo que los ojos de Takemichi se abrieron y correpondio.
–Mi omega, eres tan precioso– murmuro el alfa, Takemichi estaba feliz de pronto mikey estaba encima de el repartiendo besos por toda su cara.
Takemichi quiso decir tantas cosas y tenia tantas dudas, pero el aroma a canela lo distrajo su omega quería bañarse con esas feromonas y quitarse la molesta esencia de los alfas que intetaron abusar de el, sus dedos apretaron la camisa blanca del alfa rubio pudo sentir la dureza de músculos, su nariz se hundió en el cuello ajeno al encontrar la fuente de aquel aroma.
Necesitaba que lo muerda que lo marcara necesitaba su verga y necesitaba su gran nudo para que llene sus entrañas con su semilla.
Takemichi al darse cuenta del rumbo de sus pensamientos se mordió la lengua con fuerza, el dolor le hizo recuperar la cordura por breves instantes logró alejarse de la glándula de Mikey y unió su mirada aguda con los ojos vacíos del Alfa.
Un omega tenia prohibido acercarse a la glandula de olor de un alfa a menos que sea su pareja pero no le importo.
–L-Lo siento –se disculpó el omega su rostro se hallaba sonrojado por la vergüenza.
–Está bien –se encogió dijo Mikey como si no hubiera hecho nada malo–¿Cómo te sientes?.
–E-Estaré bien –contestó Takemichi intentando frenar sus ganas de robar sus labios y rogarle que lo cogiera– Mikey-kun... ¿Que hago aqui?
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Tokyo Enemy Gangs [mikey x takemicchi]
Roman d'amourTakemicchi aparenta ser un chico normal y débil pero oculta uno de los mayores secretos, liderar a la pandilla más grande de tokyo Black Dragons. También conocido como el indomable michi, tiene 4 hermanos de los más peligrosos y pandillas diferentes...